Par¨¢bola de una estrella
Ni el neoliberalismo ni el neopopulismo del Movimiento 5 Estrellas toleran una democracia estructurada en cuerpos intermedios. Son ¡°im¨¢genes de vac¨ªo¡± que ocultan su incapacidad para construir una comunidad
Un deseo. Solemos asociarlo a una estrella, o tal vez, siguiendo su etimolog¨ªa, al temor, al miedo a perder la protecci¨®n de los astros. De-siderium.Por tal motivo, mejor una constelaci¨®n. Que forma un movimiento: el Movimiento 5 Estrellas, para ser precisos, que hoy, como es bien sabido, es uno de los dos socios de gobierno de una Italia que est¨¢ perdiendo el rumbo. Par¨¢bola de una estrella, hemos titulado este art¨ªculo, aunque m¨¢s que al movimiento aristot¨¦lico de las par¨¢bolas, de la sucesi¨®n de formas de gobierno, nos parece asistir a una decadencia, temprana y fulminante, a la visi¨®n de una triste estrella fugaz.
Dej¨¢ndonos de met¨¢foras, me gustar¨ªa repasar algunos aspectos de lo que realmente podr¨ªa llamarse el ¡°movimiento¡± de los 5 Estrellas, analizando la clave populista innata en ¨¦l (e investigada en distintas variantes por te¨®ricos italianos como Alessandro Dal Lago e Ilvo Diamanti), pero tambi¨¦n una clave ulterior ¡ªque lo distancia de las proclamas aparentemente estent¨®reas de la Liga de Salvini¡ª como es la de la oratoria, la ret¨®rica, la demagogia. Recientemente, el fundador de un peri¨®dico como La Repubblica, Eugenio Scalfari, ha llegado a temer una escisi¨®n dentro del PD con Matteo Renzi como nuevo aliado de Salvini, en una reedici¨®n parad¨®jica e inquietante del llamado pacto del nazareno (la alianza que coagulaba en un com¨²n n¨²cleo de intereses el Partido Democr¨¢tico, dominado por Renzi y renombrado como PDR ¡ªPartido de Renzi¡ª, y Forza Italia).
Otros art¨ªculos de la autora
La ¡°par¨¢bola¡± an¨®mala y vertiginosa del Movimiento 5 Estrellas y del h¨ªbrido constituido por el Gobierno ¡°contractual¡± entre el Movimiento y la Liga es, por otra parte, un resultado en muchos aspectos an¨¢logo a otras situaciones de crisis que est¨¢n aquejando a las democracias europeas y occidentales. Una crisis que se origina en el equilibrio inestable, determinado por una pl¨¦tora de ¡°exigencias¡± heterog¨¦neas provenientes de una sociedad en un estado de radical fragmentaci¨®n. Estas exigencias, como ha escrito el a menudo abusivamente citado Ernesto Laclau, acaban confluyendo en torno a lo que podr¨ªa denominarse un ¡°significante vac¨ªo¡± (pueblo, naci¨®n, comunidad, soberanismo), signo inequ¨ªvoco de la falta de consistencia pol¨ªtica basada en contenidos sociales, cuando, en lugar de agregarse de manera precaria y contingente, deber¨ªan buscar una unidad y un criterio de orientaci¨®n unidireccional (ya se trate del candente tema de la emigraci¨®n, la crisis en los presupuestos o la ruptura del Estado de bienestar en todos sus centros neur¨¢lgicos). Y esto en defensa de unos sujetos cuyo estatuto literalmente fragmentado es solo el reflejo de una sociedad que hemos definido en estado de fragmentaci¨®n.
Cabr¨ªa recordar aqu¨ª un t¨¦rmino acu?ado por el fil¨®sofo Gilles Deleuze en un breve y c¨¦lebre ensayo titulado Post-scriptum sobre las sociedades de control, que pretend¨ªa discutir y superar la lectura ¡°disciplinaria¡± de la sociedad contempor¨¢nea de matriz foucaultiana. En ¨¦l evocaba Deleuze, en lugar de la categor¨ªa de individuo, el concepto de ¡°dividual¡±, para se?alar c¨®mo en la sociedad poscapitalista los sujetos se ven escindidos en elementos que m¨¢s tarde son reagrupados por el poder de acuerdo con sus instancias e intereses estrat¨¦gicos, meras ¡°bases de datos¡± que pueden ser manipuladas por instituciones financieras, bancarias, sanitarias y administrativas. El ¡°dividual¡± es, por lo tanto, un sujeto escindido, un mero agregado sometido al poder y espejo de su desuni¨®n.
