Prescriptores de mejoras

La directora de EL PA?S, Soledad Gallego-D¨ªaz, recibi¨® el pasado jueves a un grupo de suscriptores del diario en la redacci¨®n. Algunos era la primera vez que acud¨ªan; otros, cumpl¨ªan con una promesa de hace siete meses de volver a verse con la directora para evaluar los aciertos y errores del diario despu¨¦s de sus recomendaciones. Juntos debatieron puntos flacos y tambi¨¦n fuertes del trabajo de EL PA?S.

Cuando tuvo lugar la primera cita, todos ellos eran lectores que hab¨ªan cancelado su suscripci¨®n. Tras aquel primer encuentro en el que pusieron sobre la mesa lo que les gustaba y no del devenir del diario en los ¨²ltimos a?os, renovaron su compromiso con el peri¨®dico. Como record¨® Gallego-D¨ªaz, entonces se les explic¨® que la intenci¨®n del diario era ¡°reafirmar su identidad, que no hubiese dudas de que se estaba leyendo EL PA?S de toda la vida, pero abri¨¦ndolo a las opiniones de diferentes voces¡±. Esto implica recoger posturas que en ocasiones se alejan del ADN progresista del peri¨®dico, pero que son necesarias para configurar la imagen completa del cuadro.

Esta idea se traslad¨® a un debate sobre la Uni¨®n Europea, debido a las recientes elecciones, la posici¨®n de Espa?a respecto a la misma y el papel que desempe?a el peri¨®dico en todo ello. La declaraci¨®n de principios fundacionales de EL PA?S recoge que el diario promover¨¢ y apoyar¨¢ iniciativas de integraci¨®n europea, lo que no quiere decir que no critique aquellos aspectos que considere necesarios, como matiz¨® la directora. Esta postura ha quedado reflejada en la ¨²ltima cobertura de las elecciones europeas, con reportajes sobre diferentes ciudades de la Uni¨®n y sus problem¨¢ticas que, como se?al¨® una de las suscriptoras, no son tan diferentes de las espa?olas. El grupo convino en la importancia de mantener la atenci¨®n informativa en estos aspectos porque solo as¨ª se consigue crear el sentimiento de comunidad que puede mantener unida a Europa.

En este sentido, se abri¨® un campo de discusi¨®n: ?qu¨¦ papel tiene el peri¨®dico en terrenos que van m¨¢s all¨¢ de la informaci¨®n y pasan a la divulgaci¨®n? Mientras algunos lectores apostaron por crear espacios de estilo acad¨¦mico, Gallego-D¨ªaz explic¨® que el peri¨®dico intenta hacerlo a trav¨¦s de historias. ¡°Aunque somos conscientes de que bajamos la atenci¨®n una vez pasan las elecciones, intentamos mantenerla¡±, subray¨®.

Este trabajo divulgativo se exprime en los temas de ciencia, por los que EL PA?S apuesta cada vez m¨¢s, especialmente desde su secci¨®n Materia. Stefan Walter (35 a?os) suscriptor y cient¨ªfico lament¨® que en ocasiones ese af¨¢n vaya en detrimento del rigor, que acaba deturpando el mensaje. La directora invit¨® al grupo a ponerse en contacto con el diario siempre que eso ocurra para ayudar a mejorarlo y enfatiz¨® la intenci¨®n del peri¨®dico de ser ¡°muy cuidadoso¡±. Para ello, la redacci¨®n cuenta, adem¨¢s de con periodistas, con expertos en otros campos, como la f¨ªsica, la medicina o el derecho. Adriana Sahag¨²n (26 a?os) pidi¨® que no solo se hiciese un esfuerzo para simplificar mensajes complejos, sino tambi¨¦n en el sentido inverso, para atraer a los lectores a conocer m¨¢s y mejor campos tradicionalmente menos populares, como lo ha sido hasta hace poco la ciencia, restringida a publicaciones especializadas.

En su aspiraci¨®n de contar el mundo, EL PA?S presta especial atenci¨®n a la informaci¨®n sobre los cambios en el clima, el trabajo y la tecnolog¨ªa. Esta ambici¨®n se la agradecieron algunos de los suscriptores, que describieron al peri¨®dico como un espacio de consulta para entender los r¨¢pidos avances de estos y otros campos. De igual manera, destacaron el tono ¡°respetuoso¡± de las tribunas de Opini¨®n y los editoriales, en los que tambi¨¦n encuentran una explicaci¨®n a la actualidad y se sienten ¡°reivindicados¡± como agentes cr¨ªticos.