Igualdad

Cerca de 300.000 alumnos de bachillerato se presentar¨¢n a las pruebas de evaluaci¨®n de acceso a la universidad (Evau), la antigua Selectividad, que ayer comenzaron en Castilla-La Mancha y que en los pr¨®ximos d¨ªas se ir¨¢n celebrando en el resto de las comunidades con contenidos y fechas diferentes. Este es precisamente el tal¨®n de Aquiles de una prueba que en t¨¦rminos generales cumple su funci¨®n de acreditar la preparaci¨®n de los alumnos para acceder a los estudios superiores. El hecho de que conste de 17 ex¨¢menes con contenidos distintos y criterios de correcci¨®n diferentes impide que se garantice la igualdad de oportunidades.

En 2018 aprobaron el examen el 93,29% de los alumnos en la convocatoria ordinaria de junio y el 75,4% de los que se presentaron en la extraordinaria de septiembre. El problema que se discute no se refiere al grado de preparaci¨®n con el que llegan al examen, sino al hecho de que, al ser distintas las pruebas y los criterios de correcci¨®n, no hay garant¨ªa de que los resultados reflejen objetivamente la variabilidad en la preparaci¨®n de los aspirantes. La prueba eval¨²a cuatro materias troncales que punt¨²an de 0 a 10, m¨¢s un examen de la lengua cooficial en las comunidades donde la hay. Los alumnos tienen la oportunidad de presentarse a otras dos materias optativas del bachillerato que han elegido, con las que pueden intentar acercarse a la nota m¨¢xima de 14 puntos, algo imprescindible para acceder a las carreras m¨¢s demandadas.

La nota de ese examen representa el 40% de la calificaci¨®n final que computa para el acceso a la universidad. El otro 60% corresponde a la nota dada por el centro donde se ha cursado bachiller. El resultado final ser¨¢ determinante para poder acceder a la carrera elegida. Todos los estudios tienen una calificaci¨®n m¨ªnima de acceso que depende de la relaci¨®n entre las plazas disponibles y el n¨²mero de estudiantes que demandan esos estudios. Cuanta m¨¢s demanda, m¨¢s alta es la nota m¨ªnima que se exige para poder acceder a ellos.

Dado que esa calificaci¨®n final obtenida en cada comunidad habilita para acceder a cualquier universidad de Espa?a, puede ocurrir que un alumno que ha obtenido buena nota en un examen menos exigente o en el que se han aplicado criterios m¨¢s laxos de calificaci¨®n pase por delante de otros que han tenido un examen o una correcci¨®n m¨¢s rigurosos. Una d¨¦cima de diferencia puede ser determinante para poder acceder a carreras que tienen notas de corte muy altas, como Matem¨¢ticas o Medicina.

Resulta dif¨ªcil determinar si un examen es mucho m¨¢s f¨¢cil que otro, aunque en los an¨¢lisis que se han hecho se han constatado importantes diferencias. Pero lo que no parece l¨®gico es que en una misma asignatura, por ejemplo la de Lengua y Literatura Espa?ola, en Canarias hubiera en 2017 un 32,1% de sobresalientes y en Baleares apenas un 2,2%. Semejante diferencia solo puede explicarse por criterios diferentes sobre qu¨¦ debe ser considerado sobresaliente.

Esta es la raz¨®n por la que deber¨ªa revisarse el modelo vigente y consensuar un examen ¨²nico para toda Espa?a en las materias comunes y troncales, sin menoscabo de los elementos espec¨ªficos que la ley reconoce a las diferentes comunidades aut¨®nomas. Deber¨ªa aprovecharse adem¨¢s el debate para plantear otras mejoras, como un modelo de examen que permita evaluar las competencias de los alumnos y no solo sus conocimientos.