Isabel Pantoja, ?bienvenida a la realidad!
Su paso por 'Supervivientes' ha descubierto sus miedos y ese poso que deja estar rodeada de una corte de aduladores, pero tambi¨¦n la ha liberado de la losa de su paso por la c¨¢rcel y de aquella etapa previa en la que susurraba a Juli¨¢n Mu?oz : "?Dientes, dientes!"
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
La noche de este jueves casi daba lo mismo lo que pasara en Honduras en la recta final de la ¨²ltima edici¨®n de Supervivientes. En el plat¨® de Telecinco se esperaba el regreso de Isabel Pantoja ¨Cobligada a abandonar el concurso por un problema m¨¦dico¨C y el resto de los concursantes se convirtieron en elementos de atrezo a la espera de su entrada triunfal. Ven¨ªa precedida de las cr¨ªticas de algunos de sus compa?eros ¨Cpor autoritaria, quejica y manipuladora¨C y de cierto tufillo de trato de favor que le ha acompa?ado durante todo el concurso. Ella entr¨® como lo que es y se considera: una diva de la copla. Solo que en esta ocasi¨®n la bata de cola la sustituy¨® por un colorido kaft¨¢n ¨Cde esos de bajar a epatar a la playa¨C y unas chanclas de dedo, eso s¨ª, con un poco de alza, que estiliza mucho las piernas.
Jorge Javier V¨¢zquez la recibi¨® con un ramo de flores (no lo hacen con ning¨²n otro de los concursantes); el p¨²blico del programa con una ovaci¨®n cerrada, y ella volvi¨® a alzar los brazos y a juntar sus manos en s¨ªmbolo de agradecimiento como si se encontrara sobre el escenario y acabara de cerrar uno de sus conciertos. Se?oras y se?ores, quien es estrella, lo es hasta despu¨¦s de haber pasado hambre y haber llorado lo m¨¢s grande.
La viuda de Espa?a volv¨ªa convertida en Isabel Pantoja de nuevo. Su paso por el programa ha descubierto sus miedos, ese poso que deja estar rodeada continuamente de una corte de aduladores a tu servicio y creerse la reina de lo suyo, pero tambi¨¦n la ha liberado de la losa de su paso por la c¨¢rcel y de aquella etapa previa en la que, ante la presencia de las c¨¢maras, le susurraba a Juli¨¢n Mu?oz: "?Dientes, dientes!". Todo gracias a que entre amagos continuos de abandono, llantos descontrolados de "qu¨¦ he hecho yo para merecer esto" y m¨¢s de una actitud de aqu¨ª estoy yo porque yo lo valgo, el programa ha descubierto a una mujer divertida, capaz de lanzarse al cuerpo a cuerpo si la batalla merece su atenci¨®n, y con una voz que aguanta cantando a capela entre palmeras.
En el plat¨® del programa pas¨® con naturalidad de divina a mujer de andar por casa. Reconoci¨® que su mayor miedo al comenzar el concurso era su "pasado reciente", el eufemismo que utiliza para que de su boca no salga la palabra c¨¢rcel. Confes¨® que, entre las penalidades de la isla, la falta de higiene y la convivencia, ha sido lo que peor ha llevado. Y se convirti¨® en madre, solo en eso, cuando se enter¨® de que sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, no se hablan. "Pero, ?por qu¨¦, por qu¨¦? Si sois mi vida, ?por qu¨¦ os llev¨¢is mal?", dijo.
No soy pantojista, nunca lo he sido, pero algo de esa mujer que pisa suelo y vuelve a la realidad, a la vida de muchos que no son estrellas sino que se estrellan cada d¨ªa, hace que le conceda una dosis de respeto. Sus penas de c¨¢rcel ya est¨¢n cumplidas, las otras son las de todos. La diferencia como dijo su hijo, es que lo que pasa en su familia "lo ve todo el mundo". Tambi¨¦n que la terapia que los dem¨¢s ventilamos en charlas de caf¨¦ y sobremesas, a ella le ha reportado una cifra que ya quisi¨¦ramos recibir muchos por contar nuestras miserias.?
Como concluy¨® el conductor del programa, a La Pantoja le ha venido bien Supervivientes y mejor a¨²n no haber ganado el concurso. Ahora es m¨¢s cre¨ªble, m¨¢s cercana, e igual de Pantoja para "lo bueno y lo malo", como ella misma afirm¨® para rematar su paso por este reality que la ha sacado de su encierro voluntario autoinfligido en Cantora por temor a lo que diga la gente.?
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