Peor lo tiene la oposici¨®n
La legislatura va a ser complicada. Tal vez hasta reemplazar el vac¨ªo de ¡®Juegos de tronos¡¯
Hay una m¨¢xima can¨®nica de Andreotti, autor de tantas: ¡°El poder desgasta, sobre todo a quien no lo tiene¡±. Ayer se pudo comprobar. S¨¢nchez tiene problemas, desde luego, pero de momento se le adivinan m¨¢s problemas a la oposici¨®n. S¨¢nchez lidera el Congreso con una aritm¨¦tica ajustada pero no desesperada. La oposici¨®n, dentro y fuera de su partido, le ha hecho fuerte. En definitiva, ¨¦l ya ha experimentado ese viejo prontuario de la C¨¢mara de los Comunes brit¨¢nica: Ning¨²n Gobierno se hace s¨®lido sin una oposici¨®n temible. No va a tener una legislatura f¨¢cil, pero parece que ser¨¢ llevadera, desde luego m¨¢s llevadera que hasta ahora.
Albert Rivera tiene prisa por representar que es el l¨ªder moral de la oposici¨®n. En el estreno de la legislatura, ya ha escenificado una performance de furia patri¨®tica para visibilizar ese liderazgo del bloque de la derecha. El problema es que tiene menos diputados que el PP; y aunque la psicolog¨ªa no se ci?e a la aritm¨¦tica, en el parlamentarismo a todo lo que no est¨¦ sostenido en aritm¨¦tica se le acaba viendo el truco. "Personas que han pisoteado la dignidad de Espa?a hoy han venido a volver a humillar a los espa?oles¡ Esta C¨¢mara, se?ora presidenta, merece que nos defienda a todos los espa?oles", sobreactu¨® abusando del argumento de Espa?a en peligro. Si todos esos juramentos m¨¢s o menos chuscos, algunos incluso fuera de l¨ªmites, le parecen una amenaza para Espa?a, ?por qu¨¦ en la anterior legislatura, cuando el PP depend¨ªa de ellos, no legislaron para que se jure bajo una f¨®rmula cerrada? ?Tal vez porque ser¨ªa dudosamente constitucional para quienes se arrogan la autoridad constitucionalista?
Aunque en la prensa de derecha se haya reaccionado ante la sesi¨®n como un esc¨¢ndalo irreparable, una verg¨¹enza que humilla a Espa?a ante el mundo, incluso vaticinando que la escena saldr¨ªa en todos los telediarios del planeta como un episodio de factura norcoreana, la realidad es que apenas ha tenido el menor eco. Es posible, por el contrario, que ese esc¨¢ndalo que dicen temer no sea m¨¢s que un deseo ¨ªntimo: ver a Espa?a en el barro para nutrir su discurso. La oposici¨®n deber¨ªa cuidar el riesgo de que esto se les note demasiado. De las urnas del 28-A les quedan algunas lecciones por repasar para afrontar esta legislatura con mayor solvencia y m¨¢s ¨¦xito.
Casado ha optado inteligentemente por aguardar al domingo para sintonizar mejor su fuerza. De momento evit¨® un dueto con Rivera, a quien espera que las urnas devuelvan al plano de actor secundario. Claro que si el domingo los resultados fallan, quiz¨¢ oiga en G¨¦nova algo de ruido de sables, al menos el rumor de las cuchillas afil¨¢ndose. De momento tener que repetir constantemente que sus antecesores perdieron hasta dos veces le debilita. Sea como sea, Casado evitar¨¢ caer en la melancol¨ªa de dirigir un grupo parlamentario de 66 esca?os; y con eso ejercer¨¢ la condici¨®n de segunda fuerza. O fuercilla, seg¨²n las iron¨ªas que ellos le despachaban a S¨¢nchez al caer a 84 y que ahora tanto les pesan.
El independentismo ha exhibido en el Congreso un amplio cat¨¢logo de sus contradicciones. El espect¨¢culo de cara a la galer¨ªa, m¨¢s cercano al onanismo propagand¨ªstico que a ninguna satisfacci¨®n real, result¨® bald¨ªo; e incluso la r¨¦plica de Vox, tanto en el ruido como en el ¡°por Espa?a¡± como juramentados de Covadonga, solo enfatizaba la vaciedad ret¨®rica de quienes tensan la normalidad. En definitiva, estaban en el Congreso de Espa?a, donde reside la soberan¨ªa nacional, y lo hac¨ªan como diputados espa?oles, tras concurrir a las elecciones generales... Lo del "imperativo legal" es, incluso, el extremo de lo rid¨ªculo. ?Pues claro! No se les pide que amen la tortilla de patatas o que celebren los goles del Madrid, solo que acepten el imperativo legal para todos los ciudadanos en un Estado de derecho. Es lo que no hicieron el 1-O y por eso se les juzga.
La legislatura va a ser complicada. Tal vez hasta reemplazar el vac¨ªo de Juegos de tronos, ahora que los fans de ese gran teatro de poder, traiciones, deseos y venganzas, han quedado hu¨¦rfanos. Desde luego en las sesiones de control van a tener buena ficci¨®n del g¨¦nero. Pero no hay que confundir teatralidad con dramatizar en exceso. Ni este es un Estado opresor ni Espa?a se vende ni hay que reconquistar Espa?a. Algo de normalidad estar¨ªa bien. El Gobierno tiene margen para la estabilidad, y a la oposici¨®n plural no le faltar¨¢n argumentos.
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