Llevar al enemigo en el m¨®vil
El machismo siempre ha querido controlar a las mujeres que considera de su propiedad, pero ahora ha encontrado en la tecnolog¨ªa un aliado eficaz
"Aprende a espiar a tu novia¡±. El machismo siempre ha querido controlar a las mujeres que considera de su propiedad, pero ahora ha encontrado en la tecnolog¨ªa un aliado muy eficaz. Con las aplicaciones que permiten colonizar un tel¨¦fono m¨®vil, las v¨ªctimas de un maltratador no solo duermen con el enemigo: se lo llevan en el bolso cada vez que salen de casa. Un estudio realizado por el Consell de l¡¯Audiovisual de Catalunya ha detectado m¨¢s de 50 v¨ªdeos en YouTube que ense?an a utilizar las aplicaciones que permiten espiar los movimientos de la pareja. Todos estos tutoriales est¨¢n hechos por hombres y los 12 m¨¢s vistos suman 23 millones de visualizaciones.
Son aplicaciones que, una vez instaladas en el tel¨¦fono de la v¨ªctima, permiten al controlador tener acceso a todos los ficheros de fotos, audios o v¨ªdeos, seguir mediante geolocalizaci¨®n los movimientos del aparato, observar en qu¨¦ redes ha entrado y qu¨¦ b¨²squedas ha hecho y, por supuesto, conocer las llamadas entrantes y salientes. Hay aplicaciones que permiten incluso activar el micr¨®fono o la c¨¢mara del tel¨¦fono. Y todo esto sin que la v¨ªctima advierta que su tel¨¦fono ha sido ¡°pose¨ªdo¡± porque, pagando un plus, la aplicaci¨®n no deja rastro de haber sido instalada. Un horror.
La tela de ara?a que atrapa a las mujeres en una relaci¨®n de violencia machista no empieza con una bofetada. La violencia suele aparecer al cabo de un tiempo. De hecho, muchos de los maltratadores han tenido historias de amor y violencia con otras mujeres. El maltratador puede tener dotes seductoras y combinar momentos de ternura con explosiones de ira, como muy bien muestra la pel¨ªcula Te doy mis ojos, de Iciar Bollain. Pero casi todas las mujeres que han pasado por esta terrible experiencia relatan que uno de los primeros s¨ªntomas es un deseo obsesivo de control.
Una de cada cuatro adolescentes dice que su pareja ha intentado controlarla a trav¨¦s del m¨®vil. No hay que esperar a las alertas que pueda lanzar el m¨®vil, como o¨ªr ruidos durante una conversaci¨®n, que un mensaje aparezca abierto sin haberlo le¨ªdo o un consumo excesivo de datos. El que hackea para controlar suele dar antes otras se?ales. Las cl¨¢sicas, las de siempre, el interrogatorio inquisitivo: ?d¨®nde has estado, con qui¨¦n has ido, por qu¨¦ me mientes? Si eso ocurre, mejor salir corriendo de esa relaci¨®n y cambiar de m¨®vil.
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