Solo unos pocos amigos
El misterio de la amistad no es muy diferente al del amor: nunca sabremos por qu¨¦ pero lo reconocemos f¨¢cilmente cuando pasa
El escritor h¨²ngaro Frigyes Karinthy fue el creador de la teor¨ªa de los seis grados de separaci¨®n, que sostiene que todas las personas del planeta est¨¢n interconectadas como m¨¢ximo en seis saltos. Como mucho, seis personas separan a todos los habitantes de la tierra, desde el m¨¢s humilde campesino del rinc¨®n m¨¢s apartado del mundo, el valle afgano del Wakhan por ejemplo, hasta Mick Jagger. Me pregunto si alguien ha elaborado una teor¨ªa similar con la gente que conocemos a lo largo de la vida, si alguna vez un sociol¨®gico ha tratado de medir todas las personas que cualquiera se cruza durante su existencia.
Resulta dif¨ªcil generalizar porque un tendero de una zona muy tur¨ªstica conocer¨¢ cada d¨ªa a personas diferentes y un farmac¨¦utico de un pueblo peque?o tiene muchas m¨¢s posibilidades de encontrarse siempre con los mismos rostros (o parecidos). Y, aunque la literatura lo ha intentado desde hace siglos, tambi¨¦n resulta imposible teorizar cient¨ªficamente sobre por qu¨¦, de todas esas personas que nos cruzamos a lo largo de la vida, nos hacemos amigos de unos pocos.
El misterio de la amistad no es muy diferente al del amor: nunca sabremos por qu¨¦, pero lo reconocemos f¨¢cilmente cuando pasa. No es solamente una cuesti¨®n de afinidades o de cercan¨ªa o de gustos compartidos, es algo diferente que tiene que ver con la complicidad y, tal vez, con un cierto ego¨ªsmo bien entendido: tendemos a hacernos amigos de aquellas personas que enriquecen nuestra vida. No se trata de un intercambio; sino de algo que se produce sin que ninguno de los dos sepa muy bien lo que est¨¢ pasando. Existen amigos con los que compartes secretos y amigos con los que compartes ideas, amigos generosos y amigos un poco pesados, amigos que dejas de ver y amigos que te preguntas por qu¨¦ sigues viendo. Y solo unos pocos amigos que te transforman la existencia.
Cuando se van, cuando cruzan la laguna, nuestra vida pasa a ser muy diferente: la cambiaron cuando llegaron a ella y la seguir¨¢n cambiando incluso cuando ya no est¨¢n. Esos son los amigos que nunca olvidaremos y a los que nunca dijimos lo suficiente hasta qu¨¦ punto les debemos una vida mejor. Aunque entre amigos no hace falta que se digan las cosas para que se entiendan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.