Cambio

Alexis Tsipras, que lleg¨® a la pol¨ªtica para salvar a Grecia del Gobierno conservador que la hab¨ªa arruinado, acaba de cederle el paso a Kyriakos Mitsotakis, representante de aquella derecha despilfarradora y corrupta. No se alternan en el ejercicio del poder, sino en el del salvamento de la patria. Mientras la salvan, sus habitantes se hunden en una miseria cada vez m¨¢s profunda. Es posible que Yanis Varoufakis, pese a ir en moto y camiseta, tuviera m¨¢s raz¨®n que un santo. Pero Tsipras decidi¨® moderarse donde moderaci¨®n significaba estrangular al contribuyente. Europa puede estar tranquila.

Y no solo por Grecia. Puede estar tranquila por Espa?a tambi¨¦n, sumisa a la l¨®gica ultracapitalista que reduce a las clases medias a la m¨ªnima expresi¨®n en beneficio de las altas, a las que seguimos realizando d¨®cilmente transferencias de renta a trav¨¦s de los sueldos basura, de la subida de los alquileres de los pisos, del IVA, del IBI, de las facturas del gas o la electricidad y un largo etc¨¦tera de ¡°medidas sociales¡± que durante estos a?os han aumentado la fortuna de los ricos a costa de la p¨¦rdida de bienestar material de los asalariados. Nos hallamos en la senda de hostigamiento contra la poblaci¨®n trabajadora ensayada con ¨¦xito en Grecia. La gente prefiere suicidarse a manifestarse.

Se mira uno en el espejo del pa¨ªs heleno y se dice: all¨¢ vamos sin remedio. Y no lo dice por mera intuici¨®n, sino porque ha le¨ªdo informes como el de Oxfam Interm¨®n que parece una novela de terror. De esa novela de terror, cuyo tema es la desigualdad, ha venido a salvarnos Pedro S¨¢nchez. Si fracasa, haremos lo que en Grecia: elegir de nuevo a los que nos hundieron en la corrupci¨®n y en la miseria. Votar se va pareciendo, cada vez m¨¢s, a cambiar de canal.