¡°La sociedad no existe¡±, afirmaba Thatcher. Es lo mismo que defienden los populistas contempor¨¢neos
Es en este contexto donde podemos situar el deslizamiento de la ret¨®rica de los 5 Estrellas (que aspiraba a la pureza y la solidez, a la adherencia a lo real, teorizada por Cicer¨®n o Quintiliano), ostentada en los albores del movimiento por Beppe Grillo, que ha ido devalu¨¢ndose con velocidad exponencial desde una exigencia de pureza y honestidad del lenguaje ¡ªpese a la intermediaci¨®n del dispositivo digital¡ª hasta una forma distorsionada de demagogia que se traduce en una constante oscilaci¨®n de proclamas y por lo tanto de posiciones pol¨ªticas contradictorias (pensemos, por ejemplo, en la a?eja cuesti¨®n del tramo de alta velocidad Tur¨ªn-Lyon). Aqu¨ª tal vez resida el fracaso sustancial del Movimiento 5 Estrellas, que podemos resumir incisivamente como un deslizamiento desde la oratoria (esencial para la comunicaci¨®n pol¨ªtica) a la demagogia, forma deterior de gobierno desde la Rep¨²blica plat¨®nica o la Pol¨ªtica aristot¨¦lica.
Por otro lado, a pesar de todas las apariencias, el Movimiento 5 Estrellas d¨¦ la impresi¨®n de ser un movimiento m¨¢s que alternativo, especular al neoliberalismo, entendiendo con este t¨¦rmino esa revoluci¨®n conservadora iniciada en los a?os ochenta, como es sabido, con Margaret Thatcher y Ronald Reagan. ¡°La sociedad no existe¡±, afirmaba Thatcher. Es lo mismo que defienden los populistas contempor¨¢neos a pesar de ese frente de agregaciones y de movimientos populares de revuelta que reivindican una unidad pol¨ªtica no contingente sino sustancial (y pensemos, a este prop¨®sito, en el estatuto de la Uni¨®n Europea, por ejemplo).
Los sujetos son meras ¡°bases de datos¡± que pueden ser manipuladas por instituciones privadas o p¨²blicas
Resulta entonces posible afirmar que tanto el neoliberalismo como el populismo se potencian a trav¨¦s de la fragmentaci¨®n de los lazos sociales. Recurriendo a medios distintos, sin embargo. El neoliberalismo, a trav¨¦s de la reducci¨®n de la pol¨ªtica a mensaje publicitario. El populismo, empleando esl¨®ganes emotivos que se aprovechan de una mezcla de promesas, humillaci¨®n, rabia y temor. Tanto el neoliberalismo como el neopopulismo, por lo tanto, son ¡°im¨¢genes del vac¨ªo¡±, donde la ret¨®rica tiene la funci¨®n de disimular su incapacidad, su impotencia pol¨ªtica entendida como incapacidad para construir una comunidad.
De esta situaci¨®n se deriva una doble crisis: crisis de la democracia representativa y crisis del concepto de ciudadan¨ªa. Una crisis que se aprovecha de la ret¨®rica de las emociones y de los afectos. La armon¨ªa discordante entre neoliberalismo y neopopulismo representado por los 5 Estrellas radica en el hecho de que ninguno de los dos tolera una democracia estructurada en cuerpos intermedios, es decir, en aquellos co¨¢gulos asociativos que Maquiavelo denominaba cuerpos mixtos.
Neoliberalismo y neopopulismo juegan ambos, por lo tanto, a la desintermediaci¨®n: el neoliberalismo, elogiando la fragmentaci¨®n individualista-competitiva de una sociedad en la que cada uno debe presentarse como emprendedor de s¨ª mismo; el neopopulismo, por el contrario, recurriendo a la medida aparentemente opuesta, pero especular en realidad, de una democracia directa que debe ejercerse a trav¨¦s de la ¡°red¡±, donde las decisiones, como ocurre de forma regular en el caso del Movimiento 5 Estrellas, no se toman por mayor¨ªa, sino por una estrecha y exigua minor¨ªa. A la sombra de las mayor¨ªas silenciosas, como dir¨ªa un maestro como Baudrillard.
Emanuela Fornari es profesora de Filosof¨ªa Te¨®rica y Social en la Universidad Roma III.
Traducci¨®n de Carlos Gumpert.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.