Pabell¨®n espa?ol en la Bienal de Venecia: Una mujer haciendo pis de pie (y en la calle), pero esta no es la pol¨¦mica
El proyecto original era un di¨¢logo de dos artistas, Itziar Okariz y Sergio Prego, sobre la econom¨ªa pol¨ªtica de los cuerpos, pero se ha visto alterado por un obst¨¢culo art¨ªstico-burocr¨¢tico
Quiz¨¢ la obra m¨¢s llamativa de las que se exponen en el pabell¨®n espa?ol en la 58? Bienal de arte de Venecia, que abre hoy sus puertas, sea un v¨ªdeo de Itziar Okariz (San Sebasti¨¢n, 1965) grabado hace 15 a?os en Nueva York, y originalmente previsto para su conocida serie Mear en espacios p¨²blicos y privados, donde el agua de lluvia cae sobre ella mientras orina de pie en un patio abierto. Sin embargo, la verdadera historia que envuelve a la apuesta espa?ola en la Bienal no est¨¢ en lo que se ve, sino precisamente en lo que no se ve.
Consiga o no alguno de los Leones del palmar¨¦s, ya puede decirse que la participaci¨®n de nuestro pa¨ªs es excepcional. Al menos, en la acepci¨®n de poco com¨²n. Y lo era ya antes de que llegara a la Serenissima una sola de las piezas de los artistas nacionales, cuando hace justo un a?o se daba a conocer la noticia de que el contenido del pabell¨®n espa?ol hab¨ªa sido elegido, por primera vez, por un jurado independiente presidido por el director del Reina Sof¨ªa, Manuel Borja-Villel. Entre sus componentes tambi¨¦n figuraban otros nombres tan prestigiosos como Marta Gili, exdirectora del parisino Jeu de Paume, Manuel Segade, al frente del CA2M de M¨®stoles, o el ensayista Paul B. Preciado.
Despu¨¦s se supo que en la exposici¨®n central de la Bienal de este a?o, comisariada por el norteamericano Ralph Rugoff y titulada May You Live in Interesting Times ("que vivas tiempos interesantes", por la maldici¨®n china que hace referencia a la cantidad de problemas que suelen acompa?ar a estos periodos), no concurrir¨ªa ning¨²n autor de nuestro pa¨ªs, as¨ª que las esperanzas se centraron en el pabell¨®n oficial de Espa?a.
La idea original, fallida
La propuesta elegida ¡ªpor unanimidad¡ª proven¨ªa de Peio Aguirre (Elorrio, Bizkaia, 1972), cr¨ªtico y comisario de prestigio incuestionable en el sector, que a su vez apostaba por el di¨¢logo entre dos artistas de su misma generaci¨®n y contexto geogr¨¢fico, pero que tambi¨¦n presentan una carrera internacional, Itziar Okariz y Sergio Prego (Hondarribia, Gipuzkoa, 1969).
La instalaci¨®n prevista constru¨ªa su discurso sobre uno de los grandes temas actuales, la econom¨ªa pol¨ªtica del cuerpo, y para ello se basaba en las monumentales esculturas neum¨¢ticas de membranas de pl¨¢stico de Sergio Prego, que ¡ªal estilo de su espectacular High-Rise de hace dos a?os para el CA2M¡ª ocupar¨ªan el interior del pabell¨®n y dialogar¨ªan con las instalaciones sonoras de Okariz.
Aunque ambos son artistas multidisciplinares, la escultura e instalaci¨®n ¡ªen el caso de Prego¡ª y la performance y su registro sonoro y visual ¡ªen el de Okariz¡ª conforman la parte m¨¢s conocida y reconocible de su obra. Hay que recordar que en las ¨²ltimas ediciones de la Bienal los Leones de Oro a los mejores artistas han tendido a premiar precisamente lo performativo o instalativo, con Anne Imhof (2017), Adrian Piper (2015) o Tino Sehgal (2013).
Sin embargo, lo que ya puede verse en la Bienal no es lo previsto. O no exactamente. En la presentaci¨®n del pabell¨®n espa?ol a los medios de comunicaci¨®n la semana pasada se explic¨® que tendr¨ªamos en Il Giardini ¡ªcomo se conoce el recinto¡ª un interior b¨¢sicamente dedicado a las instalaciones sonoras y de v¨ªdeo de Okariz, mientras que la mayor parte de la obra de Prego se concentrar¨ªa fuera, en el jard¨ªn trasero del edificio, pues se hab¨ªan suprimido las grandes estructuras trasl¨²cidas que hab¨ªan sido anunciadas en un principio.
El artista cuya sombra es 'demasiado' alargada
El motivo, cuenta a ICON Design Peio Aguirre, es que el pasado febrero, nueve meses despu¨¦s de que se anunciara el proyecto, Sergio Prego hizo ver que la arquitectura del pabell¨®n espa?ol ¡ªEspa?a es uno de los 37 pa¨ªses con un edificio permanente en la Bienal¡ª estaba alterada por un residuo. En el pabell¨®n sigue implantada una cruz met¨¢lica, parte de la instalaci¨®n de otro artista vasco, Javier P¨¦rez, como parte de la propuesta comisariada por Estrella de Diego en 2001 (en la que tambi¨¦n participaba Ana Laura Al¨¢ez). P¨¦rez mont¨® una c¨²pula de cristal invertida, formada por centenares de globos sujetos por una estructura met¨¢lica en su interior, que generaban la sensaci¨®n de una tormenta a punto de desparramarse.
