?tica de la inteligencia artificial desde Europa
En la fase tecnol¨®gica en que nos encontramos, no se trata de dotar de una moral a los sistemas inteligentes, sino de c¨®mo orientar el uso humano de estos sistemas para resolver problemas
Uno de los grandes temas ausentes en los debates que precedieron a las ¨²ltimas elecciones generales fue el de la UE y lo que Espa?a podr¨ªa aportar a ella, como record¨®, entre otros, el editorial de este mismo peri¨®dico el 27 de abril. Pero no menos ausente estuvo el desaf¨ªo que representa convivir con la inteligencia artificial, con ese mundo de sistemas inteligentes, que es ya el nuestro. En ese nuevo universo, China y EE?UU se mueven como el pez en el agua, entre otras cosas porque son los principales creadores del agua, mientras que Europa se encuentra dolorosamente rezagada. Esto es nefasto para el progreso econ¨®mico de la Uni¨®n, pero tambi¨¦n para la influencia que puede tener el modelo europeo, el socialdem¨®crata de una econom¨ªa social de mercado, distinto al neoliberal estadounidense y a ese extra?o comunismo capitalista que vive China, en el que no cuentan los derechos humanos. Los pa¨ªses y las zonas que pierden competitividad pierden tambi¨¦n relevancia social; de ah¨ª que Europa y Espa?a hayan de apostar sin reservas por los sistemas inteligentes, pero desde la ¨®ptica ¨¦tica que les es propia.
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Esta ¨®ptica es di¨¢fana desde documentos como el Ethical Framework for a Good AI Society, propuesto por el AI4People en diciembre de 2018, y como las Ethics Guidelines for Trustworthy AI del High-Level Expert Group on Artificial Intelligence de la Comisi¨®n Europea de abril de 2019. Intentan ambos trazar el marco ¨¦tico de una inteligencia artificial confiable, en productos y servicios, convencidos de que la confianza ha de ser la piedra angular de las sociedades, capaz de crear cohesi¨®n social. Para lograrlo es necesario unir el progreso tecnocient¨ªfico con el progreso ¨¦tico. La ¨¦tica ser¨¢ la ventaja competitiva. ?Qu¨¦ significa ¡°¨¦tica de la inteligencia artificial¡±? ?Es la que deben practicar desde sus valores los sistemas inteligentes, es decir, las m¨¢quinas, los algoritmos, los robots, o es la ¨¦tica que los seres humanos deber¨ªamos adoptar para servirnos de los sistemas inteligentes? Para responder a esta pregunta es necesario distinguir entre tres tipos de inteligencia artificial, a los que corresponder¨ªan tres tipos de cuestiones ¨¦ticas diferentes.
M¨¢s que en crear seres perfectos, los recursos deber¨ªan emplearse en acabar con la pobreza y la injusticia
Una de ellas ser¨ªa la inteligencia superior o superinteligencia que, si existiera, superar¨ªa a la humana, de modo que las m¨¢quinas podr¨ªan sustituir al hombre. Es la modalidad que buscan transhumanistas y sobre todo poshumanistas con la idea de la ¡°singularidad¡±, por la que apuestan autores como Kurzweil. Los humanos dejar¨ªan su soporte biol¨®gico y pasar¨ªan su inteligencia a las m¨¢quinas, de modo que el sustrato de la inteligencia artificial ser¨ªa de silicio. Se tratar¨ªa de una especie nueva y los seres humanos ser¨ªan un elemento m¨¢s en la cadena de la evoluci¨®n que culminar¨ªa en esos seres singulares. No guardar¨ªan relaci¨®n con el superhombre nietzscheano, para quien el cuerpo es esencial. Obviamente, existen discrepancias sobre si estos pron¨®sticos van a cumplirse por tener base cient¨ªfica suficiente, pero la sola hip¨®tesis ya abre un mundo de cuestiones ¨¦ticas.
En primer lugar, los transhumanistas consideran que es un deber moral intentar trascender la imperfecta especie humana para crear esos seres perfectos. Pero ?es realmente un deber moral construir seres presuntamente superiores que plantear¨¢n problemas como el de la convivencia de dos especies, una superior y otra inferior, que ser¨ªa la nuestra? ?No estar¨ªamos abonando un mundo de amos y esclavos, en que los segundos no tendr¨ªan la menor posibilidad de revoluci¨®n, sino que estar¨ªan a merced de las superinteligencias?
