La ¨²ltima conversaci¨®n con Alfredo
Rubalcaba siempre estaba para quien lo necesitaba, alumnos o compa?eros de partido. En nuestra charla del 29 de abril se mostr¨® aliviado por no tener que elegir entre un Gobierno ¡°frankenstein¡± o ¡°francostein¡±
El 29 de abril pasado vino a verme Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Nunca imagin¨¦ que ser¨ªa la ¨²ltima conversaci¨®n de una larga comunicaci¨®n de cuatro d¨¦cadas. Al d¨ªa siguiente yo deb¨ªa salir para Buenos Aires por una semana y me dijo que ¨¦l viajar¨ªa a Rep¨²blica Dominicana unos d¨ªas m¨¢s tarde.
En su funeral su sobrina lo defini¨® en una sola frase: ¡°El t¨ªo Alfredo siempre estaba¡±. Era as¨ª, estaba para sus sobrinos, para sus alumnos, para los compa?eros de partido que quer¨ªan consultarlo, o llegar a m¨ª. Estaba para quien lo necesitaba y estaba siempre, en una especie de dedicaci¨®n plena, sin horarios, sin pereza.
Quer¨ªa hablarme de su viaje a Rep¨²blica Dominicana para hacer un par de conferencias. Tambi¨¦n de un posible encuentro con los amigos noruegos que estaban preparando su mediaci¨®n en la crisis de Venezuela. Pero era l¨®gico que ese d¨ªa inici¨¢ramos la conversaci¨®n hablando del resultado electoral del 28 de abril.
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Cuando viajaba a Latinoam¨¦rica quer¨ªa saber mi opini¨®n sobre la situaci¨®n pol¨ªtica. Nada sobre el contenido de sus conferencias. Le interesaba el contexto pol¨ªtico para situarse, dec¨ªa. El contenido de sus conferencias, cargado de experiencia y reflexi¨®n, lo hac¨ªa interesante para los pa¨ªses de la regi¨®n. Por eso lo requer¨ªan, aunque pocas veces se refer¨ªa a ello.
Al final del encuentro de tres horas, introdujo el tema de la posible mediaci¨®n de los noruegos en la crisis de Venezuela. Me pregunt¨® si querr¨ªa reunirme con ellos. Le dije que s¨ª y, como tantas otras cosas, qued¨® pendiente.
La conversaci¨®n empez¨® por el resultado del 28 de abril. No pod¨ªa ser de otra manera aunque no era el motivo del encuentro. Ambos sent¨ªamos el alivio del resultado, sin la euforia ambiental entre los nuestros, porque ve¨ªamos dif¨ªcil la formaci¨®n de una mayor¨ªa que pudiera enfrentar los desaf¨ªos inmediatos y las reformas estructurales pendientes. Convinimos en que era imposible esperar alg¨²n avance para la investidura y para la formaci¨®n de Gobierno, hasta que no se resolviese el ciclo electoral de mayo, incluso las negociaciones en los niveles municipal y auton¨®mico.
Los argumentos para no bloquear una investidura de S¨¢nchez eran los mismos que para no impedir la de Rajoy
Recordamos, lo hab¨ªamos hablado largamente entonces, lo ocurrido despu¨¦s de las generales de diciembre de 2015; la investidura fallida de Pedro S¨¢nchez tras el acuerdo con Rivera, en marzo de 2016, que hicieron fracasar la ¡°pinza¡± PP y Podemos. Iglesias compuso el Gobierno a la salida de su audiencia con el Rey y le regal¨® a Pedro S¨¢nchez la presidencia, como un soplo del destino. Pedro S¨¢nchez se enter¨® cuando a¨²n estaba en la audiencia. Fue ayer, pero parece que ha pasado mucho tiempo.
Rajoy no acept¨® el encargo para la investidura, pero tampoco retir¨® su candidatura. Dif¨ªcil de interpretar, como siempre. A partir de entonces ¡°no se movi¨®¡± y se repitieron las elecciones generales el 26 de junio de 2016. De nuevo vuelta a empezar con un bloqueo que nos amenazaba con llevarnos a unas terceras elecciones en a?o y medio. Lo ve¨ªamos como una crisis de Estado, m¨¢s all¨¢ de la segura crisis pol¨ªtica.
Repasamos, con cierta iron¨ªa, aquellos acontecimientos, incluidos el rechazo a un Gobierno con Podemos y el pacto con Ciudadanos de 150 puntos. El correo electr¨®nico nos manten¨ªa en contacto intercambiando an¨¢lisis de la situaci¨®n sobrevenida con aquel final del bipartidismo ¡°imperfecto¡± que nos obligaba a buscar la centralidad para gobernar.
Yo hab¨ªa hecho unas declaraciones en EL PA?S a finales de enero de 2016. Pensaba, como hoy, que si los partidos con responsabilidad de gobierno, PP o PSOE, no estaban en condiciones de pasar la investidura y formar Gobierno, no pod¨ªan, no deb¨ªan, impedir que lo intentase el otro.
Recordamos la crisis del Partido Socialista tras la repetici¨®n de elecciones el 26 de junio de 2016, en relaci¨®n con la posible (¨²nica posible tras el resultado) investidura de Rajoy, apoyado por Ciudadanos y con la abstenci¨®n socialista. Yo hab¨ªa publicado una tribuna en EL PAIS defendiendo esa tesis, despu¨¦s de una larga conversaci¨®n con Pedro S¨¢nchez.
Le echo de menos al escribir estas l¨ªneas. Me consuela que podr¨¦ seguir conversando con ¨¦l a trav¨¦s de sus papeles
Ese 29 de abril pens¨¢bamos que est¨¢bamos en la misma situaci¨®n, con las tornas cambiadas porque solo el PSOE puede formar Gobierno. Aunque aparecieron algunos ingredientes nuevos. Como el de Vox obteniendo representaci¨®n o Ciudadanos repartiendo carnets de constitucionalistas al tiempo que sirven de salvavidas del PP en su peor momento y repiten Andaluc¨ªa, pero a nivel de todo el pa¨ªs, con apoyo de Vox, aunque lo vivan con la verg¨¹enza de negarlo. Lo que m¨¢s cambi¨® es la satanizaci¨®n que el partido de Rivera hizo del PSOE, imposible sin renunciar al reformismo, al liberalismo y la voluntad de regeneraci¨®n con la que naci¨® Ciudadanos.
Como dec¨ªa Rubalcaba, el alivio del 28 de abril proced¨ªa de la posibilidad de no tener que elegir entre un gobierno ¡°frankenstein¡± o ¡°francostein¡±. Coincidimos en que los argumentos para no bloquear una investidura de Pedro S¨¢nchez eran los mismos que para no impedir la de Rajoy en 2016. O sea, manten¨ªamos nuestro an¨¢lisis sobre los intereses de Espa?a sobre las peque?as guerras partidarias o personales. Pero, cuando se van a cumplir tres meses del 28 de abril, parece claro que estamos bloqueados y que podemos ir a nuevas elecciones en noviembre: una por a?o, cuando m¨¢s necesitamos estabilidad, presupuestos y reformas pendientes.
Echo de menos a Rubalcaba cuando escribo estas l¨ªneas. Me consuela que podr¨¦ seguir conversando con ¨¦l a trav¨¦s de sus papeles, de su legado, que Pilar Goya ha querido que vaya a la fundaci¨®n que presido, honr¨¢ndome con la confianza y aumentando significativamente el acervo disponible. Nos proponemos ofrecerle el homenaje de mantener viva su memoria y su talento.
Felipe Gonz¨¢lez es expresidente del Gobierno.
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