Robert Downey Jr.: de ser encontrado inconsciente en un callej¨®n a convertirse en una de las estrellas mejor pagadas
Hollywood adora las historias de auge y ca¨ªda, pero ninguna supera a la del int¨¦rprete de la saga 'Iron Man'
Ten¨ªa 6 a?os cuando su padre le dio a probar un porro de marihuana, 28 cuando le nominaron al Oscar y 31 cuando se despert¨® en la c¨¢rcel sobre un charco de su propia sangre. Hoy Robert Downey Jr. es uno de los actores mejor pagados de la historia: ocup¨® ese puesto en la lista Forbes entre 2013 y 2015, se ha mantenido en las posiciones de cabeza en los ¨²ltimos a?os y, presumiblemente, tras embolsarse 75 millones de d¨®lares (seg¨²n c¨¢lculos de medios como The Guardian) por la reciente Los vengadores: Endgame, volver¨¢ a liderar la de 2019. El escritor F. Scott Fitzgerald aseguraba que las vidas de los americanos no tienen segundo acto, porque las viven como una constante preparaci¨®n para algo que nunca llega, pero Downey Jr. est¨¢ decidido a llevarle la contraria.
En noviembre de 2000 volvi¨® a ser arrestado en un hotel con anfetaminas y cuatro gramos de coca¨ªna. Y cuando unos meses despu¨¦s le encontraron descalzo acurrucado en un callej¨®n infestado de ratas, rog¨® a los polic¨ªas que no le arrestasen
¡°Cuando mi padre y yo nos drog¨¢bamos juntos era como si ¨¦l tratase de expresar su amor de la ¨²nica forma que sab¨ªa¡±, aclar¨® el actor en el libro The New Breed: Actors Coming of Age. El actor recuerda dormirse cada noche arrullado por el sonido de las cartas de p¨®ker golpeando el fieltro. La prensa de los ochenta vaticin¨® que estaba destinado a ser ¡°el mejor actor de su generaci¨®n¡±, pero en 1996 los titulares le endosaron otra etiqueta: el en¨¦simo yonqui de Hollywood. Downey Jr. fue arrestado conduciendo colocado de, seg¨²n ¨¦l describir¨ªa en Rolling Stone a?os despu¨¦s, ¡°la mejor coca¨ªna que hab¨ªa probado desde la que me met¨ªa con mi padre y Jack Nicholson¡±.
En la guantera llevaba hero¨ªna y una Magnum 357. Un mes despu¨¦s protagoniz¨® una versi¨®n de Ricitos de Oro cuando se equivoc¨® de casa y se ech¨® a dormir en la cama (vac¨ªa) del hijo de sus vecinos. La llamada de la due?a de la casa a la polic¨ªa acompasada por los ronquidos del actor de fondo fue filtrada en Internet y la prensa (hu¨¦rfana de juicios sensacionales tras la sentencia de O. J. Simpson) se top¨® con un juguete roto perfecto.
Sean Penn y Dennis Quaid lo arrastraron hasta un centro de rehabilitaci¨®n. Tras escapar por la ventana del ba?o, Downey Jr. hizo autoestop vestido con una camisa hawaiana y los pantalones del hospital hasta la casa de un amigo en Malib¨². La polic¨ªa le detuvo drogado conduciendo su Porsche, desnudo y arrojando ratas imaginarias por la ventanilla. ¡°Cada d¨ªa miro el peri¨®dico¡±, explic¨® su exm¨¢nager, reconvertida en dise?adora de joyas tras hartarse de lidiar con las adicciones de sus actores, ¡°pensando que voy a encontrar el obituario de Robert¡±.
Ning¨²n m¨¦dico le diagn¨®stico bipolaridad, pero la revista People s¨ª y Hollywood dej¨® de confiar en ¨¦l. ¡°A veces quiero salir a comprar de todo y otras veces solo quiero ver deportes, masturbarme y comer helado. Pero eso no significa que est¨¦ deprimido o que sea un maniaco. Me diagnostic¨® un desorden psicol¨®gico un doctor que no sab¨ªa que yo me met¨ªa a fumar crack en su ba?o. No puedes hacer un diagn¨®stico hasta que el paciente est¨¦ sobrio, joder¡±, se defender¨ªa el actor en una entrevista con Esquire.
Un a?o despu¨¦s, Downey Jr. se salt¨® un control antidroga y fue condenado a 113 d¨ªas de prisi¨®n. ¡°Jam¨¢s contar¨¦ las peores cosas que me ocurrieron en la c¨¢rcel¡±, afirma, aunque se sabe que los presos la tomaron con ¨¦l y su cara necesit¨® cirug¨ªa est¨¦tica tras una de las palizas. Su amigo, el director Oliver Stone, puso en pr¨¢ctica su talento como narrador truculento cuando asegur¨® que estaba preocupado por su seguridad: ¡°Cuando rodamos Asesinos natos en una c¨¢rcel real qued¨® muy claro que los presos sent¨ªan una fascinaci¨®n sexual hacia Robert¡±.
