C. Tangana, viaje al fin de la noche en Los ?ngeles
Esta es la cr¨®nica de un periplo por Los ?ngeles junto a Ant¨®n ?lvarez Alfaro, alias C. Tangana. El ¨ªdolo de la m¨²sica urbana hecha en Espa?a lleg¨® a la cima tras varios fracasos y una retirada. Renaci¨® como una estrella que impone su ley en el mercado latino. Ahora lucha por consolidar desde este rinc¨®n de California su huella en Estados Unidos. Entre descapotables, fiestas y resacas, seguimos sus pasos y los de sus camaradas al asalto a la ciudad de los sue?os.
¡°Es un veneno que llevo dentro, en la sangre metido¡±
Un veneno
Una noche reciente en Hollywood, el cantante C. Tangana ten¨ªa reservada una gran mesa en El Floridita para una docena de comensales al borde de la pista de baile que preside este divertido restaurante con m¨²sica en vivo de Los ?ngeles. La temperatura en la calle, como suele ser habitual en la ciudad m¨¢s poblada del Estado de California, era c¨¢lida y concupiscente. Mientras la banda afinaba los instrumentos, Tangana y varios de sus acompa?antes, espa?oles residentes en Los ?ngeles y otros venidos desde Madrid, sal¨ªan a fumar algo, matando el tiempo antes de la cena. Cuando los platos de churrasco a la brasa y de ropa vieja con verduras asadas empezaron a llegar a la mesa, la tropa de veintea?eros embriagados de ilusiones art¨ªsticas tom¨® asiento junto a la pista coronada por una refulgente bola de espejos. En el escenario, sobre el que colgaban pesadas cortinas rojas, el bajista lanzaba unos acordes previos a la descarga con el cuerpo de cinco percusionistas, alineados junto al teclista y los tres instrumentistas de viento. Cerveza en mano, vestido con vaqueros negros y jersey a juego con estampados de flores, ostensibles joyas que son amuletos ¡ªanillos y cadenas de oro colgando del cuello, esclava en la mu?eca derecha y Rolex de acero, oro y diamantes en la izquierda¡ª, Tangana levant¨® la mirada hacia el extremo contrario de la pista. All¨ª divis¨® a un caballero corpulento de pelo blanco y cuidada perilla negra, enfundado en traje azul con camisa celeste, corbata a juego y zapatos lustrosos, que apoyaba el codo derecho en una concurrida mesa mientras contemplaba en silencio a la banda y parec¨ªa sacado de una pel¨ªcula de Scorsese.
¡ªYa ver¨¢s la que l¨ªa ese t¨ªo cuando suene la m¨²sica y salga a bailar¡ª dijo Tangana.
A su alrededor, compartiendo platos, cervezas y daiquiris, hab¨ªa comensales como ?lvaro Santos Bacana, realizador que vive en West Hollywood desde hace cuatro a?os con su pareja, la periodista y estilista Mar¨ªa Estrada. Tambi¨¦n estaba all¨ª Mariano Schoendorff, otro realizador afincado en Los ?ngeles; Roger Gonz¨¢lez, tambi¨¦n conocido como Rogelio, cineasta, patinador y cofundador del colectivo de skaters Sevenmad en Madrid, muy ligado a Santos Bacana y al que suele venir a visitar a menudo, y ?lex Turri¨®n, estilista personal de Tangana, que luce brazos tatuados y el cabello pintado de rojo. De una u otra forma, todos est¨¢n ligados a Little Spain. Un sue?o concebido por Santos Bacana para aglutinar a un grupo de espa?oles expatriados en Los ?ngeles que tratan de abrirse paso aqu¨ª con su talento. Entre los integrantes de esta comunidad de mileniales intr¨¦pidos hay productores, estilistas, directores de fotograf¨ªa, dise?adores, cineastas¡ Junto a otros que no estaban aquella noche reciente en El Floridita de Hollywood, varios miembros del colectivo rodaron en este mismo local exuberantes planos del videoclip Un veneno. M¨¢s all¨¢ de la pol¨¦mica que provoc¨® la presentaci¨®n de la canci¨®n en el programa Operaci¨®n Triunfo, de donde Tangana se march¨® tras actuar sin conceder declaraciones, el lanzamiento del v¨ªdeo hace meses supuso la carta de amor del cantante y sus compinches de Little Spain a las huellas latinas de Los ?ngeles.
