Votar s¨ª que importa
La construcci¨®n de Europa es un proceso continuo y asentado en valores comunes. Las elecciones del domingo nos brindan la oportunidad de hacer o¨ªr nuestra voz, de defender aquello en lo que creemos
En cuesti¨®n de d¨ªas, los europeos ser¨¢n llamados a las urnas en el mayor ejercicio democr¨¢tico transnacional que existe en el mundo. Un total de 427 millones de personas en 28 pa¨ªses votar¨¢n a los miembros del Parlamento Europeo que les representar¨¢n. Al hacerlo, tambi¨¦n determinar¨¢n la direcci¨®n de la pol¨ªtica europea para los pr¨®ximos cinco a?os.
Es cierto que, durante mucho tiempo, las elecciones al Parlamento Europeo han sido recibidas por los votantes con una gran dosis de apat¨ªa. A menudo, se oye a gente justificando su abstenci¨®n porque ¡°de todas maneras, ?qu¨¦ diferencia aportar¨ªa mi voto?¡±. Pero imaginemos que todos pens¨¢ramos as¨ª. Cada europeo deber¨ªa emitir su voto pensando que todos los dem¨¢s van a votar exactamente lo mismo que ¨¦l y asumiendo la responsabilidad por las consecuencias de ese voto para nuestro continente.
Porque s¨ª importa. Importa para nuestro planeta que votemos a personas que van a liderar la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Importa para nuestros puestos de trabajo que votemos a personas que van a esforzarse por proteger los derechos de los trabajadores en la era digital. Importa para nuestra seguridad que votemos a personas que van a defender a los europeos en un mundo en el que hay fuerzas, nuevas y viejas, que han decidido ir por su cuenta o poner sus propias reglas. Europa est¨¢ a tu servicio, no al rev¨¦s. Votar es asegurar que as¨ª sea.
En todos los pa¨ªses habr¨¢ candidatos que clamar¨¢n que Europa nunca es la respuesta, que Europa atenta contra nuestra identidad nacional. No creo que esto sea cierto. Hay numerosos ¨¢mbitos en los que sencillamente las naciones europeas pueden hacer m¨¢s juntas que separadas; por ejemplo, a la hora de hacer frente a los gigantes tecnol¨®gicos, asegurar nuestras fronteras exteriores, celebrar acuerdos comerciales o limpiar los oc¨¦anos de pl¨¢stico.
Hay numerosos ¨¢mbitos en los que las naciones europeas pueden hacer m¨¢s juntas que separadas
As¨ª pues, tenemos que combatir a los populistas all¨ª donde son d¨¦biles: con acciones, no con palabras; con esperanza, no con miedo; con unidad, no con divisi¨®n. Y con un plan claro para un futuro mejor, no con nostalgia de un pasado que nunca existi¨®.
Espa?a es un pa¨ªs s¨®lido, que ha sabido salir fortalecido de la crisis que vivimos en los ¨²ltimos a?os, y en donde los ciudadanos conviven de manera natural con sus distintas identidades: nacional, regional, local y tambi¨¦n europea. Ninguna de ellas es incompatible con las otras, sino que, al contrario, fortalece el ideal europeo de caminar todos juntos y unidos, sacando el m¨¢ximo partido de nuestra diversidad y apuntalando nuestros valores comunes de democracia, paz, Estado de derecho, libertad, tolerancia, pluralismo, justicia, solidaridad, respeto a los derechos humanos e igualdad entre hombres y mujeres.
Cuando fui elegido presidente de la Comisi¨®n Europea, mi mandato fue claro: centrar la atenci¨®n en las cosas que m¨¢s importan a los europeos. Y esto es exactamente lo que hemos hecho. En este momento, 240 millones de europeos tienen trabajo, cifra m¨¢s alta que nunca. El desempleo registra m¨ªnimos hist¨®ricos en este siglo. Los salarios han subido un 5,7%. Hoy contamos con nuestra propia Guardia Europea de Fronteras y Costas para ayudarnos a proteger nuestras fronteras, aunque a¨²n tenemos que culminar la labor que iniciamos en este contexto y alcanzar la cifra de 10.000 guardias de fronteras de la Uni¨®n. Hoy, cuando nos desplazamos a cualquier pa¨ªs de la Uni¨®n, podemos utilizar nuestros m¨®viles sin recargo y usar los servicios de streaming que tengamos contratados. Nuestras empresas pueden comerciar con Jap¨®n y Canad¨¢ sin pagar aranceles, gracias a los mayores acuerdos comerciales del mundo.
Pero Europa no es solo cuesti¨®n de cifras y estad¨ªsticas: lo es de valores comunes. Son Europa los 120.000 j¨®venes voluntarios que, a trav¨¦s del Cuerpo Europeo de Solidaridad, est¨¢n ayudando a reconstruir las zonas afectadas por un terremoto en Italia. Son Europa los bomberos polacos recibidos como h¨¦roes en las calles de Suecia cuando fueron a luchar contra los incendios forestales. Son Europa los 30.000 j¨®venes que viajan en tren por todo el continente gracias al programa DiscoverEU y los 10 millones de estudiantes de Erasmus que exploran nuevas culturas, historias y lenguas.
Por el camino, hemos sido sometidos a prueba de m¨²ltiples maneras. De cada una de las pruebas hemos salido m¨¢s fuertes y m¨¢s unidos. Logramos que Grecia permaneciera en el euro contra toda expectativa. Hemos reducido en un 90% el n¨²mero de personas que llegan irregularmente a nuestras costas, pese a las voces que auguraban que la crisis migratoria ser¨ªa imposible de gestionar. Y nos mantuvimos juntos cuando uno de los nuestros, el Reino Unido, decidi¨® abandonar la Uni¨®n.
Tenemos que combatir a los populistas all¨ª donde son d¨¦biles con acciones, no con palabras
Siempre se puede hacer m¨¢s y mejor. Pero todos esos desaf¨ªos han dado un nuevo impulso a nuestra Uni¨®n. Nos han recordado que nuestra Uni¨®n no puede darse por sentada, sino que exige un esfuerzo cotidiano. La opini¨®n p¨²blica no ha sido tan favorable desde hace 27 a?os. En Espa?a, el 72% cree que ser miembro de la UE es positivo y el 74% votar¨ªa por permanecer en la Uni¨®n si ma?ana hubiera un refer¨¦ndum.
Pero la construcci¨®n de Europa es un proceso continuo. No olvidemos que solo han transcurrido 30 a?os desde que cay¨® el tel¨®n de acero y el muro de Berl¨ªn qued¨® hecho a?icos. Los europeos siempre han luchado por sus derechos, sus libertades, sus valores y su soberan¨ªa. Y hoy no tiene por qu¨¦ ser distinto.
Las elecciones europeas del domingo nos brindan la oportunidad de hacer o¨ªr nuestra voz, de defender aquello en lo que creemos. Todos y cada uno de nosotros, solos ante nuestras papeletas de voto, sabemos que todos tenemos el mismo poder y la misma capacidad para influir en nuestro futuro com¨²n. Ese d¨ªa todos somos Europa. Cada uno de nosotros tiene el destino en sus manos.
Jean-Claude Juncker es presidente de la Comisi¨®n Europea.
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