La oferta de comida basura es mucho mayor junto a los colegios de barrios desfavorecidos
Un estudio pionero en el sur de Europa muestra que el 95% los escolares madrile?os est¨¢n expuestos a malos alimentos en la misma puerta del centro educativo
El contexto escolar es decisivo para la alimentaci¨®n de los menores, no solo porque influye en su educaci¨®n y h¨¢bitos futuros, sino porque pasan gran parte de su tiempo all¨ª, realizando dos o hasta tres comidas en el centro. Por eso se toman muchas decisiones did¨¢cticas y legales para mejorar la comida de los colegios. Pero hay un factor decisivo que est¨¢ empezando a cobrar importancia: las tiendas que venden alimentos alrededor de la escuela o el instituto. All¨ª es donde compran de camino al cole, durante el recreo o para merendar al acabar la jornada. ?Qu¨¦ oferta tienen los escolares y c¨®mo afecta eso a su salud?
El n¨²mero de tiendas de este tipo alrededor de las escuelas en barrios desfavorecidos es hasta un 62% mayor que las de los barrios medios
Un grupo de investigadores espa?oles lo ha analizado por primera vez en un pa¨ªs del sur de Europa, donde mayores son los ¨ªndices de sobrepeso y obesidad entre los menores. Escogieron la ciudad de Madrid y realizaron un minucioso estudio del entorno de los m¨¢s de 1.300 centros escolares que localizaron. Y examinaron la cantidad de establecimientos con alimentos o bebidas no saludables a 400 metros de los centros, a menos de 5 minutos de paseo. El resultado, por esperado, no deja de ser llamativo: el 95% de los colegios madrile?os tienen a tiro de piedra un local donde comprar boller¨ªa industrial o bebidas azucaradas.
Los resultados muestran que casi todos los colegios de Madrid est¨¢n absolutamente rodeados de tiendas que venden productos muy poco saludables: una media de 17, a una media de menos de 90 metros de distancia, en la misma puerta.?
Pero lo m¨¢s llamativo es c¨®mo las escuelas de barrios desfavorecidos se ven todav¨ªa m¨¢s afectadas, ya que tienen hasta un 62% m¨¢s tiendas alrededor que las de los barrios medios. La diferencia es todav¨ªa mayor con las escuelas de barrios altos, que tienen un 41% menos de tiendas que los medios.
"Se discute mucho si es una elecci¨®n individual cuando los adultos comen mal, pero est¨¢ claro que los menores son mucho m¨¢s influenciables por el contexto", asegura Julia D¨ªez, del grupo de investigaci¨®n en salud p¨²blica de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. "La comida basura es m¨¢s barata y adem¨¢s nos encontramos con esta estrategia de geom¨¢rketing que se centra en las zonas m¨¢s desfavorecidas", explica D¨ªez, primera autora del estudio, sobre la correlaci¨®n habitual entre la poblaci¨®n con pocos recursos y su sobrepeso.
Casi todos los colegios est¨¢n absolutamente rodeados de tiendas que venden productos poco saludables: una media de 17, a una media de menos de 90 metros de distancia
"Los hallazgos de nuestro estudio subrayan la necesidad de examinar la obesidad infantil desde una perspectiva de justicia social", concluye el estudio, realizado en el marco del proyecto europeo Heart Healthy Hoods, que estudia la asociaci¨®n entre el entorno urbano y la salud cardiovascular. "Regular el entorno alimentario escolar (dentro y fuera de los l¨ªmites escolares) puede ser una direcci¨®n prometedora para prevenir y reducir la obesidad infantil", sugieren.
"La conclusi¨®n es clara, hay m¨¢s tiendas con alimentos y bebidas procesadas en barrios de nivel socioecon¨®mico m¨¢s bajo, y esto es un dato m¨¢s que se suma a las m¨²ltiples pruebas ya disponibles de que la obesidad tiene mucho m¨¢s que ver con factores sociales, ambientales y pol¨ªticos que con factores individuales, de forma particular en los menores", denuncia Miguel ?ngel Royo Bordonada, experto en medicina preventiva, que no ha participado en este trabajo. Royo Bordonada, jefe de estudios de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, matiza que no sabemos hasta qu¨¦ punto ese entorno influye m¨¢s o menos en la dieta de los menores, algo extraordinariamente complejo de analizar por los innumerables factores conectados.
En Madrid, un estudio reciente mostr¨® que los j¨®venes que viven en ¨¢reas m¨¢s desfavorecidas tienen mayores probabilidades de ser obesos comparados con aquellos que viven en ¨¢reas m¨¢s favorecidas. En Canad¨¢ y Finlandia, distintos estudios han mostrado que tener m¨¢s a mano los establecimientos de comida r¨¢pida alrededor de las escuelas se asocia con una mayor ingesta de comida basura entre los menores. En California comprobaron que el ¨ªndice de masa corporal de los cr¨ªos aumentaba por cada tienda adicional con comestibles no saludables disponible cerca de las escuelas p¨²blicas.
"Los hallazgos de nuestro estudio subrayan la necesidad de examinar la obesidad infantil desde una perspectiva de justicia social", concluyen los autores
En el estudio se aboga por desarrollar pol¨ªticas que promuevan entornos alimentarios m¨¢s saludables, como restringir la aparici¨®n de nuevas tentaciones. "En Londres se ha prohibido abrir nuevas tiendas de comida r¨¢pida a 400 metros de los colegios", afirma D¨ªez, quien resalta que eso podr¨ªa ser un comienzo, aunque los datos muestran que las ¨¢reas desfavorecidas ya tienen tal nivel de saturaci¨®n de esta oferta que la simple restricci¨®n de nuevas tiendas probablemente tendr¨ªa poco impacto. "Si al menos evitamos que coman algunos de esos productos no saludables en torno al colegio, algo habremos mejorado", indica D¨ªez. Y a?ade: "Adem¨¢s, esa oferta genera una presencia permanente de publicidad de estos productos no saludables, y un h¨¢bito en los ni?os asociado a la imagen de estos productos". A todo esto se suma, critica D¨ªez, el hecho de que los supermercados sean cada vez m¨¢s un lugar en el que comprar productos ultraprocesados y alimentos de mala calidad nutricional.
La importancia del entorno fuera de las escuelas ha estado infravalorado a pesar de su influencia. Un estudio publicado en febrero en la revista de la Asociaci¨®n M¨¦dica de EE UU (JAMA Pediatrics) daba buena prueba de ello. Se realiz¨® una intervenci¨®n en varias escuelas de barrios desfavorecidos de Filadelfia en las que se daba de desayunar a los alumnos en el propio centro, mientras se les ofrec¨ªa informaci¨®n nutricional. El tiro sali¨® por la culata: pasados dos a?os y medio, la incidencia de la obesidad se hab¨ªa triplicado entre estos escolares frente a los ni?os que no participaron en el programa. Posiblemente, dedujeron los investigadores, los chavales segu¨ªan comiendo de camino a la escuela, por lo que al final estaban desayunando dos veces.
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