En efecto, cuando la banda arranc¨® la descarga de tumbaos, el tipo que parec¨ªa sacado de una pel¨ªcula de Scorsese la lio en la pista de baile. Pero su intervenci¨®n no fue m¨¢s espectacular que la de una pareja formada por un sesent¨®n con hechuras de exmarine y bigotillo moreno abrazado a una joven despampanante ataviada con vestido negro y tacones a juego. Los dos dejaron claro qui¨¦n manejaba el cotarro en El Floridita. Parec¨ªa como si el videoclip de Un veneno se hubiera hecho carne, entre el sudor de la noche y la banda cantando a ritmo de fuego: ¡°?Qui¨¦n te dijo a ti que yo me enamor¨¦¡?¡±.
Horas antes de aquella velada, en los jardines del c¨¦lebre hotel hollywoodiense Chateau Marmont, donde tambi¨¦n se rodaron planos de Un veneno, Tangana reflexionaba ante un Macallan con hielo sobre su enamoramiento con Los ?ngeles y con estos compatriotas de Little Spain a los que cada vez visita con m¨¢s frecuencia.
¡ªA Los ?ngeles tengo que venir a vivir esto que me est¨¢ pasando. Grabar v¨ªdeos aqu¨ª. Hacer canciones aqu¨ª. Enamorarme aqu¨ª. Que tengan que venir aqu¨ª pa verme¡ No s¨¦ si me imagino vivir en alg¨²n sitio ya, pero yo apagar¨ªa el m¨®vil y me quedar¨ªa aqu¨ª.
¡ªSin embargo, de un tiempo a esta parte se hace llamar El Madrile?o.
¡ªMadrid me aporta todo. Me gusta el papel que desempe?a lo castizo en la cultura espa?ola. La chuler¨ªa madrile?a, la determinaci¨®n, el sentimiento de acogida¡ Ahora me quiero ir de Madrid, con independencia de este enamoramiento con Los ?ngeles, porque siempre he vivido all¨ª. Y necesito cosas nuevas. Alimentar mi cerebro, mi ojo, mi o¨ªdo. Cuando entend¨ª esto, cuando quise irme, fue cuando me puse El Madrile?o.
¡°Y si parezco un hijoputa, qu¨¦ le voy a hacer¡±
Para repartir
Tangana hab¨ªa llegado un par de noches antes a Los ?ngeles, donde hizo una parada de tres d¨ªas previa a la gala de los Billboard Latin de Las Vegas. Aterriz¨® en el aeropuerto internacional a media tarde de un s¨¢bado procedente de Madrid y recogi¨® su equipaje visiblemente ojeroso, vestido con un ch¨¢ndal gris y chillonas zapatillas deportivas de color naranja fl¨²or. Le acompa?aban su estilista, ?lex Turri¨®n, y Leo, jefa de producto en la discogr¨¢fica Sony que se coordina con Kigo, el m¨¢nager del cantante y ausente en este viaje. La noche anterior al vuelo, hab¨ªa lanzado en su canal de YouTube el tema Ontas, cuyo t¨ªtulo corresponde a la viralizada contracci¨®n de la pregunta ¡°?D¨®nde est¨¢s?¡± que se mensajea con ese formato a quien se quiere proponer un revolc¨®n. De camino al muy cool hotel The Standard en West Hollywood, Tangana comprob¨® en su tel¨¦fono con cara de satisfacci¨®n el marcador de visualizaciones en YouTube de la canci¨®n, que supera los seis millones de visitas.
