Jennifer Lee, la alfarera del tiempo
Esta ceramista nunca utiliza torno. Se vale de m¨¦todos ancestrales. Antes de dar forma a su obra, deja envejecer durante a?os la mezcla de arcilla y ¨®xidos naturales que la ha hecho famosa. Una t¨¦cnica que le ha valido el Premio Loewe Craft 2018 y la admiraci¨®n de la actriz Helen Mirren. Ahora expone en la Universidad de Cambridge.
EL PEQUE?O estudio de la ceramista Jennifer Lee, anejo a la cocina de su casa de Peckham, al sur de Londres, se antoja abarrotado y ca¨®tico. Tambi¨¦n acogedor y vivido. Aqu¨ª conserva gran parte de su archivo, multitud de bolsas con arcilla y pigmentos etiquetadas y peque?as baldosas de prueba arracimadas que ha utilizado para experimentar con materiales. Adem¨¢s, ha desplegado por huecos y estanter¨ªas una serie de objetos peculiares rescatados de la naturaleza (huesos de p¨¢jaro, semillas de manglar, caparazones de escarabajo) y una colecci¨®n de figuras de camello que aportan al espacio el aspecto de un extravagante gabinete de curiosidades. Pero no hay nada de extravagante en sus piezas, cuyas formas cl¨¢sicas y tradicionales suelen asociarse a adjetivos como ¡°sosegadas¡±, ¡°contenidas¡± o ¡°elegantes¡±.
Nacida en Aberdeenshire en 1956 y formada en el Edinburgh College of Art y el Royal College of Art de Londres, la obra de esta artista escocesa est¨¢ presente en m¨¢s de 40 colecciones de todo el mundo. Su t¨¦cnica, en la que no interviene el torno, parte de m¨¦todos ancestrales manuales como el pinzamiento y el enrollamiento, y ha desarrollado un proceso propio para colorear la arcilla a?adi¨¦ndole ¨®xidos minerales que trae de lugares como Death Valley, Kioto o Australia. En ocasiones, deja envejecer la mezcla durante d¨¦cadas bajo su mesa de trabajo antes de usarla para un jarr¨®n o una vasija. Al pasar por el horno, la reacci¨®n qu¨ªmica origina en la superficie de la pieza los halos, espirales o motas que posiblemente se han convertido en la principal caracter¨ªstica de su trabajo. ¡°Descubr¨ª por accidente que ciertas mezclas producen un resultado distinto cuando pasan los a?os. El fuego tambi¨¦n desempe?a un papel y puede alterar el resultado. Es emocionante¡±, se?ala. ¡°Lo m¨¢s extraordinario del proceso es que solo con agua, arcilla y ¨®xido eres capaz de fijar un momento en el tiempo¡±.
Disciplinada en su proceso de trabajo, Lee completa entre 12 y 18 obras al a?o (un jarr¨®n grande le lleva unas cinco semanas). Su estrecha relaci¨®n con Jap¨®n, donde ha realizado residencias art¨ªsticas (retiros temporales para crear) y expuesto en varias ocasiones ¡ªuna de ellas, a instancias de su amigo el dise?ador Issey Miyake, a quien considera ¡°un genio¡±¡ª, ha influido en sus m¨¢s recientes creaciones: ¡°Ahora estoy haciendo vasijas peque?as, casi como cuencos de t¨¦, porque trabajar en Jap¨®n me ha hecho pensar de forma m¨¢s funcional. Su apreciaci¨®n de la cer¨¢mica no existe en ninguna otra cultura que yo conozca y su veneraci¨®n por los artesanos me resulta fascinante¡±. Sin embargo, este verano la creadora ser¨¢ profeta en su tierra: del 9 de julio al 22 de septiembre, Kettle¡¯s Yard, la galer¨ªa de arte moderno y contempor¨¢neo de la Universidad de Cambridge, expondr¨¢ 40 piezas representativas de cada etapa de su trayectoria en Jennifer Lee: the potter¡¯s space (Jennifer Lee: el espacio del alfarero), la primera muestra en solitario que le dedican en el Reino Unido desde 1994.
Adem¨¢s, hace ahora un a?o que Lee recibi¨® el galard¨®n de artesan¨ªa Loewe Craft por un jarr¨®n de arcilla mezclada con ¨®xidos naturales que cre¨® en 2017 y al que llam¨® Pale, shadowed speckled traces, fading ellipse, bronze specks, tilted shelf (marcas p¨¢lidas, sombreadas y moteadas, elipse descolorida, motas de bronce, capa inclinada). La actriz Helen Mirren, que actu¨® como maestra de ceremonias en la entrega de premios, se mostr¨® conmovida hasta las l¨¢grimas cuando anunci¨® el nombre de la ganadora. Taza de t¨¦ en mano, la artista admite haber comprobado en m¨¢s ocasiones la capacidad de emocionar que tiene su obra. Porque los de Mirren no eran los ¨²nicos ojos llorosos aquel d¨ªa. ¡°Algunas personas aprecian las piezas de forma muy profunda. Tengo un par de coleccionistas que sienten esa conexi¨®n muy intensamente¡±, explica Lee, consciente de que el resurgir de lo manual puede leerse como una suerte de ant¨ªdoto a la realidad hiperconectada y digital en la que vivimos. Pese a ello, reconoce que en el mundo occidental la artesan¨ªa a¨²n carece de la exposici¨®n medi¨¢tica y el lustre de los que gozan otras artes, pero no es una conversaci¨®n en la que le parezca productivo enzarzarse: ¡°Intento no involucrarme en ese debate y no etiquetarme a m¨ª misma. De ser algo, soy alfarera. Hago vasijas¡±.?
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