Por otra parte, ?cu¨¢l ser¨¢ la ¨¦tica de esas m¨¢quinas? Bostrom, uno de los adalides del poshumanismo, aconseja integrar valores en ellas. Pero si esto fuera posible, y las m¨¢quinas aprendieran por su cuenta, poco podr¨ªamos hacer por conseguir que mantuvieran como valores el respeto, la solidaridad o la justicia. Ser¨ªan los propios sistemas superinteligentes los que ir¨ªan proponiendo sus valores, ser¨ªa una ¡°¨¦tica de las inteligencias artificiales¡±, que no estar¨ªa en nuestras manos.
En un mundo en que es una realidad sangrante el sufrimiento causado por las guerras, la pobreza, la aporofobia y la injusticia, ?es un deber moral invertir una ingente cantidad de recursos en construir presuntos seres pluscuamperfectos, o es el modo en que empresas poderosas consiguen todav¨ªa m¨¢s riqueza y poder? ?No es una exigencia ¨¦tica palmaria utilizar los grandes beneficios de la inteligencia artificial para resolver estos problemas acuciantes?
Las m¨¢quinas carecen de un cuerpo biol¨®gico; las vivencias son las que permiten entender e interpretar seg¨²n el contexto
Un segundo tipo de inteligencia es la general, aquella que puede resolver problemas generales. Es la t¨ªpicamente humana, y justamente el objetivo de la inteligencia artificial, como disciplina cient¨ªfica, es conseguir que una m¨¢quina tenga una inteligencia de este tipo, similar a la humana. No es f¨¢cil lograrlo porque las m¨¢quinas carecen de un cuerpo biol¨®gico, y son las vivencias corporales las que nos permiten comprender e interpretar desde los contextos concretos, contando con valores, emociones y sentimientos y con sentido com¨²n. En el mejor de los casos, las m¨¢quinas simular¨ªan tener todos estos elementos, har¨ªan ¡°como si¡± sintieran, pero para sentir se necesita un cuerpo.
Ahora bien, en el caso de que fuera posible construir sistemas con una inteligencia general, se plantear¨ªa un tipo de cuestiones ¨¦ticas muy diferentes de las anteriores. Si fueran seres aut¨®nomos, tendr¨ªamos que aceptar que son personas y que, en consecuencia, es preciso reconocerles dignidad y exigirles responsabilidad. Tendr¨ªan derechos y deberes. De hecho, la Comisi¨®n de Asuntos Jur¨ªdicos del Parlamento Europeo propuso en 2016 crear una personalidad jur¨ªdica espec¨ªfica para los robots de modo que se les considere ¡°personas electr¨®nicas¡±, con derechos y obligaciones espec¨ªficos, incluida la obligaci¨®n de reparar los da?os que puedan causar.
Por otra parte, deber¨ªamos tratarles con respeto, y ser¨ªan ciudadanas del mundo pol¨ªtico, elegibles como representantes en sociedades democr¨¢ticas, sin estar manejadas por un ser humano. Actualmente existen pol¨ªticos virtuales, como Michihito Matsuda o SAM, pero est¨¢n manejados por seres humanos. Si esos pol¨ªticos tuvieran una inteligencia general, surgir¨ªa una aut¨¦ntica democracia algor¨ªtmica.
Por ¨²ltimo, la inteligencia especial es la propia de sistemas que realizan tareas concretas de forma muy superior a la humana, porque cuentan con una inmensa cantidad de datos y con algoritmos sofisticados. Es lo que tenemos actualmente en diversos ¨¢mbitos, como el sector de la salud, la predicci¨®n climatol¨®gica, la productividad y eficiencia empresariales, la comunicaci¨®n, el ocio, la planificaci¨®n del tiempo, el abaratamiento de costes, el reconocimiento de voces humanas y la lectura de textos o la previsi¨®n en agricultura.
En todos estos casos el elemento directivo es la persona humana que se sirve de los sistemas inteligentes para tratar gran cantidad de datos, incluso para aprender de sus ¡°experiencias¡±. Es en este tipo de inteligencia artificial en el que actualmente nos encontramos. No se trata, pues, de una ¨¦tica de los sistemas inteligentes, sino de c¨®mo orientar de forma ¨¦tica el uso humano de estos sistemas para resolver problemas. En este quehacer la UE tiene que ser pionera, uniendo al progreso tecnocient¨ªfico un liderazgo ¨¦tico para que sea posible pasar de las excelentes declaraciones con que cuenta a las efectivas realizaciones.
Adela Cortina es catedr¨¢tica de ?tica y Filosof¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia, Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas y Directora de la Fundaci¨®n ?TNOR.
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