Pedir perd¨®n por el pasado
Hay ocasiones en las que la obcecaci¨®n impide reconocer los abusos del pasado
Pedir perd¨®n por las atrocidades cometidas en el pasado es una manera de borrar las culpas o purificar la historia. A veces de manera justificada. Alemania ha asumido p¨²blicamente su responsabilidad por el Holocausto, Juan Pablo II hizo acto de contrici¨®n por el silencio de la Iglesia ante el horror nazi y por su responsabilidad en la Inquisici¨®n y Emmanuel Macron ha reconocido las barbaridades del Ej¨¦rcito franc¨¦s en Argelia. Justin Trudeau expres¨® a la comunidad jud¨ªa disculpas en nombre de Canad¨¢ y Ronald Reagan firm¨® un acta en la que EE?UU ped¨ªa perd¨®n a los 120.000 americano-japoneses presos en campos de concentraci¨®n durante la II Guerra Mundial.
Tambi¨¦n las instituciones se han apuntado a esta pr¨¢ctica. La Universidad de Cambridge investigar¨¢ durante dos a?os su vinculaci¨®n con la esclavitud durante la era colonial brit¨¢nica, el campus de Glasgow est¨¢ examinando el impacto de la trata de esclavos en sus arcas y estudiantes de Georgetown han votado a favor de reparar los da?os por la venta de 272 hombres, mujeres y ni?os a mitad del siglo XIX. M¨¢s raro es ver a los medios de comunicaci¨®n pedir perd¨®n por su pasado. Pero ha ocurrido. El presidente de Efe, Fernando Garea, ha querido esta semana zanjar una deuda hist¨®rica con las v¨ªctimas de la Guerra Civil y disculparse por haber sido ignoradas hace 80 a?os, cuando la agencia era un instrumento al servicio de la dictadura que solo hablaba de los vencedores. Fundada en Burgos en 1939, poco antes del fin de la contienda, muchas son las hip¨®tesis sobre su denominaci¨®n, que unos atribuyen a la efe de Franco y otros a la efe de Falange. Algunas versiones vinculan el nombre a las antecesoras Fabra, Febus y Faro y no faltan quienes lo adjudican a las iniciales de Editorial Falange Espa?ola.
Hay ocasiones en las que la obcecaci¨®n impide reconocer los abusos del pasado ¡ªB¨¦lgica nunca se ha exculpado por sus atrocidades en Congo¡ª y otras en las que resulta un tanto pintoresco. Este es el caso de Disney+, que eliminar¨¢, por racista, la escena de Dumbo en la que los cuervos ense?an a volar al peque?o elefante. Todo porque el l¨ªder de los p¨¢jaros carn¨ªvoros se llama Jim. Ahora han ca¨ªdo en la cuenta de que ese nombre hace referencia a las normas racistas, llamadas leyes Jim Crow, que permitieron la segregaci¨®n en las instituciones p¨²blicas de EE UU hasta 1965.
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