Tras un duchazo en la habitaci¨®n 234, Tangana baj¨® a la terraza del hotel en compa?¨ªa de ?lex Turri¨®n. Vestido con traje oscuro, camiseta blanca sin mangas y zapatos negros, pidi¨® cerveza Peroni y chulet¨®n medium rare para cenar. Poco a poco se fueron sumando varios integrantes de Little Spain y otros amigos. Santos Bacana y Mar¨ªa Estrada; la productora y directora de fotograf¨ªa Cristina Trenas; la actriz Songa Park, madrile?a de origen coreano que estaba en Los ?ngeles visitando a su hermana¡ El ¨²ltimo en llegar pasada la medianoche fue Roger Gonz¨¢lez. Reci¨¦n aterrizado desde M¨¦xico, ven¨ªa de pasar unos d¨ªas con su colectivo de skaters Sevenmad. Roger sac¨® una botella de mezcal de la maleta y tras unos lingotazos la tropa se reparti¨® en varios uber de camino al pub Blue Collar. All¨ª cayeron un par de rondas hasta que Tangana decidi¨® ausentarse. Al rato, reapareci¨® con una gran caja de cervezas mexicanas en una mano y sendas botellas de vodka y whisky en la otra gritando: ¡°?Nos vamos pal estudio de Milkman!¡±.
El estudio de grabaci¨®n de Milkman, un exitoso productor musical de origen mexicano afincado en Los ?ngeles que trabaja con estrellas del reguet¨®n como J Balvin y ha dado forma al sencillo de C. Tangana F¨¢cil, est¨¢ en la calle trasera de un club de striptease. En la primera planta de los dominios de Milkman, ausente aquella noche, su hermano y otro colega Dj de Puerto Rico pinchaban ante una concurrencia que recibi¨® efusivamente a Tangana y su tropa. Por all¨ª andaba tambi¨¦n el guatemalteco Jesse B¨¢ez, que puso su voz en F¨¢cil. Durante la improvisada fiesta, las pulsaciones fueron aceler¨¢ndose a trav¨¦s de pasillos en penumbra y al son de las copas, los selfis y los bailoteos. Llegado el momento, alguien grit¨® que hab¨ªa que ir a una sala de la planta baja del estudio para ver antes de su lanzamiento el videoclip de la canci¨®n Para repartir. Tangana lo hab¨ªa grabado semanas antes en La Habana junto a una nutrida representaci¨®n de Little Spain. Y supone una nueva reivindicaci¨®n del antih¨¦roe latino que pone la vida en juego. El sonido de este sencillo est¨¢ pre?ado del Caribe cubano, a a?os luz de la etiqueta del trap que ha estado presente en C. Tangana y de la que ¨¦l abomina. Para repartir es tambi¨¦n una nueva huida hacia delante de uno de los m¨¢s destacados exponentes de la m¨²sica urbana hecha en espa?ol, que sin embargo aspira a ser un escritor de boleros, baladas y tangos. Como tal, aquella noche supo escaparse antes del amanecer bien acompa?ado.
¡ªEscapar es mi idiosincrasia. Siempre siento que estoy en un sitio donde no tengo que estar. Me viene desde el colegio, donde era popular e impopular a la vez. En la m¨²sica tambi¨¦n he sido popular e impopular. Mis letras siempre giran en torno a esto. Desde un sonido, al que cuando agarro trato de huir de ¨¦l, hasta mi forma de escribir sobre el amor, la ambici¨®n, la pasi¨®n¡ Cuando surgi¨® el nombre de C. Tangana, lo que yo quer¨ªa era escapar del verano en Madrid. Ten¨ªa un barullo en la cabeza. Y aquella mixtape de C. Tangana hablaba mucho de estar lejos de aqu¨ª. Huir de Crema [su anterior nombre art¨ªstico], del sonido del rap. La clave de c¨®mo he llegado hasta aqu¨ª es la huida. Y con el trap me pasa lo mismo: en cuanto me meten ah¨ª, ya me quiero salir. Eso es lo que me trae hasta aqu¨ª, a Los ?ngeles. O lo que me ha llevado a Cuba. Mi lugar es el viaje. El n¨®mada. El t¨ªo que se est¨¢ moviendo.
