La noche que dieron la vuelta a ¡®Las meninas¡¯
El Museo del Prado somete al cuadro de Vel¨¢zquez a un an¨¢lisis t¨¦cnico, el primero desde 1984
La infanta Margarita, hija de Felipe IV, y Vel¨¢zquez, el mism¨ªsimo pintor del rey, pasaron parte de la noche del 2 de julio de cara a la pared. No, no es un castigo de vieja escuela, es la manera en la que empieza el v¨ªdeo en el que el Museo del Prado muestra el estudio t¨¦cnico que le acaba de realizar a su obra m¨¢s emblem¨¢tica,?Las meninas,?pintada en 1656 por el artista que se autorretrat¨® en el lienzo.
Mucho se ha fantaseado sobre lo que ocurre en los museos cuando cierran y se quedan vac¨ªos, pero la realidad demuestra que dentro el personal contin¨²a trabajando. Como ocurri¨® la tarde-noche del primer lunes de este mes, cuando los visitantes de la sala 12 del Prado ¨Ccomo poco suele haber una veintena delante de Las meninas¨C?y del resto de espacios y galer¨ªas abandonaron la pinacoteca. A partir de ese momento, el equipo del Servicio de Documentaci¨®n T¨¦cnica y Laboratorio someti¨® al cuadro a m¨¢s de cinco horas de an¨¢lisis milim¨¦tricamente planificadas desde hac¨ªa meses.
Aunque la actividad a museo cerrado entra dentro de lo habitual en estos centros, un m¨ªnimo movimiento de Las meninas forma parte de lo excepcional, casi de lo hist¨®rico. Es una obra que no se presta. Forma parte de las colecciones del Prado desde que se abri¨® al p¨²blico en 1819 y solo durante la Guerra Civil la infanta Margarita y sus meninas salieron de all¨ª para ponerse a salvo en Ginebra. El no mover esta pintura se lleva a tal extremo que ni para la exposici¨®n que el mismo museo organiz¨® en 2013,?Vel¨¢zquez y la familia de Felipe IV,?se la cambi¨® de sala.
Otro asunto es que el movimiento sea en beneficio de Las meninas, como el actual o el que se realiz¨® en 1984, cuando se llev¨® a cabo el primer estudio t¨¦cnico para su restauraci¨®n. Mucha de la tecnolog¨ªa de hace 34 a?os se ha quedado obsoleta, se le han repetido las radiograf¨ªas y adem¨¢s se han realizados reflectograf¨ªas infrarrojas, algo que en aquel momento no se hizo. Los resultados de estas pruebas mostrar¨¢n lo que el ojo humano no ve pero quiz¨¢ Vel¨¢zquez dej¨® escondido entre sus pinceladas. Las conclusiones de este trabajo, tambi¨¦n se han realizado an¨¢lisis qu¨ªmicos de los pigmentos, permitir¨¢ conocer con m¨¢s precisi¨®n esta obra y formar¨¢n parte del cat¨¢logo razonado Vel¨¢zquez y su escuela en el Museo del Prado, proyecto dirigido por Javier Port¨²s, jefe del Departamento de Pintura Espa?ola (hasta 1700).
Las cinco horas que Las meninas estuvo descolgado no eran demasiadas para todas las labores que planearon realizar, por lo que todos los equipos ten¨ªan que estar sincronizados para que no hubiera ratos muertos. No se perdi¨® tiempo en desplazamientos ya que el cuadro no sali¨® de la sala que preside. As¨ª, los retratos de Felipe IV y su familia, realizados por Vel¨¢zquez, fueron testigos desde sus paredes de las labores realizadas, como la limpieza del marco de 1928 que se quit¨® para limpiarlo por aspiraci¨®n y brocha y al que se le sustituyeron los clavos que le sujetaban al bastidor, colocados en 1984, por una pletinas met¨¢licas m¨¢s modernas y flexibles.
Jaime Garc¨ªa-M¨¢iquez, uno de los especialistas que forma parte del servicio que coordin¨® el trabajo, asegur¨® a este peri¨®dico que la limpieza ¡°no tuvo demasiado misterio. Todas las pinturas que no tienen trasera acumulan inevitablemente polvo. Era un problema menor, pero no le volver¨¢ a ocurrir¡±. El motivo por el que esta acumulaci¨®n de suciedad no se repetir¨¢ es porque se le ha colocado en el reverso un panel transparente de policarbonato que permite controlar la parte de atr¨¢s del cuadro y adem¨¢s lo protege de leves vibraciones o de alg¨²n excepcional golpe accidental.
Entre los 34 a?os que separan los dos an¨¢lisis de este vel¨¢zquez, ha habido un movimiento m¨¢s de Las meninas, en 2010, confirma Garc¨ªa-M¨¢iquez; pero como en esta ocasi¨®n no se alej¨® mucho de la pared de la que cuelga. ¡°Apenas unos metros¡±, asegura el experto.
Las noches de los museos dan mucho de s¨ª, tan pronto Beyonc¨¦ y Jay-Z graban un videoclip en el Louvre como el Prado le hace un estudio a su obra m¨¢s se?era. Mientras los equipos de limpieza, de seguridad o los encargados de los movimientos de las piezas trabajan d¨ªa a d¨ªa o noche a noche, cuando nadie les ve. A la ma?ana siguiente, como ocurri¨® el 3 de julio, todo est¨¢ en su sitio y Vel¨¢zquez y la infanta Margarita vuelven a mirar al espectador como si no hubiera ocurrido nada.
Babelia
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