Optimismo para Turqu¨ªa
La victoria de la oposici¨®n en las elecciones a la alcald¨ªa de Estambul demuestra que ha perdido el miedo a Erdogan
La oposici¨®n en Turqu¨ªa ha logrado una victoria muy significativa este domingo. El candidato del Partido Republicano del Pueblo (CHP) ha sido apoyado tambi¨¦n por otras fuerzas pol¨ªticas, incluyendo la decisiva contribuci¨®n de los kurdos. Ekrem Imamoglu ha destruido el muro del miedo en el pa¨ªs. Es importante recordar que las elecciones para la alcald¨ªa de Estambul se repitieron por la petici¨®n del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del presidente Erdogan. Esta repetici¨®n ha sido el error estrat¨¦gico m¨¢s significativo del presidente en su carrera pol¨ªtica. AKP perdi¨® la alcald¨ªa en marzo con una diferencia de unos 13.000 votos. En junio, la diferencia entre los dos candidatos ha subido a 800.000. ?Por qu¨¦ ha ocurrido esto?
Porque la repetici¨®n ha molestado no solo a los votantes de la oposici¨®n, sino tambi¨¦n a los del AKP. Los que fueron a las urnas en marzo quer¨ªan protestar contra algunas pol¨ªticas locales y nacionales del Gobierno. Quer¨ªan ejercer su derecho a no estar de acuerdo. Adem¨¢s, los votantes del AKP quer¨ªan que su Gobierno dejase de luchar solo por mantenerse en el poder y se dedicase a gobernar y resolver problemas. No ha sido el caso. No se respet¨® el voto. Al final se repitieron las elecciones sin ninguna base legal, una conclusi¨®n muy obvia para los que conocen los informes de la Comisi¨®n Electoral Suprema (YSK). Esta percepci¨®n de injusticia molest¨® a muchos turcos, quienes perciben las urnas como algo sagrado para la cultura pol¨ªtica del pa¨ªs. Por eso no solo subieron los votos a Imamoglu, sino que tambi¨¦n bajaron los del Binali Yildirim, el candidato del AKP.
Adem¨¢s, el discurso y los argumentos utilizados en la campa?a ¡ªllamar a la oposici¨®n traidores, terroristas y otros descalificativos¡ª solo han representado la profundizaci¨®n de una decisi¨®n err¨®nea. Muchos se han dado cuenta de que el AKP ya no ofrece un discurso coherente. Muchas de sus estrategias est¨¢n destinadas a polarizar y ganar votos. No moviliza como antes.
Tambi¨¦n hay que subrayar una y otra vez la resiliencia democr¨¢tica de la sociedad turca. Independientemente del marat¨®n de elecciones de la ¨²ltima d¨¦cada, la participaci¨®n ha sido del 84,4%, una cifra muy elevada. Los electores desean utilizar su derecho a voto pese a las pocas probabilidades de un cambio significativo. Los c¨ªrculos del Gobierno van a intentar utilizar los resultados de estas elecciones como una evidencia de la existencia de una democracia y aprovecharlas para legitimar el sistema y mejorar la imagen del pa¨ªs en el exterior.
El Gobierno va a intentar utilizar los comicios como una evidencia de la existencia de una democracia y para legitimar el sistema
?Qu¨¦ conclusiones podemos sacar a nivel nacional de esta derrota local? Todos sabemos que Estambul es muy importante. Erdogan mismo viene de la alcald¨ªa de Estambul (hace 25 a?os). Es una ciudad de 16 millones de habitantes, que representan el 20% de la poblaci¨®n turca. Es el coraz¨®n econ¨®mico del pa¨ªs. Da de comer a muchos ¡ªespecialmente a los c¨ªrculos m¨¢s cercanos a Erdogan¡ª con el sector de la construcci¨®n. Y el presidente lo sabe muy bien: ¡°Quien gana Estambul, gana Turqu¨ªa¡±. Por eso los resultados son muy significativos.
Dicho todo esto, el impacto que vaya a tener la victoria de Imamoglu a nivel nacional est¨¢ todav¨ªa por determinar. El cambio democr¨¢tico en Turqu¨ªa puede empezar por Estambul y este viento puede transformar todo el pa¨ªs. Se trata de una posibilidad que era muy poco cre¨ªble hace nada y que ahora est¨¢ encima de la mesa. Pero no hay que olvidar que el sistema presidencial actual al autoritarismo. No existen mecanismos de control. Y adem¨¢s no hay elecciones previstas hasta el a?o 2023. Eso no significa que no pueda haber comicios anticipados, pero es importante saber que el AKP va a intentar evitarlos, porque su victoria ya no est¨¢ garantizada.
La clave es que la oposici¨®n ha perdido el miedo. Ha perdido su percepci¨®n de que Erdogan no convoca elecciones si no las va a ganar. Se ha cre¨ªdo por primera vez en mucho tiempo que un cambio democr¨¢tico es posible. Tambi¨¦n ha encontrado un l¨ªder. Ese l¨ªder tiene un discurso muy positivo y unificador. Quiere acabar con la polarizaci¨®n en el pa¨ªs, un deseo que le conecta con muchos ciudadanos. Quiere centrarse en los problemas econ¨®micos, empezando por el desempleo. Quiere acabar con la corrupci¨®n y con el nepotismo. Quiere dar esperanza a los j¨®venes del pa¨ªs, que son muchos. Quiere ser el l¨ªder de todos los sectores de la sociedad. ?Puede hacer todo esto? Est¨¢ por ver.
Empieza una nueva etapa. Esta nueva etapa puede o no acabar con un cambio significativo democr¨¢tico en el pa¨ªs. Las nubes encima del AKP son muy negras, mientras que la oposici¨®n tiene el sol a su lado. Se producir¨¢ un cambio en los pr¨®ximos meses y a?os, pero la direcci¨®n y la intensidad de este cambio est¨¢n todav¨ªa por ver. Se trata de un d¨ªa de gran optimismo para la democracia turca, pero un optimismo prudente.
Ilke Toyg¨¹r es analista en el Real Instituto Elcano.
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