¡°S¨¦ follarme a la fama, nunca duerme en mi cama¡±
No te pegas
La resaca de la ma?ana siguiente fue dura. Tangana sali¨® del hotel The Standard de West Hollywood m¨¢s all¨¢ del mediod¨ªa vestido con traje gris, camisa en tonos burdeos y mocasines de borlas a juego. Aunque era domingo, encontr¨® un peluquero en Sunset Boulevard que le dej¨® las sienes al cero y le recort¨® la barba. La primera cerveza con los compinches de Little Spain cay¨® en el m¨ªtico Canter¡¯s Deli. Un extravagante personaje con aspecto y peinado inenarrables se acerc¨® a la mesa empu?ando un acorde¨®n que se puso a tocar a toda pastilla. En cuanto se percat¨® de la nacionalidad de los comensales, se arranc¨® por Y viva Espa?a, que la tropa cant¨® alegremente a pesar de las grandes dosis de ibuprofeno y las caras ocultas tras gafas de sol. La surrealista escena qued¨® retratada en varios tel¨¦fonos y subi¨® al instante a Instagram Stories. Las alitas de pollo y los gofres con sirope de arce ayudaron a templar la resaca antes de regresar al hotel, donde la tropa se meti¨® en la habitaci¨®n 234. El cantante pos¨® all¨ª con el torso desnudo para estas p¨¢ginas. Cien por cien chulo madrile?o. Perfil griego y corte de pelo de indio mohawk. Cuerpo menudo de imponentes hombros, espaldas y brazos que delatan al p¨²gil aficionado que fue durante una ¨¦poca. Nariz rota en el cuadril¨¢tero. Ojeras de noct¨¢mbulo cien por cien. Un nuevo cambio de ropa para las fotos y salto al BMW descapotable de Santos Bacana para rular hacia el ocaso con Santos, Roger y Mariano.
Tangana conoci¨® a Santos a trav¨¦s de Roger Gonz¨¢lez. Este, a su vez, hab¨ªa grabado un videoclip de Tangana con su formaci¨®n de rap Agorazein. Despu¨¦s de la gala de los premios Grammy Latinos de 2017 en Las Vegas, Santos y Roger quedaron con ¨¦l para rodar all¨ª No te pegas. La noche anterior, sin el plan de producci¨®n ultimado, el cantante se dedic¨® a perder mil d¨®lares en un casino mientras Roger y Santos iban reclutando chicas en varios clubes de striptease. A la ma?ana siguiente, el d¨²o de realizadores se meti¨® en la habitaci¨®n de Tangana con un par de langostas, botellas de champ¨¢n y varias stripers luciendo lencer¨ªa fina. ¡°?Esta es la vida que siempre has querido vivir!¡±, gritaron Santos y Roger. El videoclip lo dej¨® bien claro. Y el flechazo entre los tres dura hasta hoy. Su fruto es Little Spain. ¡°Esto nace porque a Santos le gustar¨ªa tener una idiosincrasia particular siendo emigrante en Los ?ngeles¡±, cuenta Tangana. ¡°Le hubiera molado que hubiese aqu¨ª un barrio como Little Italy, como Little Ethiopia. Esa idea es como un gesto, una representaci¨®n del amor a Espa?a, la ambici¨®n americana y el choque y la nostalgia, que tambi¨¦n tiene que ver con Cuba¡±.
¡°Me ha cog¨ªo la depresi¨®n en un Ferrari¡±
Llorando en la limo
Despu¨¦s de contemplar el ocaso en Elysian Park y de pasear en el descapotable de Santos, la tropa se refugi¨® en un diner. A la mesa se uni¨® Arnau Valls Colomer, director de fotograf¨ªa de pel¨ªculas como Tarde para la ira. Valls Colomer tambi¨¦n ha participado en el videoclip Para repartir, rodado recientemente en La Habana. Entre hamburguesas y cervezas, Tangana se puso en pie y se arranc¨® por El Pesca¨ªlla. ¡°?Tanto tieeeeeeeempo disfrutamos de este amor!¡±. Y acto seguido dijo: "Sabor a m¨ª es mi canci¨®n favorita de todos los tiempos. El Pesca¨ªlla era necesario para que pudiera existir nuestro Julio Iglesias. Fue como nuestro Frank Sinatra. Ellos dos son dos de mis grandes referentes a nivel cultural, no solo por la m¨²sica¡±.