En 1999 no se present¨® a otro test de narc¨®ticos, una violaci¨®n de su libertad condicional que culmin¨® con una condena de tres a?os. Downey Jr. le suplic¨® al juez que no le enviase de vuelta a la c¨¢rcel: ¡°Siento que tengo una escopeta en la boca, el dedo en el gatillo y me gusta el sabor de ese metal¡±. En la prisi¨®n Corcoran, hogar por aquel entonces de Charles Manson, el mejor actor de su generaci¨®n qued¨® reducido a ¡°reo P50522¡±. El nominado al Oscar por Chaplin raspaba bandejas de pizza por ocho c¨¦ntimos la hora. Durante el a?o que pas¨® en Corcoran solo encontr¨® alivio en un disco de Sting y tras salir tardar¨ªa siete d¨ªas en conseguir trabajo en Hollywood: su aparici¨®n en Ally McBeal increment¨® la audiencia de la serie en un 11%.
Su carisma, su melancol¨ªa y su sensibilidad socarrona le dieron un Globo de Oro por Ally McBeal, pero ¨¦l admitir¨ªa que en aquella etapa estaba tocando fondo. ¡°En aquel momento, me importaba una mierda si no volv¨ªa a actuar jam¨¢s¡±. En el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias de noviembre de 2000 volvi¨® a ser arrestado en un hotel con anfetaminas y cuatro gramos de coca¨ªna. Y cuando unos meses despu¨¦s le encontraron descalzo acurrucado en un callej¨®n infestado de ratas, rog¨® a los polic¨ªas que no le arrestasen: ¡°Por favor, no lo hag¨¢is, me vais a arruinar la vida¡±. Su mujer, la cantante Deborah Falconer, le abandon¨® llev¨¢ndose a su hijo Indio (nacido en 1993), su participaci¨®n en La pareja del a?o fue cancelada y los productores de Ally McBeal le despidieron.
El D¨ªa de la Independencia de 2003, Downey Jr. par¨® en un Burger King de la autopista de la costa del Pac¨ªfico y, mientras se com¨ªa una hamburguesa, decidi¨® que ya hab¨ªa tenido suficiente y arroj¨® todas sus drogas al oc¨¦ano
Elton John le apoy¨® p¨²blicamente fich¨¢ndole para su videoclip I Want Love. Pero cuando Woody Allen trat¨® de contratarle junto a Winona Ryder para Melinda y Melinda, descubri¨® que ninguna compa?¨ªa de seguros estaba dispuesta a cubrir la p¨®liza de sus contratos: eran considerados demasiado vol¨¢tiles. Sin embargo, Downey Jr. ten¨ªa a la industria de su parte. Jam¨¢s protagoniz¨® altercados, nunca lleg¨® tarde a ning¨²n rodaje y siempre levantaba con entusiasmo el ¨¢nimo del equipo.
Su amigo Mel Gibson, a quien conoci¨® rodando Air America en 1990, pag¨® de su bolsillo el seguro para que protagonizase El detective cantante (Keith Gordon, 2003). La cr¨ªtica volvi¨® a enamorarse de ¨¦l y David Fincher explic¨® que le contrat¨® para Zodiac porque ¡°su personaje desaparece a mitad de la pel¨ªcula, as¨ª que ten¨ªa que d¨¢rselo a un actor que deje huella para que el p¨²blico le eche de menos cuando no est¨¦¡±. El D¨ªa de la Independencia de 2003, Downey Jr. par¨® en un Burger King de la autopista de la costa del Pac¨ªfico. Mientras se com¨ªa una hamburguesa decidi¨® que ya hab¨ªa tenido suficiente y arroj¨® todas sus drogas al oc¨¦ano. El pilates, la filosof¨ªa oriental, la meditaci¨®n y el kung-fu canalizaron su s¨ªndrome de abstinencia y no ha dejado de asistir a terapia desde entonces.
¡°Cuando entro en un hotel la gente no sabe si vengo a una clase de shiatsu o van a tener que hacerme un placaje¡±, bromeaba. Dos a?os despu¨¦s se cas¨® con la productora Susan Levin, a quien ¨¦l acredita como su salvadora, y Sting actu¨® en la ceremonia. Este ya era el final feliz de Robert Downey Jr., pero lo que ocurri¨® a continuaci¨®n es sorprendente.
No corr¨ªan buenos tiempos para los superh¨¦roes en el cine. X-Men 3, Spiderman 3, Superman Returns o El Incre¨ªble Hulk hab¨ªan decepcionado al p¨²blico. Cuando la editorial de c¨®mics Marvel fund¨® en 2007 su propia productora cinematogr¨¢fica no ten¨ªa los derechos de sus propiedades intelectuales m¨¢s populares (Spiderman y X-Men) as¨ª que arrancaron con Iron Man: el ¨¦xito de Batman Begins suger¨ªa que el p¨²blico prefer¨ªa los artilugios tecnol¨®gicos a la magia y la fantas¨ªa, de modo que el empresario arrogante Tony Stark parec¨ªa el superh¨¦roe m¨¢s moderno, m¨¢s veros¨ªmil y m¨¢s barato de producir. M¨¢s James Bond que Thor. El director, Jon Favreau, sugiri¨® a Robert Downey Jr. Pero Marvel quer¨ªa a Tom Cruise: ¡°Bajo ninguna circunstancia estamos preparados para contratarle, a ning¨²n precio¡±.
