Es la hora del feminismo

La campa?a de las elecciones europeas ya est¨¢ en su apogeo. En pocos d¨ªas nos vamos a jugar mucho: no solo la composici¨®n del Parlamento Europeo, sino tambi¨¦n el alma de Europa. Los y las socialistas y socialdem¨®cratas europeos tenemos motivos para la esperanza. La reciente victoria del PSOE en Espa?a, que ha permitido que el partido crezca hasta convertirse en el mayoritario en el Parlamento espa?ol, nos ha dado un renovado impulso. Y lo que es m¨¢s, llegamos a las elecciones europeas centrados en una de las ideas que ha sido tambi¨¦n el coraz¨®n de la campa?a electoral del PSOE: EL FEMINISMO.

El presidente del Gobierno de Espa?a, Pedro S¨¢nchez, que nombr¨® el primer Gobierno con mayor¨ªa femenina en su pa¨ªs y con mayor n¨²mero de mujeres entre los Estados miembros, ha hecho campa?a electoral defendiendo una Espa?a feminista. Una Espa?a que cree, forja y lucha por la igualdad de g¨¦nero en las esferas social, econ¨®mica y pol¨ªtica. Y ha resultado ser una campa?a exitosa.

M¨¢s informaci¨®n

Los temas clave

Tribuna | Votar s¨ª que importa; por Jean-Claude Juncker

Ahora, el candidato com¨²n del Partido de los Socialistas Europeos (PES), Frans Timmermans, que de manera orgullosa se reconoce feminista, tambi¨¦n pone el mismo ¨¦nfasis en el coraz¨®n de su campa?a: feminismo.

A pesar de que Europa durante mucho tiempo ha ejercido el liderazgo por la igualdad de g¨¦nero y los derechos de las mujeres, la desigualdad contin¨²a y los progresos alcanzados se ven amenazados por el resurgir de la extrema derecha populista. Debemos seguir luchando por la igualdad. No podemos permitir ni un paso atr¨¢s.

Una de las principales prioridades de una Comisi¨®n presidida por Frans Timmermans, as¨ª como del PES y de PES Women, es acabar con la brecha salarial de g¨¦nero. El 27 de febrero de este mismo a?o se celebr¨® el D¨ªa Europeo de la Igualdad Salarial, elegido por ser el momento en el que las mujeres llegar¨ªan al mismo nivel de remuneraci¨®n que los hombres respecto de los ingresos que deber¨ªan haber recibido el a?o anterior. Es decir, para poder llegar a ganar lo mismo que sus compa?eros varones, las mujeres europeas tienen que trabajar 58 d¨ªas m¨¢s, un 16% m¨¢s. Esto se debe a que la media de brecha salarial en la Uni¨®n Europea, esto es, la diferencia entre los salarios medios de mujeres y hombres, es del 16,2%. En algunos pa¨ªses llega hasta el 22%.

Incluso el hecho de que en algunos pa¨ªses la brecha salarial sea menor, puede deberse en ocasiones a que haya menos mujeres en el mercado de trabajo, lo que distorsiona los c¨¢lculos y presenta una falsa imagen. En realidad, la brecha de g¨¦nero no es solo un problema de salarios desiguales, sino que incluye otras desigualdades en el mercado de trabajo: ocupaci¨®n a tiempo completo o a tiempo parcial; el volumen de trabajo no remunerado que se espera de hombres y mujeres; la presencia de mujeres en posiciones de responsabilidad; los sectores feminizados con baja remuneraci¨®n, mientras que hay una masculinizaci¨®n de los puestos con mayor remuneraci¨®n¡­ Y tenemos que resolver todo esto ya, porque cuando las mujeres se quedan atr¨¢s, les resulta muy dif¨ªcil poder recuperar terreno: as¨ª, la media comunitaria de la brecha en las pensiones entre mujeres y hombres es del 37,5%, lo que sit¨²a a las mujeres en mayor riesgo de pobreza en su jubilaci¨®n.

La desigualdad contin¨²a y los progresos alcanzados se ven amenazados por el resurgir de la extrema derecha populista

Las mujeres merecen m¨¢s, la brecha salarial es inaceptable. Pero hasta el momento se han presentado pocas propuestas en el ¨¢mbito de la Uni¨®n Europea. Sin embargo, los y las socialistas y socialdem¨®cratas durante a?os hemos pedido que se identificaran objetivos, de manera que se pudiera supervisar a los Estados miembros a trav¨¦s de auditor¨ªas de la brecha salarial. Debemos establecer como objetivo reducir la brecha salarial un 2% cada a?o, en cada Estado miembro y en cada grupo de edad. Queremos introducir mecanismos de transparencia de las tablas salariales para evaluar la brecha de g¨¦nero, como ha hecho B¨¦lgica desde 2012. Esta ley exige informes anuales a las compa?¨ªas acerca del proceso y las acciones para reducir la brecha de g¨¦nero. Finalmente, queremos establecer sanciones claras y disuasorias para los casos de incumplimiento de esos objetivos por parte de los Estados miembros.

Se han hecho progresos respecto de la igualdad de g¨¦nero. La recientemente adoptada directiva sobre conciliaci¨®n de la vida personal y profesional garantiza a cada mujer el derecho a una carrera profesional, al igual que garantiza a cada hombre el derecho a cuidar de sus hijos y a las personas dependientes. Pero para hacer esto efectivo, es necesario garantizar servicios de cuidados asequibles y de calidad, tanto para hijos e hijas desde el nacimiento hasta la edad escolar, como ha hecho el Gobierno socialista de Malta garantizando la educaci¨®n infantil gratuita universal, y tambi¨¦n servicios de cuidado para las personas dependientes; solo as¨ª se podr¨¢ facilitar de manera efectiva la decisi¨®n de cada mujer que quiera entrar y permanecer en el mercado laboral. Tenemos que asegurarnos de que el empleo de las mujeres no sea precario y de que no se vean obligadas a la precariedad: las mujeres deben poder elegir qu¨¦ tipo de trabajo quieren en igualdad de condiciones y libres de acoso y de discriminaci¨®n.

Como ha dicho Frans Timmermans, en el siglo XXI necesitamos un mercado de trabajo del siglo XXI para todas las mujeres y todos los hombres. Para hacerlo, como ministras de Igualdad, apoyamos al candidato com¨²n del Partido Socialista Europeo en su plan para eliminar la brecha salarial de g¨¦nero como presidente de la Comisi¨®n Europea. Es un candidato progresista. Es un candidato feminista. Y solo el feminismo puede garantizar que las mujeres europeas alcancen la igualdad que merecen, porque tienen todo el derecho a ello.

Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad en funciones de Espa?a.Franziska Giffey, ministra federal de Familia, Tercera Edad, Mujeres y Juventud de Alemania.Helena Dalli, ministra de Asuntos Europeos y de Igualdad de Malta.