De una forma o de otra, Ant¨®n ?lvarez Alfaro, madrile?o de 1990 m¨¢s conocido como C. Tangana, siempre quiso alcanzar ¡°la gloria art¨ªstica¡±. El hijo de Ant¨®n y Patri, un empresario y una maestra que formaron una familia de clase media en la capital de Espa?a, fue bohemio desde ni?o. En casa y en el colegio San Viator le llamaban Pucho. Y as¨ª le siguen llamando quienes mejor lo conocen. Los acordes que trataba de sacar a la guitarra de su padre derivaron de forma natural en letras de rap cuando empez¨® a juntarse con El Mache y El Juanjo. ¡°Siempre he tenido facilidad con las palabras. Si ped¨ªan una redacci¨®n en clase, intentaba hacer un cuento. O un poema. Quer¨ªa ser artista, bohemio, rarito¡±. En la adolescencia empez¨® a juntarse tambi¨¦n con El Fabi y con El Gerva, y con otros camaradas que dieron forma al colectivo musical Agorazein. Pero la apuesta no cuaj¨®. ¡°Agorazein no termin¨® de explotar porque reivindic¨¢bamos la cultura hip-hop, y eso no aporta nada nuevo al mundo¡±.
La vida en un octavo piso entre la Ermita del Santo y la Puerta del ?ngel madrile?a con sus padres y con su hermana, 11 a?os m¨¢s peque?a, dur¨® hasta los 18. ¡°No fui un ni?o bien. Los buenos d¨ªas en mi familia llegaron cuando yo era adolescente y mi padre cambi¨® de coche a un Alfa Romeo¡±. Se matricul¨® en Filosof¨ªa y se larg¨® de casa. Encaden¨® todo tipo de trabajos basura mientras trataba de enderezar una err¨¢tica carrera musical bajo el nombre de Crema. ¡°Con 19 o 20 a?os me distanci¨¦ del rap. Saqu¨¦ Love¡¯s, un disco muy raro. Hicimos un esfuerzo brutal por meterlo en la escena espa?ola. Y me satur¨® toda aquella movida. Demasiado orgulloso para reconocer que no eres nadie. Y te preguntas: ¡®?Qu¨¦ cojones hago echando mil horas para que un puto periodista al menos escuche mi disco?¡¯. Intentar estar en la onda, que te acepten¡¡±. As¨ª fue como aparc¨® la m¨²sica y se dedic¨® al boxeo.
Un gimnasio del barrio madrile?o de Suanzes se convirti¨® en la v¨ªa de escape a una vida sin rumbo y el extra?o empleo en una editorial. ¡°Todav¨ªa no s¨¦ explicar qu¨¦ cojones hac¨ªamos en aquel trabajo. Hab¨ªa dejado a mi novia de toda la vida. Y a mi compa?ero de piso. Me fui a vivir solo. Sin m¨®vil. Sin Internet. Sin tel¨¦fono fijo. Y me dediqu¨¦ a boxear. Descubr¨ª mis miedos y mis fortalezas. Todas tus inseguridades se quitan cuando subes a un ring. Fue mi ¨¦poca de m¨¢xima soledad¡±.
¡°No tengo tiempo para gramear¡±
Tiempo
A?os despu¨¦s, aquel mis¨¢ntropo del cuadril¨¢tero, estudiante de Filosof¨ªa y empleado basura tomaba un caf¨¦ con leche a mediod¨ªa de un lunes reciente en la soleada terraza del hotel The Standard de West Hollywood tras conceder una entrevista para la edici¨®n estadounidense de la revista Forbes. Cuando lleg¨® el ¨¦xito al retomar su carrera musical, cant¨® que ya no ten¨ªa tiempo para gramear.
