Una aplicaci¨®n permite el acceso libre a datos de observaciones de aves durante 20 a?os

La web de la Fundaci¨®n Migres cuenta con datos cient¨ªficos recogidos durante dos d¨¦cadas por ornit¨®logos y m¨¢s de 1.500 voluntarios sobre movimientos de cig¨¹e?as (3,5 millones) y aves rapaces (6,3 millones) entre Europa y ?frica, as¨ª como informaci¨®n de observaciones de mariposas nocturnas y cet¨¢ceos en el Estrecho.

Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Fundaci¨®n Biodiversidad del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, incorpora datos sobre cuatro espacios protegidos: los parques naturales de Los Alcornocales, el Estrecho, Sierra de Grazalema, y La Bre?a y Marismas del Barbate. Estas zonas son fundamentales en los movimientos de fauna y su estudio es clave para salvaguardar los recursos necesarios para la supervivencia de las especies.

Pablo Reyes, uno de los t¨¦cnicos de Migres responsable de la nueva herramienta, afirma que la participaci¨®n es fundamental y que incorporan los datos cient¨ªficos que sean previamente validados y traducidos desde cualquier formato. Ya hay cuatro asociaciones que han mostrado su disposici¨®n a aumentar el caudal de informaci¨®n.

La idea, seg¨²n explica Reyes, surge del movimiento europeo para el seguimiento del cambio clim¨¢tico y de su experiencia previa en Sierra Nevada, donde particip¨® en el desarrollo de una aplicaci¨®n similar. ¡°Buscamos lugares singulares donde se puede visualizar de forma directa el efecto del clima en la naturaleza¡±, explica.

Los primeros an¨¢lisis realizados a trav¨¦s de MIGdata demuestran la relaci¨®n entre las temperaturas y la precipitaci¨®n en la migraci¨®n de algunas especies de aves. Al aumentar la temperatura se producen adelantos en las fechas de paso, mientras que con la lluvia el efecto es el opuesto.

Entre los datos positivos destaca que el n¨²mero de cig¨¹e?as y rapaces que cruzan el Estrecho ha aumentado en la ¨²ltima d¨¦cada gracias a la recuperaci¨®n de poblaciones de aves planeadoras. Sin embargo, entre los efectos negativos detectados, destaca que algunas especies, como el busardo ratonero o la cig¨¹e?a blanca, han dejado de migrar o recorren menos distancia. Del mismo modo, se ha detectado que especies africanas como el buitre moteado y el ratonero moro colonizan de forma natural el sur de la Pen¨ªnsula.

Los calendarios de paso tambi¨¦n se modifican. En general, las aves llegan significativamente antes en primavera, pero muestran distintas respuestas en oto?o: algunas adelantan la migraci¨®n (como las cig¨¹e?as blancas o distintas especies de ¨¢guilas), y otras permanecen m¨¢s tiempo en la pen¨ªnsula (como los ratoneros).

¡°Anticipar o retrasar la migraci¨®n puede alterar las oportunidades de supervivencia de las especies¡±, recuerda Reyes. En este sentido, la informaci¨®n sobre migraciones es necesaria, seg¨²n la fundaci¨®n, para establecer pol¨ªticas efectivas de conservaci¨®n, analizar los cambios que se producen en los ecosistemas del planeta y realizar un seguimiento de la capacidad de adaptaci¨®n de las diferentes especies.

El estudio de las aves es importante en el cambio clim¨¢tico ya que ¨¦stas son bioindicadores de los efectos del calentamiento, bien conocidas, f¨¢ciles de estudiar, presentes en pr¨¢cticamente todos los ambientes de la Tierra, situadas en los niveles superiores de las pir¨¢mides tr¨®ficas y responden fielmente a los cambios en los ecosistemas ya que, en especial las rapaces, presentan elevadas exigencias ecol¨®gicas, y la fauna migratoria, en general, precisa de un buen estado de conservaci¨®n de los distintos h¨¢bitats que utilizan durante sus periplos.

Al mismo tiempo, el estrecho de Gibraltar representa un lugar id¨®neo para el estudio de las aves porque, con tan solo 14 kil¨®metros, es el punto de conexi¨®n m¨¢s favorable entre ambos continentes.