Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa rebajan el tono de su tensa relaci¨®n

Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa cumplen este martes 57 a?os de matrimonio, una uni¨®n que en lo personal se rompi¨® hace mucho pero que se mantiene firme por su compromiso con la Corona. Hace tiempo que el 14 de mayo no se celebra en Zarzuela, como tampoco otras fechas que en el pasado fueron significativas para la pareja. La novedad este a?o es que la relaci¨®n entre los reyes em¨¦ritos parece haberse librado de parte de la tensi¨®n que les rodeaba. En solo unos d¨ªas se han producido tres escenas que son indicativas de ello.

Los padres del Felipe VI decidieron ir juntos y en compa?¨ªa de su hija Elena a Hannover para ver un partido de balonmano que jugaba su nieto Pablo Urdangarin. All¨ª se encontraron, adem¨¢s, con su otra hija, Cristina. Este tipo de situaciones aparentemente sencillas y familiares eran impensables en otra ¨¦poca cuando los reyes em¨¦ritos solo se relacionaban a trav¨¦s de sus respectivos secretarios.

D¨ªas despu¨¦s, los padres del Rey acudieron al funeral por el Gran Duque de Luxemburgo y tambi¨¦n se apreci¨® un tono m¨¢s relajado a la hora de relacionarse. Lo mismo sucedi¨® el pasado s¨¢bado cuando acudieron al Congreso de los Diputados para despedir a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. De ese momento hay una imagen en la que se ve a don Juan Carlos tomando por la cintura a do?a Sof¨ªa para cederle el paso. M¨¢s sorprendente a¨²n es la visita que ambos realizaron por la tarde a la Caja M¨¢gica para presenciar el partido de tenis de Rafa Nadal.

Cuando se est¨¢n a punto de cumplir cinco a?os del relevo en la Corona parece que la tensi¨®n entre los reyes em¨¦ritos se ha rebajado. Corinna desapareci¨® de la vida de don Juan Carlos tras el accidente en Botsuana, en abril de 2012. Ese suceso supuso un punto de inflexi¨®n institucional y personal en la vida del entonces Rey que tuvo que pedir disculpas: "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volver¨¢ a ocurrir". Don Juan Carlos es ahora m¨¢s discreto en sus idas y venidas. A ello ha contribu¨ªdo tambi¨¦n la siempre buena disposici¨®n de do?a Sof¨ªa y la vida cada vez m¨¢s limitada de don Juan Carlos por sus problemas de movilidad.

El rey em¨¦rito sigue viajando y frecuentando a sus amigos pero cada vez le cuesta m¨¢s desplazarse. Tambi¨¦n han jugado un papel decisivo sus hijos. Don Felipe, gran apoyo para su madre, siempre ha actuado de mediador. Elena, muy unida a su padre con el que comparte mucho tiempo libre y aficiones, tambi¨¦n ha servido de puente de uni¨®n. Y, Cristina, una vez que su marido entr¨® a cumplir condena en la c¨¢rcel de Brieva (?vila), se ha acercado m¨¢s a su padre. A su favor ambos han tenido que la Justicia ha actuado y que don Juan Carlos ya no es Jefe del Estado y se siente m¨¢s libre para ocuparse de su hija a quien ha visitado en varias ocasiones en Ginebra y a quien recibe con asiduidad en el palacio de La Zarzuela.

Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa ya nunca ser¨¢n aquella pareja que se cas¨® tal d¨ªa como hoy en la catedral de Atenas en presencia de representantes de las casas reales europeas. En el camino ha habido muchas heridas, algunas muy complicadas de cerrar. Pero los a?os y el tiempo s¨ª parecen haber hecho posible que se acerquen y mantengan una relaci¨®n no solo protocolaria. Eso s¨ª, en Zarzuela cada uno ocupa su espacio y no se re¨²nen ni para almorzar a no ser que la agenda o el protocolo as¨ª lo requiera.