¡ªComo toda la gente que ha consumido droga, tambi¨¦n la he vendido. Pero no he sido dealer. Todo el mundo ha despachado 4 porros y se ha comprado 10 gramos para vender 5 y que los otros 5 le salieran gratis. Speed de Soria que te bajas en un coche, un rocote de coca¡ Otra cosa es contarlo y creerte que t¨² eres el dealer, ?sabes? Ning¨²n dealer de Espa?a dice que lo es en las canciones. Si estuviesen moviendo kilos, no lo dir¨ªan. Todos los que dicen que son g¨¢nsteres en Espa?a me han tirado. Yo tambi¨¦n les he tirado, nos hemos visto y al final¡
¡ªSe peg¨® con el rapero Nega, de Los Chikos del Ma¨ªz. Y se ha enfrentado hasta la extenuaci¨®n con [su n¨¦mesis] el cantante Yung Beef y con otros exponentes del trap nacional. ?Lo de querer irse de Madrid no tendr¨¢ que ver con que quiz¨¢ ya no le queda nadie con quien enfrentarse en Espa?a?
¡ªA m¨ª me han tirado todos. Hasta los viejos. Mi gusto por la provocaci¨®n y hacer uso de mi ego¡ A veces disfruto peleando y a veces no. No he hecho un uso correcto de la violencia. Adem¨¢s, la he utilizado en mi beneficio art¨ªstico. Era parte del show, claro.
Aceptar las reglas del juego del espect¨¢culo fue la clave para regresar al negocio por la puerta grande. Abandonar el hazlo t¨² mismo de la escena local para fabricar una imagen global. Saber convertirse en un producto. En un im¨¢n para las firmas de moda. Crear un personaje y exprimirlo p¨²blicamente, viraliz¨¢ndolo con todas las redes sociales al alcance de hordas de j¨®venes desencantados. Este chulo madrile?o lleg¨® para prometer hedonismo sin l¨ªmites. Para hacer m¨²sica que suena a la triple F: follar, fardar, farlopa. Enterr¨® al rapero Crema y renaci¨® como C. Tangana con una mixtape grabada sobre las bases del disco de Drake If You¡¯re Reading This It¡¯s Too Late. ¡°Era 2015. Imag¨ªnate a un t¨ªo haciendo dominadas en una barra como si tuviera que subir a un ring a pelear en un mes. Estaba entrenando para algo. Y encontr¨¦ lo que era. No iba a montar una empresa. Ni a hacerme rico en Wall Street. La m¨²sica estaba dentro de m¨ª. Pas¨¦ un tiempo escuchando aquel disco de Drake y me di cuenta de que en Espa?a no hab¨ªa una figura urbana como la suya. Y de que en el mundo latino triunfaba lo urbano. Soy un artista, pero para moverme en estas coordenadas tengo que convertir mi arte en un producto. Para tener ¨¦xito hace falta much¨ªsimo ego. A m¨ª me cabe m¨¢s del que me gustar¨ªa¡±.
As¨ª lleg¨® el fichaje estelar con Sony en la primavera de 2017. Un acuerdo que Tangana anunci¨® entonces como el m¨¢s caro en Espa?a de ¡°tol¡± gremio. Muchos en la escena urbana le tildaron de ¡°vendido¡± a la industria. Y ¨¦l sigue enfrent¨¢ndose a todo el que se lo dice. As¨ª suele ocurrir a trav¨¦s de las redes sociales y las canciones que intercambia con su n¨¦mesis nacional Yung Beef. ¡°En su momento nadie hab¨ªa firmado un adelanto semejante en la escena urbana nacional. Ni unas condiciones para poder hacer canciones como yo las estaba haciendo y lanzarlas como yo las pod¨ªa lanzar. Y a partir de ah¨ª, siento decirlo, empez¨® una nueva era de la m¨²sica en Espa?a¡±.
El firmante no dice a cu¨¢nto ascendi¨® la cifra del acuerdo. Y el presidente de Sony Music para Espa?a y Portugal, Jos¨¦ Mar¨ªa Barbat, tampoco. Pero Barbat explica: ¡°Estas cifras caducan hoy muy r¨¢pidamente. Y en aquel momento fue una cifra de varios ceros. Tampoco quiero jugar con esa m¨ªstica porque ¨¦l no la ha desvelado. Pero, por ejemplo, si un artista como ToteKing, que era un referente del hip-hop, pod¨ªa estar en un n¨²mero hipot¨¦tico en 10, a lo mejor lo que le pagamos a C. Tangana fue 100¡±.