Seg¨²n Prego, aquella estructura deb¨ªa ser retirada para no interferir en su obra, pero los t¨¦cnicos de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID), que organiza el evento junto con Acci¨®n Cultural Espa?ola, decretaron que este elemento ya no se pod¨ªa retirar. Esto trastoc¨® los planes originales.
Curiosamente, el de P¨¦rez y Al¨¢ez hace 18 a?os hab¨ªa sido el ¨²ltimo di¨¢logo entre dos artistas en el pabell¨®n de Espa?a hasta ahora, cuando se retoma una breve tradici¨®n que en los ochenta y noventa hab¨ªa reunido a creadores como Jorge Oteiza y Susana Solano (1989), Antoni T¨¤pies y Cristina Iglesias (1993) o Esther Ferrer y Manuel Vald¨¦s (1999).
'Perforado por', mucho m¨¢s que una mujer meando de pie
As¨ª que, a fin de cuentas, ?qu¨¦ es lo que Espa?a ha llevado a Venecia en esta ocasi¨®n?
La exposici¨®n se llama Perforado por, en referencia a una cita de un ensayo de Susan Sontag: "[...] Cualquier silencio dado disfruta de su identidad en funci¨®n de un tramo de tiempo perforado por el sonido". Y tambi¨¦n por el hecho de que el propio espacio del pabell¨®n ser¨¢ de alguna forma penetrado, taladrado, por la presencia de las piezas de Prego y Okariz.
Entre las obras de esta ¨²ltima destacan dos realizadas expresamente para Venecia. Por un lado, la performance Las estatuas, en la que ella dialoga en v¨ªdeo con obras de arte, de distintas ¨¦pocas y autores, y en vivo, con un busto de 1948 del vasco Jorge Oteiza y con una silla con una pieza de aluminio del peruano contempor¨¢neo Armando Andrade Tudela. Por otro, Respiraci¨®n oce¨¢nica, donde el sonido de su respiraci¨®n se amplifica con la ayuda de un micr¨®fono, ocupando inmaterialmente el pabell¨®n.
Y tambi¨¦n el v¨ªdeo que tantas miradas ha atra¨ªdo, originalmente previsto para su conocida serie Mear en espacios p¨²blicos y privados, pero que nunca se incorpor¨®. La provocaci¨®n y la reflexi¨®n de esta obra residen precisamente en lo que tanto incomoda a sus cr¨ªticos: un cuestionamiento de los roles de g¨¦nero al mostrarse a una mujer adoptando un comportamiento habitualmente considerado masculino (y aceptado en el imaginario colectivo).
En total se re¨²nen siete v¨ªdeoproyecciones y dos piezas sonoras, a las que se suman las performances en vivo en momentos puntuales. "Ser¨¢ posiblemente la mayor intervenci¨®n audiovisual de toda la historia del pabell¨®n de Espa?a", resume Peio Aguirre.
Prego: ?error o serendipia?
En cuanto a Prego, el suelo del jard¨ªn exterior acoge sus esculturas de resina maciza de colores rosa y negro, con unas formas entre lo org¨¢nico y lo geom¨¦trico, mientras que a la pared se han fijado grandes membranas negras hinchadas por el agua que contienen y que vierten a modo de fuentes.
Estas obras tambi¨¦n proceden de un error, como nos contaba Prego: "Hab¨ªa usado el agua con anterioridad en otras esculturas, pero fue un escape involuntario en una de ellas lo que me llev¨® a pensar que pod¨ªa utilizarlas como una fuente". El uso de este elemento, adem¨¢s, establece un v¨ªnculo inesperado con el v¨ªdeo de Mear en espacios¡ de Okariz, en el que tambi¨¦n hay citas expl¨ªcitas a la sexualidad.
Podr¨ªa interpretarse esto como un gui?o a las esculturas-fuente de artistas como Calder o Bruce Nauman, aunque Peio Aguirre nos acerca a referentes m¨¢s carnales: "Por su formato, dise?o y material, las piezas de Sergio acaban siendo algo muy sexual. Lo mismo ocurre con uno de sus dibujos que se han ubicado en el interior, que es un cow-boy con un pene en erecci¨®n que recuerda al Modulor de Le Corbusier, pero con un componente gay. Ese componente es muy acusado en parte de la obra de Sergio, pero no suele resaltarse".
Los dibujos no son la ¨²nica presencia que Prego obtiene en el interior del pabell¨®n, ya que tambi¨¦n pueden verse all¨ª algunas esculturas que sirven de anticipo a la instalaci¨®n del jard¨ªn, y una maqueta que da testimonio de su proyecto de esculturas neum¨¢ticas inicial.
Aguirre no siente frustraci¨®n porque las cosas no hayan salido seg¨²n lo planeado. Al contrario: "Es imposible saber qu¨¦ hubiera sido mejor, si aquello o lo que finalmente puede verse en el pabell¨®n. La Bienal de Venecia es un proyecto de renombre que se adapta a lo que yo creo que debo hacer y donde debo estar. Y eso lo he conseguido".
As¨ª que un Le¨®n de Oro quiz¨¢ ser¨ªa pedir demasiado. O no.
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