La hora del acuerdo

Las ¨²ltimas elecciones, con un mes de diferencia, nos han dejado muchas incertidumbres pero tambi¨¦n algo n¨ªtido y perentorio: los problemas de Espa?a no pueden esperar. Cuestiones como el asunto territorial, el envejecimiento de la poblaci¨®n, el futuro de las pensiones, la reforma y mejora de la educaci¨®n, la financiaci¨®n de la sanidad p¨²blica, el empobrecimiento de los j¨®venes, el acceso de la mujer en igualdad de condiciones a los puestos de trabajo y a su seguridad, el papel de Espa?a dentro de la convulsa Europa... Todo lo anterior tiene que impulsar a los nuevos gobernantes tanto de municipios, comunidades o Estado a afrontar con valent¨ªa los retos que los ciudadanos piden en estos cuatro a?os. Saldremos ganando todos.

Enrique Ocampo Salas. Plasencia (C¨¢ceres)

Ya han finalizado las elecciones, ahora toca lo m¨¢s dif¨ªcil: gobernar. Los vencedores, o los partidos que sumando sus esca?os pueden dar una mayor¨ªa absoluta, deber¨¢n pactar para entretejer mayor¨ªas en la instituci¨®n correspondiente.

Los ciudadanos han ejercido la democracia y han votado por aquellos l¨ªderes o partidos que consideran pueden hacerlo mejor. Combinados y mezclados los partidos, han de reunirse y poner en com¨²n los objetivos y metas que pretenden alcanzar en la legislatura presente. Los perdedores tienen un trabajo harto dif¨ªcil: poner todas las trabas posibles a aquellas propuestas que consideran negativas y perjudiciales. Comienza la guerra de guerrillas en los hemiciclos, salones de pleno y despachos institucionales. Tengamos en cuenta que ahora es cuando de verdad comienza en la ciudadan¨ªa la revisi¨®n y evaluaci¨®n de comprobar si se cumplen todas aquellas promesas que los elegidos y a d¨ªa de hoy gobernantes presentaron para alcanzar su puesto.

Juan Carlos Audikana Hueda. Vitoria-Gasteiz

El problema no es que en Madrid haya ganado la derecha. La alternancia en el poder es, adem¨¢s de leg¨ªtima, muy saludable, para evitar la endogamia, la corrupci¨®n y el solipsismo. El problema es que ha ganado una derecha dispuesta a vender su alma al diablo con tal de lograr el poder. Por su parte, la izquierda deber¨¢ hacer algo m¨¢s que lamerse las heridas y recurrir al manido ¡°y t¨² m¨¢s¡±. La desuni¨®n interna, el choque de egos y la incapacidad para ilusionar han sido claves.

Juan Fern¨¢ndez S¨¢nchez. Madrid