?Seremos mascotas de la IA?
Por si acaso, en la exposici¨®n de motivos de las leyes de la rob¨®tica de Asimov deber¨ªa figurar un axioma: "Nunca construyas un artilugio que sea m¨¢s listo que t¨²"
Hoy, cuando el futuro del orden econ¨®mico y social parece depender de los robots y de la Inteligencia Artificial (IA), merece la pena recordar brevemente algunas advertencias de Stephen Hawking sobre los riesgos de la sumisi¨®n ciega a una tecnolog¨ªa deslumbrante. En aras de la brevedad, veamos lo que dijo en Brief answers to the big questions. Despu¨¦s de reconocer que ¡°el ¨¦xito en la creaci¨®n de inteligencia artificial ser¨ªa el mayor acontecimiento en la historia¡± o de admitir que la IA har¨ªa posible la erradicaci¨®n de las enfermedades y de la pobreza, Hawking llam¨® la atenci¨®n sobre un problema crucial: la IA ¡°se perfeccionar¨ªa y se redise?ar¨ªa a s¨ª misma a un ritmo cada vez mayor. Los humanos, que estamos limitados por la lenta evoluci¨®n biol¨®gica, no podr¨ªamos competir con ella y ser¨ªamos superados. En el futuro, la IA podr¨ªa desarrollar una voluntad propia, en conflicto con la nuestra¡±.
Es la Pesadilla Skynet de Terminator. ?Es esto posible? Desde que Alan Turing en 1950 (Computer Machinery and Intelligence) invirtiera la cuesti¨®n de si las m¨¢quinas pueden pensar para convertirla en la pregunta de si atribuir¨ªamos inteligencia a un ingenio cuyo comportamiento fuese indistinguible del de un ser humano, este ha sido el dilema ante el robot o la IA. Hawking teme el diferencial entre la tasa de crecimiento de la IA y de la inteligencia biol¨®gica. Pero pensadores como John Searle o Roger Penrose entienden que el dominio de la IA sobre la inteligencia biol¨®gica no se producir¨¢ nunca. El argumento fuerte en favor de la inteligencia natural es que las m¨¢quinas carecen de estados mentales. Hay proposiciones que los hombres pueden entender, pero las m¨¢quinas no, en tanto que solo manipulan s¨ªmbolos.
No obstante, conviene estar prevenidos. Exquisitos moralistas nos vienen advirtiendo de los graves fallos de la especie. ¡°La masa del g¨¦nero humano ¡ªconcluy¨® Jonathan Swift¡ª es tan apta para pensar como para volar¡±. La utilizaci¨®n de redes neuronales en la IA permite que los computadores sean superiores hoy en tareas complejas como las demostraciones matem¨¢ticas, la detecci¨®n de patrones ocultos en informaciones aleatorias o en el diagn¨®stico m¨¦dico. Por si acaso, en la exposici¨®n de motivos de las leyes de la rob¨®tica de Asimov deber¨ªa figurar un axioma: Nunca construyas un artilugio que sea m¨¢s listo que t¨².
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