Una s¨²plica
No s¨¦ qui¨¦n ser¨¢ el nuevo alcalde o alcaldesa de Madrid, pero dejen de ser desconsiderados y da?inos para los habitantes de esta ciudad desdichada
LAMENTO MUCHO ser insistente y repetitivo, y me disculpo por ello. Pero es que la realidad lo es m¨¢s; de hecho nunca da tregua. Madrid es una capital de la que se abusa todos los d¨ªas del a?o, todos los a?os. Padecemos unas 3.000 manifestaciones anuales, lo que arroja una media de casi 10 diarias. Todas se empe?an en recorrer ¡°el centro¡±, para ¡°ser vistas¡±. Sufrimos las de los madrile?os y tambi¨¦n las de los forasteros, que se desplazan aqu¨ª para protestarle al Gobierno. Las obsesivas procesiones de Semana Santa y otras fiestas religiosas; los desfiles del 2 de mayo, los de San Isidro, los de la Paloma; las maratones, triatlones, carreras de mujeres y de no mujeres, de due?os de perros (¡°perrotones¡±, santo cielo); el paso de las ovejas, jornada de la bici, del patinete, paradas de colectivos varios, batucadas insoportables e incesantes. Moverse, trabajar, descansar, meramente vivir, son empe?os imposibles. Por si todo esto fuera poco, esta temporada no se les ocurri¨® otra cosa a las autoridades que albergar una Final entre dos equipos de Buenos Aires ¡ªen el otro extremo del mundo¡ª que se odian a muerte y cuyos hinchas tal vez sean los m¨¢s salvajes del globo. Y como eso no fue suficiente, el d¨ªa que escribo esto se disputa la Final de la Champions que enfrenta a Liverpool y Tottenham.?Como se esperaba la invasi¨®n de unos 90.000 aficionados dif¨ªciles y cerveceros, las autoridades pensaron: ¡°?C¨®mo podemos agravarles la situaci¨®n a los madrile?os, hacerles la existencia en verdad insoportable? Sobre todo a los que le dan la espalda al f¨²tbol¡±.
Desde el mi¨¦rcoles (el partido en s¨¢bado) se dedicaron ¡°espacios¡± a lo que durar¨¢ 90 minutos, 120 si hay pr¨®rroga. La siempre maltratada Puerta del Sol fue inundada de armatostes espantosos y estridentes conciertos. ?Les bast¨®? No, la emblem¨¢tica Plaza Mayor fue convertida en un absurdo campo de f¨²tbol, con su falso c¨¦sped y grader¨ªos. ?Les bast¨®? No, tambi¨¦n la Plaza de Oriente, donde instalaron una gigantesca y horter¨ªsima r¨¦plica de la Copa, delante del mism¨ªsimo Palacio Real, para fastidiar la perspectiva. ?Les bast¨®? No, fueron asaltadas Callao, Col¨®n, Felipe II, hasta la respetada y peque?a Plaza de la Villa. El mismo ¡°centro¡± que la alcaldesa hoy en funciones ha vetado a la mayor¨ªa de coches, perjudicando a quienes vivimos en tan amplia zona y no conducimos. Yo vivo muy cerca de una de esas plazas arrebatadas. El mi¨¦rcoles, ya digo (?el mi¨¦rcoles!), la llenaron de enormes camiones, gr¨²as, estructuras, pantallas, descomunales casetas. Improvisaron dos rid¨ªculos campitos de f¨²tbol en los que, durante las cuatro jornadas que ha durado la barraca, de vez en cuando hab¨ªa tres o cinco muchachos peloteando¡ a 32 grados. Un imb¨¦cil fing¨ªa retransmitir sus evoluciones con un meg¨¢fono (¡°El oponente se va al ataque¡± y sandeces por el estilo). El resto del tiempo, m¨²sica ratonera a gran volumen. Me acerqu¨¦ a parlamentar. Habl¨¦ con una mujer que dijo pertenecer a la organizaci¨®n de la cretinada profunda. Educadamente, le expliqu¨¦ que en la zona viv¨ªamos y trabaj¨¢bamos personas. Le ped¨ª que nos ahorraran al menos lo innecesario, como la grotesca ¡°retransmisi¨®n¡± de unos rid¨ªculos peloteos. En cuanto a la m¨²sica, adujo que era ¡°para atraer a la gente¡±. O sea que, ante la falta de inter¨¦s espont¨¢neo, hab¨ªa que llamarla como en las ferias. Para tranquilizarme a?adi¨®: ¡°No se preocupe, vamos a estar solamente de 12 del mediod¨ªa a 12 de la noche¡±. No s¨¦ qu¨¦ entend¨ªa por ¡°solamente¡±; ?12 horas, las fundamentales, durante cuatro interminables d¨ªas! Por supuesto no me hicieron ning¨²n caso. Lo m¨¢s visible era el nombre de un Banco, que se le¨ªa unas 80 veces. No dir¨¦ ese nombre, voceado tambi¨¦n por el meg¨¢fono, pues creo que el Banco es accionista de EL PA?S y no quiero crearle a ¨¦ste problemas. Lo cierto es que se ha autorizado a una empresa apropiarse de un espacio com¨²n cuatro d¨ªas, para emitir propaganda. Inaudito. Las otras plazas tomadas habr¨¢n sido un similar infierno.
Se?oras Carmena y Villac¨ªs, se?or Mart¨ªnez-Almeida: hoy no s¨¦ cu¨¢l de ustedes ser¨¢ el nuevo alcalde o alcaldesa. A quien finalmente lo sea, le elevo una s¨²plica: dejen de ser desconsiderados y da?inos para los habitantes de esta ciudad desdichada. No les impidan trabajar, moverse, descansar, vivir en las inmensas ¨¢reas que seg¨²n ustedes constituyen ¡°el centro¡±. Recuerden que no es un escenario, ni un decorado, ni un zoco, ni un estadio, como han decretado desde hace lustros los alcaldes y alcaldesas, de derechas o de izquierdas. Hay habitantes, residentes (m¨¢s les vale que no huyamos todos), a los que el Ayuntamiento, con su permisividad absoluta para cualquier chorrada minoritaria, mortifica a diario. No las alienten al menos, las chorradas y los caprichos. No los inventen ni los fomenten. No les corresponde ofrecer distracci¨®n y espect¨¢culos sin fin a la ciudadan¨ªa m¨¢s ociosa y jaranera. No todo es recaudar dinero. Hay mil asuntos m¨¢s importantes en la gobernaci¨®n de una capital. El principal es que los madrile?os puedan hacer frente a sus quehaceres y problemas, que son muchos, sin agregarles obst¨¢culos, impedimentos, trabas, martirio y ruido ensordecedor permanente. Todo ello gratuito las m¨¢s de las veces; todo superfluo.
PD. Encima, el partido fue mal¨ªsimo.?
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