Del Caribe a M¨¢laga: el viaje de 9.000 kil¨®metros de un ave tropical
Un ejemplar joven de piquero patirrojo lleva un mes residiendo en el puerto de Caleta de V¨¦lez, al oeste de la provincia malague?a
Sereno, descansando sobre una farola y rodeado de comida f¨¢cil, un ejemplar de piquero patirrojo se ha asentado en Caleta de V¨¦lez, un peque?o puerto pesquero al oeste de M¨¢laga. El ave marina ha pasado desapercibida para la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Parece una gaviota m¨¢s. Pero para los ornit¨®logos ha sido toda una sorpresa. No es para menos. Su territorio habitual es el tr¨®pico. Y para los amantes de la ornitolog¨ªa verlo en la costa espa?ola es una ¡°megarareza¡±, como explica el especialista Mariano Sevilla. Cuando supo de la noticia en un grupo de WhatsApp que comparte con otros aficionados a las aves lo tuvo claro. Se subi¨® al coche y recorri¨® 114 kil¨®metros desde Granada para tenerlo cerca. ¡°Y lo vi. Es algo incre¨ªble¡±, asegura quien tambi¨¦n es socio de SEO Birdlife. Su viaje no es nada comparado con los 9.000 kil¨®metros que se cree ha hecho el p¨¢jaro desde el Caribe.
De plumas oscuras, pico de tonos viol¨¢ceos, contorno de los ojos azulado y llamativas patas rosadas, el piquero patirrojo que ha llegado a tierras malague?as es un ejemplar juvenil. Se tiene conocimiento de su estancia andaluza desde primeros del pasado mes de junio, aunque su h¨¢bitat son aguas entre el Tr¨®pico de C¨¢ncer y el Tr¨®pico de Capricornio, especialmente las ecuatoriales. Pasa la mayor parte de su vida sobrevolando los oc¨¦anos Pac¨ªfico, ?ndico y Atl¨¢ntico occidental, pero cr¨ªa en lugares como Belice, la polinesia francesa o Indonesia ¡°Su viaje podr¨ªa haber sido a¨²n m¨¢s largo¡±, subraya Antonio Rom¨¢n, que indica que tambi¨¦n habita Haw¨¢i, a 13.000 kil¨®metros de M¨¢laga. Este profesor del Departamento de Biolog¨ªa Animal de la Universidad de M¨¢laga, estudia la biolog¨ªa de las aves y es un gran apasionado de la observaci¨®n. Uno de sus trabajos tiene que ver con la presencia de esta especie en las Islas Gal¨¢pagos. Por eso, cuando supo -tambi¨¦n gracias a un grupo de WhatsApp que comparte con 200 ornit¨®logos- de la presencia del raro ejemplar se acerc¨® a conocerlo.
Lo que observ¨® es un piquero joven que ya muestra la morfolog¨ªa de una especie que alcanza una envergadura de entre un metro y metro y medio. Ello, unido a su poco peso -ronda un kilo de adulto- y su aerodin¨¢mica le facilita vuelos que parecen imposibles. Aprovecha los vientos c¨¢lidos para volar durante meses y duerme tranquilamente mientras planea. Cuando tiene hambre, bucea para encontrar calamares o se mantiene atento a la superficie del mar para esperar a que aparezca de la nada su bocado preferido: los peces voladores.
Como Sevilla y Rom¨¢n, numerosos especialistas, aficionados y expertos en aves han pasado por Caleta de V¨¦lez estos d¨ªas. Tambi¨¦n llegan desde zonas como Reino Unido, Francia o el norte de Espa?a. ¡°Es algo excepcional¡±, dice el docente universitario, que estos d¨ªas ejercer¨¢ de cicerone de un colega austr¨ªaco que ha viajado a M¨¢laga solo para observar esta ave prima hermana del alcatraz com¨²n que se encuentra en el litoral ib¨¦rico. Como a ¨¦l, toda la comunidad se hace la misma pregunta. ?C¨®mo ha llegado este joven piquero de patas rojas a M¨¢laga?
Una posible respuesta son las llamadas llegadas asistidas. Es decir, en su desplazamiento el ave atraviesa un temporal o una gran tormenta que lo deja exhausto, decide descansar en un carguero cuando se cruza con ¨¦l y cierra los ojos para dormir. Cuando los abre, est¨¢ en Europa sin saberlo. Pero en esta historia algo no cuadra. ¡°No es ¨¦poca de temporales y los mercantes paran la mayor¨ªa en el estrecho de Gibraltar, por lo que lo l¨®gico hubiera sido que se quedara en C¨¢diz¡±, aclara el ornit¨®logo Antonio Garrucho. Tambi¨¦n se descarta la idea de que se haya escapado de alg¨²n centro animal, ya que no existen ejemplares de esta especie en cautividad. Y vincularlo a la creciente tropicalizaci¨®n del Atl¨¢ntico (su aumento de temperatura por el cambio clim¨¢tico) apenas tiene base cient¨ªfica, porque se trata de un ejemplar joven y las alteraciones asociadas al clima conllevan siempre poblaciones reproductoras que se asientan en zonas donde nunca lo hab¨ªan hecho. La principal apuesta es, por tanto, la dispersi¨®n natural.
Esa es la opini¨®n del profesor Antonio Rom¨¢n. ¡°Esta especie tiene una capacidad muy elevada de movimiento¡±, asegura, a?adiendo que no es raro que haya ejemplares concretos que rompen las fronteras dispersivas. Recientemente se ha visto otro ejemplar en Galicia y Portugal. En 2010 tambi¨¦n se vio uno en Catalu?a. Y en 2018 apareci¨® un peque?o grupo de ejemplares juveniles en las costas de Cabo Verde, frente a Senegal, donde empiezan a verse con cierta frecuencia. Este archipi¨¦lago se ubica a unos 1.500 kil¨®metros al sur de las islas Canarias, donde tambi¨¦n ha habido algunos avistamientos recientes en El Hierro y La Gomera. ¡°Por ahora son solo an¨¦cdotas, pero el seguimiento de especies como esta es importante porque quiz¨¢s en un futuro se llegue a asentar en la zona¡±, dice Rom¨¢n, que alaba la que denomina como ¡°ciencia ciudadana¡±. ¡°Los avisos por parte de la poblaci¨®n son muy importantes¡±, subraya el especialista.
M¨¢s all¨¢ de su origen, la principal duda de los expertos se centra ahora en saber cu¨¢nto tiempo pasar¨¢ este piquero patirrojo en Caleta de V¨¦lez. La mayor¨ªa de los ejemplares deslocalizados suelen pasar poco tiempo en lugares ajenos a su h¨¢bitat. ¡°Un d¨ªa desaparecen, sin m¨¢s¡±, relata Rom¨¢n. Sin embargo, el encontrado en M¨¢laga parece encontrarse a gusto en este puerto. Tiene un entorno c¨®modo, con temperaturas similares a las de su lugar de origen y gran disponibilidad de alimento en la zona portuaria que le ayuda a retomar fuerzas tras su largo viaje. Ser el ¨²nico de su especie no debe ser sencillo, pero como no se reproduce hasta cumplir tres a?os, si tiene suerte y sobrevive, a¨²n dispone de tiempo para retornar a su lugar de cr¨ªa tropical. Ser¨ªa el piquero patirrojo m¨¢s viajero de su colonia y, seguramente, solo ella o ¨¦l ser¨¢ consciente de su conquista europea. Mientras tanto se ha convertido en una de las grandes atracciones de la Costa del Sol.
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