Al poco de firmar con Sony, sac¨® el pelotazo comercial Mala mujer, con el que arranc¨® su expansi¨®n en el mercado latino. Y el ¨¢lbum ?dolo. Y la mixtape Avida Dollars. Y tantos otros sencillos, como el bombazo Booty, que ha ido lanzando desde entonces cada dos o tres meses con sus videoclips correspondientes y el consiguiente revuelo en las redes sociales. Aquel cacareado contrato con Sony se rubric¨® antes del estallido del hurac¨¢n Rosal¨ªa. Tangana fue su pareja durante un tiempo y particip¨® en la producci¨®n de varias de las canciones del ¨¢lbum El mal querer que la han convertido en estrella mundial. La primera colaboraci¨®n que hicieron juntos fue el tema Antes de morirme. Los rastreadores de talentos de Sony ense?aron el videoclip al presidente de la compa?¨ªa en Espa?a y Jos¨¦ Mar¨ªa Barbat conoci¨® as¨ª por primera vez a los que se acabaron convirtiendo en sus dos fichajes estelares de los ¨²ltimos tiempos. ¡°Ellos dos son los artistas m¨¢s importantes que han salido de Espa?a en los ¨²ltimos 25 a?os¡±, dice Barbat. ¡°Cuando eran novios y todav¨ªa no la hab¨ªamos contratado a ella, un d¨ªa le dije a Pucho: ¡®Sois Jay-Z y Beyonc¨¦ a la espa?ola¡¯. La m¨²sica en Espa?a no es lo mismo desde la irrupci¨®n de estos dos bicharracos¡±.
Para Tangana, ella es el fen¨®meno. ¡°Ten¨ªa que pasarnos Rosal¨ªa. Nunca he estado tan emocionado con una movida como cuando vi lo de Rosal¨ªa. Yo dec¨ªa hace tres a?os que Rosal¨ªa es lo m¨¢s excitante que le ha pasado a la cultura. Ahora¡ No estoy cansado, porque sigue siendo excitante. Pero es obvio. Y es el momento en el que toda Espa?a puede sacar r¨¦dito de eso, ?sabes? Desde el principio yo solo dije: ¡®Voy a acercarme aqu¨ª, a ver si puedo aprender¡±.
¡ª?Sigue manteniendo contacto con ella?
¡ªHemos hablado muchas veces.
¡°Hacer dinero es un arte¡±
Avida Dollars
A media tarde de aquel soleado lunes en Los ?ngeles, la decadente terraza del Chateau Marmont rebosaba de fen¨®menos. Guionistas conspirando con productores de cine y de televisi¨®n. Actores al borde del fracaso bebiendo con modelos que sue?an con ser actrices. Tambi¨¦n merodeaba por una de las mesas el actor y cantante Donald Glover, alias Childish Gambino, autor del hitazo This is America. Y C. Tangana, whisky con hielo en una mano, reflexionando sobre lo que hace girar al mundo.
¡ªUsted parece un viralizador del capitalismo.
¡ªTengo much¨ªsima m¨¢s pasta de la que en mi puta vida me hubiera imaginao. Me pagan mucho m¨¢s dinero del que en la vida hubiera cre¨ªdo que iba a tener. Yo pensaba que ya era rico cuando firm¨¦ aquel contrato que ahora no me parece nada. Pero yo no viralizo el sistema. Estoy obsesionado con hacer patente el poder. Entenderlo y participar de ¨¦l. Si no, quienes lo entienden y participan de ¨¦l te dominan. Es como cuando alguien se tira un pedo y todo el mundo est¨¢ oli¨¦ndolo, pero nadie dice nada. Eso es para m¨ª lo que la gente hace con la pasta. Los anglos no hacen eso, pero nosotros seguimos con la idea de ir por lo bajini. Hay una falsa izquierda. Y tiene que ver con ese discurso sobre el capital, el dinero y la culpa¡ Yo, de ra¨ªz, soy anarquista.