Durante el a?o que pas¨® en la prisi¨®n de Corcoran solo encontr¨® alivio en un disco de Sting. Tras salir tardar¨ªa siete d¨ªas en conseguir trabajo en Hollywood: su aparici¨®n en 'Ally McBeal' increment¨® la audiencia un 11 %
Favreau les convenci¨® prometi¨¦ndoles que Downey Jr. har¨ªa por su saga lo que Johnny Depp hab¨ªa hecho por Piratas del Caribe: aportar la energ¨ªa el¨¦ctrica de un actor marginal forjado en el cine de autor, bailar con sus di¨¢logos como un m¨²sico de jazz y ser ¡°un hombre que hace disfrutar a los dem¨¢s¡±. El actor hizo una prueba de casting por primera vez desde Chaplin y Marvel no pudo seguir considerando a otros. ?l era Tony Stark (o sea, Iron Man). Un tipo encantado de conocerse, un Cary Grant que viene de un paseo por el lado oscuro, un yuppie que lo tuvo todo y, tras vivir en cautiverio, lucha por salir adelante como un hombre nuevo. Tras escapar de su secuestro, lo primero que hac¨ªa Tony Stark era irse a un Burger King. Y cuando Gwyneth Paltrow descubr¨ªa su identidad superheroica, Downey Jr. le gui?aba un ojo al p¨²blico: ¡°Seamos sinceros, esto no es lo peor que me has pillado haciendo¡±.
El primer triunfo comercial de su carrera qued¨® coronado ese mismo a?o con una nominaci¨®n al Oscar por Tropic Thunder (Ben Stiller, 2008) gracias a un personaje sat¨ªrico (un actor que se pigmenta la piel para interpretar a un negro) que hoy provocar¨ªa desmayos en los despachos de Hollywood. En 2009 Sherlock Holmes (Guy Ritchie, 2009) revalid¨® su regreso a casa: ¡°Cuando te pasas a?os, d¨¦cadas marginado y observando desde fuera, hay que ser idiota para jugar mal cuando por fin te llega una mano ganadora. Y, al margen de ciertas debilidades gen¨¦ticas devastadoras, yo no soy ning¨²n idiota¡±, explica.
Iron Man ha salvado el mundo varias veces, pero tambi¨¦n ha salvado a Robert Downey Jr. y de paso le ha convertido en uno de los actores m¨¢s taquilleros de la historia. Cobr¨® medio mill¨®n de euros por Iron Man, con un contrato que le involucraba en dos posibles secuelas por las que acab¨® ganando 9 y 28 millones. Pero el resto hab¨ªa que renegociarlas: ha cobrado 67 millones cinco veces (Vengadores y su secuela, Civil War, Infinity War y Endgame). ¡°Antes de Iron Man no pod¨ªa permitirme ni un Golf GTI¡±, recuerda un tipo que ahora tiene una colecci¨®n retro de 24 coches de alta gama.
Downey Jr., a diferencia de la mayor¨ªa de estrellas de Hollywood, reconoce sin tapujos su sueldo en cualquiera de las entrevistas que (en una brillante maniobra de su publicista) tienen lugar en su casa y suelen ser casualmente interrumpidas por la visita de su mujer y su hijo Exton, que ahora tiene 7 a?os. Tambi¨¦n ofrece una visita guiada al periodista por su mansi¨®n, como si quisiese dejar claro que no tiene nada que ocultar. Su imagen de marca es familiar, aunque apenas habla de su hijo Indio (26 a?os), que fue arrestado con coca¨ªna poco antes del estreno de Iron Man 3.
Downey Jr. lleva cinco a?os sin hacer una pel¨ªcula que no sea de Marvel. Ha ejercido como l¨ªder delante y detr¨¢s de las c¨¢maras: en Iron Man, una pel¨ªcula rodada sin guion ni dinero, tuvo que improvisar sus di¨¢logos marcando el ritmo, el tono y la sensibilidad para los personajes que fueron llegando despu¨¦s que ¨¦l.
Su desproporcionado sueldo en Spiderman Homecoming, de 2017 (13 millones por tres jornadas de trabajo) respond¨ªa a la necesidad de introducir a Spiderman, propiedad durante 15 a?os de Sony, en el universo cinematogr¨¢fico de Marvel con Tony Stark como padrino. Por eso las dos interacciones de Peter Parker con Stark (al final de Infinity War y Endgame) rompieron el coraz¨®n de los seguidores.
Ahora su contrato ha finalizado y el relato Tony Stark ha concluido comprendiendo que en esta vida hay que saber rodearse de un equipo en vez de ir por ah¨ª como un lobo solitario. Pero esa es una lecci¨®n que Robert Downey Jr. ya aprendi¨® hace muchos a?os.
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