Almeida, cara de ¨¢ngel

Est¨¢bamos descorazonados: ?Tendr¨ªamos que soportar en el Ayuntamiento de Madrid otros cuatro a?os, a esos bolcheviques obsesionados con hacernos respirar un aire un poquito m¨¢s limpio? Lo ve¨ªamos muy negro. Pero en esas apareci¨® en el horizonte, con una sonrisa luminosa, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida. "?Qui¨¦n puede permanecer impasible ante su encanto?", pens¨¦, y una ilusi¨®n creci¨® en mi pecho como una flor. Lo que vino despu¨¦s ya lo saben, gracias al pacto de perdedores/ganadores la vara de mando obra en su poder (por cierto blandida por ¨¦l luce m¨¢s; sin duda posee la virtud de engrandecer las cosas). Y est¨¢n rabiosos, los rojos digo, y no paran de dar la tabarra con sus movidas de rojos. El otro d¨ªa unos activistas de Greenpeace (paz verde en espa?ol) cortaron una entrada a Madrid Central en protesta contra las moratorias de las multas. "?Mucho tiempo libre es lo que tienen!", vino a decir nuestro flamante alcalde. Y tiene m¨¢s raz¨®n que un santo. Porque mientras estos ¡°esgarracolchas¡± estaban ah¨ª como pasmarotes (ni siquiera rimaban proclamas ni nada), ¨¦l estaba trabajando para los madrile?os de buena voluntad.

Por ejemplo, person¨¢ndose en la calle Galileo y mandando retirar unos maceteros con plantas. ?Qu¨¦ asco dan las plantas! Con sus ra¨ªces, sus tallos y sus hojas; con su fotos¨ªntesis¡­ Se creen muy guais las plantas. No qued¨® ni una. ?l sonre¨ªa mientras las ve¨ªa desaparecer, y a su lado Bego?a Villac¨ªs, satisfecha tambi¨¦n, fotografiaba el momento. Me imagino los mensajes de despu¨¦s: "Bego, p¨¢same las fotos en las que jod¨ªamos a esas malditas plantas jajajajaj". He ido a comprobar c¨®mo ha quedado el tramo de calle y en el espacio donde antes hab¨ªa vecinos charlando rodeados de asquerosas plantas, ahora pueden estacionar los coches. ?Bien! Sin que nadie me lo pidiera he ayudado a aparcar unos cuantos. Apurando las maniobras he logrado que donde cab¨ªan dos cupieran tres y me he acordado del pacto de PP, C's y Vox y una inmensa alegr¨ªa me ha inundado y he chocado mis talones en el aire.