Negras sombras
Parece que las lecciones de la Historia con may¨²sculas se han olvidado por parte de muchos o sencillamente se desprecian
Ombre negre (Sombras negras) titulaba en portada a cinco columnas el diario italiano La Repubblica su edici¨®n del pasado lunes mostrando su preocupaci¨®n por el espectacular avance en las elecciones europeas de la ultraderechista Lega de Matteo Salvini, que doblaba su representaci¨®n respecto a las generales de hace un a?o, a lo que hab¨ªa que sumar los cinco diputados obtenidos por los neofascistas de Fratelli d¡¯Italia. En total, la mitad de los eurodiputados italianos son de extrema derecha, lo que justifica el titular de La Repubblica y m¨¢s en un pa¨ªs con un pasado como el de Italia.
La implosi¨®n de la extrema derecha italiana coincide con las de otros pa¨ªses (en Francia, por primera vez, la ultraderechista Marine Le Pen vence a Macron en una cita electoral), cuya representaci¨®n conjunta en Europa adquiere ya caracteres m¨¢s que anecd¨®ticos. Polonia, Hungr¨ªa, Austria, la propia B¨¦lgica ¡ªsede de las instituciones europeas¡ª y, por supuesto, el Reino Unido del Brexit han visto surgir en su seno movimientos nacionalistas antieuropeos cada vez m¨¢s fuertes y desacomplejados. Algo est¨¢ ocurriendo en Europa que nada tiene que ver con su reciente historia, al rev¨¦s: evoca ¨¦pocas anteriores de ingrato y negro recuerdo. Parece que las lecciones de la Historia con may¨²sculas se han olvidado por parte de muchos o sencillamente se desprecian.
Por fortuna, hay pa¨ªses como Espa?a o Portugal en los que la irrupci¨®n de una extrema derecha nacionalista y antieuropea es menos significativa, si bien ya haya aflorado y comienza a expandirse poco a poco. Las sombras son menos negras, pero no por ello podemos estar tranquilos, habida cuenta tambi¨¦n de nuestros antecedentes. La negra sombra de Rosal¨ªa de Castro (¡°Cuando penso que te fuches,?/ negra sombra que me asombras¡¡±) sigue flotando sobre nosotros y, como nos descuidemos, puede volver a asombrarnos como en su poema: ¡°En todo est¨¢s e ti es todo,?/ pra min i en min mesma moras,?/ nin me abandonar¨¢s nunca,?/ sombra que sempre me asombras (En todo est¨¢s y t¨² eres todo,?/ para m¨ª y en m¨ª misma moras,?/ no me abandonar¨¢s nunca,?/ sombra que siempre me asombras)¡±.
Se dice que la inmigraci¨®n y las pol¨ªticas de austeridad impuestas en estos a?os desde la Uni¨®n Europea para superar la crisis econ¨®mica son las causantes de este fen¨®meno que recuerda al surgimiento de los partidos fascistas en la primera mitad del pasado siglo. Cualquiera que revise la historia de Europa en ese tiempo encontrar¨¢ muchas semejanzas entre las negras sombras de hoy y las de entonces. As¨ª que nada de tomarlo a broma. Cuando Matteo Salvini (con un rosario en la mano) o el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n hablan de blindar Europa, como cuando Santiago Abascal en Espa?a habla de la Reconquista, lo que est¨¢n diciendo es que en ellas no caben otras visiones que las suyas, que impondr¨¢n a todos en cuanto puedan, si es que alguna vez consiguen el poder. El asombro que sus declaraciones provocan ahora en muchas personas dejar¨¢ paso al ensombrecimiento que sobre Europa caer¨¢ si siguen creciendo. Los versos de Rosal¨ªa suenan, a este respecto, prof¨¦ticos. Cuando la poeta gallega se lamenta en ellos de que la asombra la negra sombra (para unos el dolor, la melancol¨ªa o la muerte para otros) est¨¢ diciendo que la ensombrece, no que le sorprende verla de vuelta en su alma de nuevo. Del asombro al ensombrecimiento hay un muy corto camino, el que en Italia los italianos ya han recorrido, como antes los h¨²ngaros o los austriacos en sus pa¨ªses, y que a todos nos deber¨ªa poner en guardia de un lado a otro de Europa.
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