Eugenia Silva y la complicidad en femenino del nacimiento de san Juan Bautista
La idea era invitar a 10 personajes de distinto y distinguido pedigr¨ª, colarlos en el Prado y dejarlos solos con su obra favorita ¡ªde noche y con el museo desierto¡ª y que luego contaran la experiencia. La intenci¨®n final: contrastar esa forma inhabitual de contemplar el arte, solitaria y serena, con el ruido y la furia del tumulto contempor¨¢neo en los museos. Unos lloraron, otras se extasiaron, todos disfrutaron. En un tiempo de prisa y multitud, este es el resultado de una de esas noches tranquilas con Eugenia Silva.
NO FUE F?CIL elegir esta obra, una de las que m¨¢s me llegan en el Prado. Al principio pens¨¦ en Las Meninas, tambi¨¦n en alguna de Goya, pero por m¨¢s que le daba vueltas sent¨ªa que todas esas pinturas las admiraba por lo que significaban para el arte y no por lo que significaban para m¨ª. As¨ª que me decante por la emoci¨®n y decid¨ª elegir a Artemisia.
¡ª Artemisia no solo fue, y es, un referente notable del caravaggismo, sino tambi¨¦n una mujer muy adelantada a su tiempo. Artemisia representa muchas cosas que admiro en las personas.
"Artemisia entend¨ªa bien lo que era ser mujer, que no es ser una sola cosa: algo con lo que a veces hoy estamos confundidos"
¡ª Aprendi¨® de su padre, pero supo desarrollar su propio estilo. Viaj¨® mucho por Italia y vivi¨® en Londres movida por su amor a la pintura. Artemisia es reconocida hoy, pero tambi¨¦n lo fue en su tiempo, a diferencia de muchos artistas como Van Gogh, que han alcanzado valor despu¨¦s de su muerte. Ella contaba con un grupo de clientes nacionales e internacionales, como Cosme II de M¨¦dici o Carlos I de Inglaterra, que fueron tambi¨¦n mecenas suyos. Era una artista con gran dominio de la t¨¦cnica que escond¨ªa en su trabajo un gran sentido pol¨ªtico. Artemisia tambi¨¦n estuvo vinculada al mundo institucional, siendo la primera mujer miembro de la Academia del Arte del Dise?o en Florencia.
¡ª Lo que m¨¢s me gusta de esta obra, una escena costumbrista en la que un grupo de mujeres est¨¢ lavando a un ni?o despu¨¦s de su nacimiento, es la complicidad entre ellas, c¨®mo se apoyan poniendo en pr¨¢ctica los conocimientos que se hab¨ªan transmitido de generaci¨®n en generaci¨®n y de los que hoy tan poco queda. En esta obra, Artemisia toca una escena muy maternal en contraste con otras de sus obras en las que se muestran actos de valent¨ªa femenina. Artemisia entend¨ªa bien lo que era ser mujer, que no es ser una sola cosa, algo con lo que a veces hoy, me parece, estamos un poco confundidos.