Madonna, contra ¡®The New York Times¡¯: ¡°Me he sentido violada¡±
La cantante se manifiesta en contra de un amplio perfil que le ha hecho el diario, del que asegura que s¨®lo habla de temas banales y de su edad: ¡°Son los padres fundadores del patriarcado. Muerte al patriarcado¡±
Madonna est¨¢ enfadada; de hecho, est¨¢ muy enfadada. Tanto que lo ha expresado p¨²blicamente y ante sus muchos millones de fans. El objeto de su enfado es el diario The New York Times, y en concreto su suplemento dominical, al que no ha dudado en calificar como "padre fundador del patriarcado". "Y yo digo: ?muerte al patriarcado!".
El motivo de tal disgusto ha sido un extenso reportaje publicado por la revista en el que la periodista encargada del mismo, Vanessa Grigoriadis, pasa un tiempo con la artista. La visita en su casa, pero tambi¨¦n acude a sus ensayos y habla con personas de su entorno, que trabajan con ella y que la conocen desde hace d¨¦cadas, como es el caso de la actriz Rosie O'Donnell, buena amiga de la artista desde hace 30 a?os. Al tratarse de un reportaje tan amplio, son muchos los temas de los que trata Grigoriadis: versa acerca de sus seis hijos (y tambi¨¦n de su labor en Malaui y de su lucha contra el VIH), de su trabajo (y de c¨®mo se prepara, de las dobles de cuerpo con las que cuenta, de la ropa que usa), de su vida a los 60 a?os o de cu¨¢nto impresiona entrevistarse con ella ("Como dijo su antigua jefa de prensa hace un tiempo: 'Huele el miedo como si fuera un perro"). Toca temas como su insomnio, sus ¨²ltimas canciones o sobre c¨®mo vivir con la fama.
Sin embargo, parece que el reportaje no ha sido del agrado de la cantante, as¨ª que ha decidido dar su versi¨®n en su concurrida cuenta de Instagram, en la que tiene casi 14 millones de seguidores. "Madame X en portada del NYT Magazine, fotografiado por mi querido amigo JR", dice en referencia al t¨ªtulo de su nuevo disco y al fot¨®grafo que se ha encargado de sus retratos, con quien tambi¨¦n ha colgado fotos revisando las im¨¢genes y "tomando una copa de vino de celebraci¨®n".??
"Lo parece. No puedes arreglar la sociedad y su infinita necesidad de disminuir, desprestigiar o degradar lo que saben que es bueno. Especialmente a las mujeres fuertes e independientes", arranca la queja de la cantante. Despu¨¦s, Madonna pasa a atacar directamente a?Vanessa Grigoriadis y su texto. "La periodista que escribi¨® este art¨ªculo pas¨® d¨ªas y horas y meses conmigo y fue invitada a un mundo al que la mayor¨ªa de la gente no tiene acceso, pero decidi¨® poner el foco en aspectos superficiales y triviales como la etnia de mi doble ["era m¨¢s joven y parec¨ªa asi¨¢tica, pero llevaba un minivestido de encaje y una peluca rubia similar a la de Madonna", escribe Grigoriadis en su art¨ªculo] o el tejido de mis cortinas [en el texto se describe la casa de la cantante, sus obras de arte o que "todas las superficies son de terciopelo"] e inacabables comentarios sobre mi edad que jam¨¢s habr¨ªa hecho si yo hubiera sido UN HOMBRE". Y contin¨²a: "A las mujeres les cuesta mucho ser campeonas sobre otras mujeres, incluso si posan como intelectuales feministas".?
La cantante afirma en su alegato que siente "haber pasado cinco minutos con ella". "Me ha hecho sentirme violada. Y s¨ª, estoy capacitada para usar esa analog¨ªa porque fui violada cuando ten¨ªa 19 a?os",?asegura de forma rotunda sobre el texto del diario, del que adem¨¢s argumenta: "Una prueba m¨¢s de que el venerable The New York Times es uno de los padres fundadores del patriarcado.?Y yo digo: ?muerte al patriarcado, profundamente entretejido en lo m¨¢s hondo de la sociedad! Jam¨¢s dejar¨¦ de luchar hasta erradicarlo".
Los problemas de Madonna con la prensa vienen de largo. Siempre ha sido muy estricta con los medios en cuanto el acceso a la intimidad. Durante a?os sus turbulentas relaciones con ellos las gestion¨® Liz Rosenberg, que tambi¨¦n hab¨ªa llevado las carreras de Michael Bubl¨¦ o Cher, y que se jubil¨® a mediados de 2015. En verano de 2004, cuando acab¨® su gira de ese a?o en Lisboa, solo permiti¨® que al concierto accedieran fot¨®grafos, pero ni un solo periodista de prensa escrita. Y, cuando visit¨® Espa?a en 1990 y solo accedi¨® a dar una rueda de prensa en Barcelona, finalmente prefiri¨® no presentarse ante los comunicadores. Un tipo de gesti¨®n que parece que ha transmitido a sus reto?os: en 2016 su hija Lourdes se encar¨® ante un grupo de fot¨®grafos en Nueva York y acab¨® discutiendo con ellos e insult¨¢ndoles, e incluso lanz¨® una botella de zumo a un viandante que trataba de grabarla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.