Lecci¨®n danesa
El triunfo el pasado mi¨¦rcoles de la socialdemocracia danesa, liderada por Mette Frederiksen, tiene una gran relevancia para Europa
El triunfo de la socialdemocracia danesa, liderada por Mette Frederiksen, tiene gran relevancia para Europa. Por un lado, env¨ªa el mensaje de que el retroceso de las familias pol¨ªticas tradicionales no es irreversible. Por otro, tambi¨¦n confirma que el auge de la ultraderecha puede ser combatido eficazmente por las fuerzas democr¨¢ticas. Lo demuestra el hecho de que al 26% de los votos aglutinados por la socialdemocracia n¨®rdica se suma el hundimiento del ultraderechista Partido Popular Dan¨¦s. Pasa de un 21,1% a un 8,9% de apoyo electoral.
La que va a convertirse en su primera ministra m¨¢s joven sit¨²a a Dinamarca al lado de Suecia y Finlandia, confirmando la tendencia n¨®rdica a formar Ejecutivos de centro izquierda. Durante la campa?a, Mette Frederiksen dio un giro rotundo a los ejes program¨¢ticos de la socialdemocracia durante los ¨²ltimos 15 a?os, desarrollando un discurso de izquierda en lo econ¨®mico, centrado en una firme defensa del Estado de bienestar, junto a una creciente dureza en su aproximaci¨®n al debate migratorio. Hasta ahora, la socialdemocracia hab¨ªa desplegado justo la estrategia opuesta: un discurso liberal en lo econ¨®mico y defensa de la multiculturalidad en migraci¨®n.
Este viraje debe ser celebrado a medias. La comprensi¨®n y empat¨ªa mostrada por la l¨ªder socialdem¨®crata hacia un electorado que busca mayor protecci¨®n social en tiempos de incertidumbre ha venido acompa?ada por la asunci¨®n de algunos par¨¢metros de la agenda ultra. El cambio estrat¨¦gico llega en un momento especialmente delicado para la socialdemocracia alemana, que no podr¨¢ evitar mirar a su vecino en busca de recetas que le permitan superar su largu¨ªsima crisis.
La victoria de Frederiksen se produce al mismo tiempo que la dimisi¨®n en Alemania de la l¨ªder del SPD, Andrea Nahles, tras el estruendoso fracaso en las elecciones europeas y en su feudo de Bremen. Desde que el SPD entrara en coalici¨®n con los conservadores de la CDU, el partido m¨¢s importante de la socialdemocracia europea no ha dejado de perder apoyos al tiempo que sus tensiones internas se intensificaban. El SPD debe recuperar su autonom¨ªa ideol¨®gica para recobrar la credibilidad y la conexi¨®n con sus votantes, y presentar candidatos atractivos que muestren a la ciudadan¨ªa la renovaci¨®n del partido, porque la continuidad le supone un coste excesivamente alto.
La socialdemocracia no puede olvidar que adem¨¢s del compromiso con la protecci¨®n social en materia econ¨®mica y de la lucha cerrada contra la emergencia clim¨¢tica, est¨¢ tambi¨¦n la defensa de un modelo c¨ªvico de integraci¨®n de la inmigraci¨®n compatible con una regulaci¨®n responsable de sus flujos. Si se abandona este hecho diferencial, significar¨¢ que la extrema derecha ya habr¨¢ ganado sin necesidad de vencer en las elecciones.
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