No a los escraches

Miembros de la Plataforma Antidesahucios se han hecho presentes en la campa?a para las elecciones municipales hostigando a los candidatos a la alcald¨ªa de Madrid por el Partido Popular, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, y por Ciudadanos, Bego?a Villac¨ªs. Villac¨ªs, en avanzado estado de gestaci¨®n, fue especialmente molestada. Tambi¨¦n la actual regidora del Ayuntamiento, Manuela Carmena, ha sufrido el acoso de los activistas antidesahucios. Los participantes en las protestas forman parte de una escisi¨®n de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que se ha desvinculado de los hechos.

Ninguna reivindicaci¨®n justifica una forma de protesta como la llevada a cabo contra Mart¨ªnez-Almeida, Villac¨ªs y Carmena, particularmente cuando el momento elegido es el periodo de campa?a electoral. De los l¨ªderes que participan en ella se puede exigir que escuchen y propongan soluciones para los problemas de los ciudadanos, pero nunca convertirlos en chivos expiatorios. Si los activistas antidesahucios consideran que ning¨²n candidato da respuesta suficiente a la p¨¦rdida de la vivienda, la campa?a electoral es una oportunidad id¨®nea para denunciarlo, no una excusa para buscar publicidad por cualquier medio. La confusi¨®n entre un extremo y otro no puede ser banalizada, sino objeto de la m¨¢s en¨¦rgica condena.

Al considerar que el drama al que se proponen dar voz autoriza recurrir al acoso contra los futuros representantes municipales, los activistas antidesahucios ponen en cuarentena la creciente conciencia social que se ha ido creando ante una de las secuelas m¨¢s graves del estallido de la burbuja inmobiliaria y de la crisis financiera que acarre¨®. De todas las desigualdades que han dejado atr¨¢s los a?os m¨¢s sombr¨ªos de la recesi¨®n, pocas merecen m¨¢s atenci¨®n que el riesgo de perder el hogar que amenaza a las familias m¨¢s desfavorecidas. Pero en ning¨²n caso a costa de tomar la libertad de expresi¨®n por un derecho a hostigar y humillar a quienes reclaman el voto para conjurarlo.