Un anarquista que sin embargo ten¨ªa previsto votar en las pasadas elecciones generales. ¡°Por obligaci¨®n. Por lo de Vox, b¨¢sicamente. Hasta ahora no he votado nunca. Pero si llega un momento como el de ahora, hago uso del sistema. ?Eso es la democracia representativa, que C. Tangana tenga que votar a Pablo Iglesias! No es la figura revolucionaria de la izquierda que necesit¨¢bamos del ?15-M. El esp¨ªritu del 15-M no me ol¨ªa a Pablo Iglesias. Ni el asunto se ten¨ªa que resolver con un t¨ªo habl¨¢ndome del marxismo. Eso no tiene nada de innovador¡±.
¡°Tirando billetes de cien, en un culo que no s¨¦ de qui¨¦n¡±
Bien duro
¡°Estoy contento con el resultado de las elecciones generales, menuda tranquilidad¡±. D¨ªas despu¨¦s de aquellos comicios, tras su viaje a Los ?ngeles y despu¨¦s de pasar por Las Vegas y Miami, Tangana ultimaba en un estudio de Madrid un par de temas con Alizzz, su productor fetiche. En uno de ellos, pendiente de lanzamiento y con aroma a pr¨®ximo le?azo del verano, tambi¨¦n canta la chileno-estadounidense Paloma Mami. Cristian Quirante, m¨¢s conocido como Alizzz, es el responsable de haber aportado el toque R&B que mejor casa con la voz cadenciosa y arrogante de Tangana. Sus letras, siempre anotadas en el tel¨¦fono m¨®vil, siguen hablando de vivir a muerte. Lances que, como ocurre con tantos otros autores del g¨¦nero urbano, han sido asociados con frecuencia al machismo. ¡°Paso de explicar mis canciones. No soy un moralista. He demostrado qu¨¦ parte de m¨ª es poes¨ªa. Y exhibo mi mierda. El que quiera entender, que lo entienda. O que me juzguen. Aqu¨ª estoy¡±.
Siempre parece hablar como un CEO que defiende su empresa. Y a los que viven de ella. Dentro de su c¨ªrculo m¨¢s cercano, Patri, su madre, lleva las cuentas. M¨¢s all¨¢ de que le gustar¨ªa ir ya por el segundo hijo y de que a¨²n no tiene ninguno, lo que m¨¢s miedo le da de llegar a los 30 dentro de un a?o es perder la frescura. ¡°Quedarte pocho. No entender lo que est¨¢ pasando. Si eres un se?or de 55 a?os y quieres hacerte el Maluma, no te va a salir porque ya no tienes el cuerpo de un chaval. Voy a ser artista hasta que me muera. Incluso despu¨¦s de muerto. M¨²sico, no lo s¨¦. Soy multidisciplinar. Hago de todo. Espero pasar de los 50. Llegar sano. Y vivo. No tengo miedo a las cosas malas que me hago. No estoy perdido¡±.
Semanas antes, todav¨ªa en Los ?ngeles, Tangana contempl¨® el ocaso de un soleado d¨ªa desde los miradores de Elysian Park. Subido al descapotable de Santos Bacana con Roger Gonz¨¢lez y sus compinches de Little Spain, pens¨® que este podr¨ªa ser un buen lugar donde encontrar un norte. La conquista del oeste americano acaba de empezar. ¡°Los ?ngeles es el vibe. No s¨¦ qu¨¦ tiene. No s¨¦ a qu¨¦ huele. En Miami no veo huecos, sino saturaci¨®n. Aqu¨ª hay una escena creativa para lo que est¨¢ hecho en espa?ol. Las primeras veces que vine no me gustaba. Santos me ense?¨® a amarlo. Mira esto. El silencio. El chill. Una casita en las Hills, con esas vistas¡ Me he enamorado de esa misma forma de ver la vida de Santos. Es la vida del inmigrante hispano en Estados Unidos¡±.
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