Los periodistas rusos dicen basta
Los informadores sufren un intolerable acoso de los servicios de seguridad
Las acusaciones basadas en pruebas falseadas son una pr¨¢ctica policial corriente en Rusia ¡°desde hace muchos a?os¡±, seg¨²n un reciente informe del grupo de defensa de derechos humanos. El falseamiento de las pruebas por parte de los ¨®rganos policiales se utiliza para apartar de la vida p¨²blica a personas que de un modo u otro por sus actividades ¡ªde investigaci¨®n period¨ªstica, de defensa de derechos humanos, de oposici¨®n pol¨ªtica o rivalidad empresarial¡ª afectan los intereses de los grupos en el poder en distintos ¨¢mbitos.
El informe titulado ?Por qu¨¦ los ciudadanos de Rusia piden asilo en Europa? explica que la pr¨¢ctica de falsificar expedientes penales se convirti¨® en algo sistem¨¢tico durante la segunda guerra de Chechenia (1999-2003), cuando, con el fin de limpiar Mosc¨² de ciudadanos de origen checheno, se organiz¨® una campa?a para acusarlos de posesi¨®n de narc¨®ticos. En el uso de las pruebas ama?adas, la posesi¨®n o el tr¨¢fico de drogas, severamente castigados en Rusia, se une a los falsos cargos por terrorismo, pedofilia o corrupci¨®n.
Con amplios indicios de ser v¨ªctima de pseudoprocesos, han sido condenados el jefe de Memorial de Chechenia, Oyub Titiev ¡ªque un tribunal moscovita decidi¨® ayer liberar anticipadamente por haber cumplido gran parte de su condena¡ª, el cineasta ucraniano Oleg Sentsov, el activista Rusl¨¢n Kuta¨¦v, entre muchos otros. A este contingente se le puede sumar ahora el periodista de investigaci¨®n Iv¨¢n Golunov, de la publicaci¨®n digital Meduza, que fue detenido el 6 de junio y acusado de dedicarse al tr¨¢fico de drogas. Tanto ¨¦l como sus responsables en Meduza consideran que est¨¢ siendo castigado por su trabajo y por las investigaciones a las que se estaba dedicando ¨²ltimamente. Entre los temas en los que ha trabajado el periodista est¨¢ el negocio funerario en Mosc¨² y asuntos inmobiliarios relacionados con la alcald¨ªa.
El caso de Golunov no es uno m¨¢s. Las alarmas de peligro inminente para la profesi¨®n de informador se han activado y los periodistas rusos han salido a la calle, a defender a su colega y a s¨ª mismos, en manifestaciones de protesta sin precedentes. Todos son conscientes de que ellos mismos pueden convertirse en v¨ªctimas ma?ana si permiten hoy el triunfo de un expediente penal ama?ado o irregular. A la solidaridad se le une el sentido de justicia. Las instituciones internacionales refuerzan el car¨¢cter simb¨®lico del caso con su apoyo a Golunov. El caso Golunov es la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los profesionales de la informaci¨®n en Rusia, amordazados, humillados y heridos en su autoestima por un sistema que impone cotidianamente m¨²ltiples prohibiciones y castigos.
Abogados e informadores est¨¢n atentos. Gracias a su intervenci¨®n, la polic¨ªa tuvo que retirar ocho de las nueve fotos supuestamente incriminatorias contra Golunov y reconocer que se hab¨ªan ¡°equivocado¡± al difundirlas. Tambi¨¦n tienen en jaque a las televisiones oficiales. Rusia 24 tuvo que rectificar ante la aseveraci¨®n, seg¨²n la cual el periodista ¡°estaba borracho¡±, que contradec¨ªa el certificado m¨¦dico, mostrado tambi¨¦n en la televisi¨®n, seg¨²n el que ¡°no estaba borracho¡±.
Los periodistas han pasado al contraataque y los abogados quieren demandar a la polic¨ªa por abuso de poder. En un sistema donde los ¨®rganos policiales y de seguridad son el n¨²cleo del poder pol¨ªtico, se necesita valor para actuar as¨ª. Pero la situaci¨®n ha llegado a un l¨ªmite y todos entienden que no pueden quedarse al margen ante pr¨¢cticas envilecedoras cada vez m¨¢s extendidas. Y no solo se trata del n¨²mero de inocentes que puede haber en las c¨¢rceles rusas acusados de cargos falsos, sino la profunda desconfianza que se ha instalado en la sociedad hacia sus l¨ªderes. En los medios period¨ªsticos rusos la convicci¨®n de que los dirigentes mienten es hoy tal que no van a creerlos incluso si dijeran la verdad.
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