Violencia en Mal¨ª
La mezcla de yihadismo, conflicto ¨¦tnico, ausencia de Gobierno y la falta de recursos provocada por las sequ¨ªas pueden convertir a Mal¨ª en un Estado fallido
Mal¨ª se est¨¢ deslizando hacia un peligroso conflicto ¨¦tnico a gran escala, que puede contribuir a incendiar todav¨ªa m¨¢s una de las regiones m¨¢s inestables del mundo, el Sahel, que sin embargo resulta crucial para la seguridad de Europa. En este des¨¦rtico rinc¨®n de ?frica, sobre todo en Mal¨ª, Burkina Faso y N¨ªger, se han producido casi 4.000 muertos en lo que va de a?o, los ¨²ltimos el domingo en el pueblo maliense de Sobane-Kou, donde un grupo armado asesin¨® a decenas de civiles de la etnia dog¨®n, muchos de ellos mujeres y ni?os. El peligro de que Mal¨ª caiga en el caos es tan real que el propio presidente Ibrahim Boubacar Keita ha sostenido que la ¡°supervivencia del pa¨ªs est¨¢ en peligro¡±.
Todo esto se produce a pesar de la presencia sobre el terreno de 20.000 soldados internacionales, de los que 292 son espa?oles. Pero este abultad¨ªsimo despliegue militar, dentro de cuatro misiones distintas, no ha logrado frenar la violencia, ni estabilizar un pa¨ªs donde se cruzan diferentes conflictos, una parte de cuyo territorio lleg¨® a estar, entre 2012 y 2013, en manos de radicales isl¨¢micos con v¨ªnculos difusos con el ISIS y Al?Qaeda. Las misiones internacionales tienen como principal objetivo el combate contra los yihadistas, a los que han logrado arrebatar las ciudades, pero que se mueven a sus anchas por el desierto mientras lanzan constantes ataques.
Las ¨²ltimas matanzas se han producido entre dos etnias, los peuls o fulani (ganaderos mayoritariamente musulmanes) y los dog¨®n (agricultores y cazadores animistas), que conviven desde hace siglos con episodios espor¨¢dicos de tensi¨®n. Pero la presencia del yihadismo ha aportado a este viejo conflicto tintes religiosos y pol¨ªticos, ya que los peuls son acusados de haber colaborado con los yihadistas. De hecho, organizaciones internacionales han documentado ejecuciones extrajudiciales de peuls. Adem¨¢s, Mal¨ª, como todo el Sahel, padece un aumento de la desertificaci¨®n y, por lo tanto, de las hambrunas como consecuencia de la crisis clim¨¢tica. Por este vasto territorio circulan, encima, poderosas redes de tr¨¢fico de personas y de armas.
La mezcla de yihadismo, conflicto ¨¦tnico, ausencia del Gobierno y la falta de recursos provocada por las sequ¨ªas pueden convertir a Mal¨ª en un Estado fallido o en el escenario de un conflicto ¨¦tnico imparable. Por motivos humanitarios, pero tambi¨¦n por razones geopol¨ªticas, la comunidad internacional no puede eludir su responsabilidad en tratar de evitar que este pa¨ªs estalle, m¨¢xime cuando ya mantiene un contingente multinacional tan importante sobre el terreno. Su poder desestabilizador sobre el norte de ?frica, y por lo tanto sobre Europa, resulta demasiado grande.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.