Y qui¨¦n sabe c¨®mo fuimos
Mi m¨®vil se ha llenado muy alegremente de fotos de todos mis amigos con 40 a?os m¨¢s (espero que fuesen al menos 40, la verdad)
Una madre que perdi¨® a su hijo a los ocho a?os quiere saber c¨®mo ser¨ªa su hijo ahora, el d¨ªa que cumple 15 a?os. Para eso le lleva a una pintora un retrato del padre del chaval, pues del ni?o no tiene fotos. Tras varios intentos frustrados, la pintora se da cuenta de que la mejor manera de envejecer a un hijo es rejuvenecer al padre: es m¨¢s f¨¢cil profetizar el pasado. As¨ª que va haciendo borradores del retrato del hombre en los que le va quitando a?os hasta llegar a sus 15, que son los 15 que tendr¨ªa ahora su hijo muerto.
La acci¨®n transcurre en Ribeira, Galicia, y se trata de un corto, Madres, que rod¨® hace quince a?os el director Mario Iglesias. He pensado mucho en ¨¦l estos d¨ªas en que mi m¨®vil se ha llenado, muy alegremente, de fotos de todos mis amigos con cuarenta a?os m¨¢s (espero que fuesen al menos cuarenta, la verdad) gracias a una aplicaci¨®n que te muestra c¨®mo ser¨¢s de viejo. Sospecho que la euforia en su uso tiene que ver en que se respeta el pelo actual, y adem¨¢s blanqueado, y el peso, cuando envejecer consiste precisamente en perder uno y ganar otro.
La aplicaci¨®n proyecta, que es todo lo que puede hacerse respecto al futuro, pero no anticipa aquello que no puede adivinarse, y cuya huella m¨¢s visible acaba normalmente en la cara, desde las alegr¨ªas en las arrugas hasta las tristezas ¨ªntimas, esos dolores que uno no se sabe d¨®nde los guarda hasta que se ve a s¨ª mismo en el espejo. Pero inspira un cierto respeto porque es bastante real, o lo aparenta muy bien. La gente parece muy contenta con la aplicaci¨®n y yo me alegro much¨ªsimo de que ilusione tanto la vejez; pareciera como si nadie tuviese muchas esperanzas de poder verla en directo, como si esa aplicaci¨®n de verte de viejo fuese igual que la de imaginarte con orejas de gato.
La pintora de Ribeira, interpretada por Isabel Rey, consigue una foto del pasado que no existe a partir de un futuro que pudo ver: incapaz de sumarle a?os a un rostro, es h¨¢bil para rest¨¢rselos. Si tuvi¨¦semos 50 a?os y no hubiese ninguna imagen nuestra del pasado, ?querr¨ªamos volver a vernos con 25 o imaginarnos con 75?
Cuando la madre de ese muchacho de ocho a?os muerto ve el cuadro que le hizo la pintora, rompe a llorar. Y le pide, tras conocer el proceso que le llev¨® a recrear tan bien algo que nunca existi¨®, los 15 a?os de su hijo, que le ense?e los borradores que hizo a partir del retrato de su marido. All¨ª no estaba su esposo volviendo atr¨¢s, sino su hijo creciendo en el cuadro. ¡°Aqu¨ª hubiera empezado la Universidad¡±, ¡°aqu¨ª ya hubiera estado casado¡±, ¡°aqu¨ª me habr¨ªa dado mi primer nieto¡±, dice se?alando cada uno de los retratos. Todo lo que seremos ya lo fue alguien alguna vez. Y es m¨¢s duro tener de frente lo que fuimos que lo que vamos a ser; al fin y al cabo en lo segundo tenemos una oportunidad.
El director de Madres, Mario Iglesias, rod¨® despu¨¦s Relatos, donde un ama de casa, Rosario Francesc, escribe cuentos por orden de su psicoterapeuta. En uno de ellos tambi¨¦n hay alguien que se ve de joven, aunque de otra manera: un anciano a punto de morir, un abuelo querido que carg¨® con la familia en tiempos dif¨ªciles, encarga a su nieta que llame a los vecinos del barrio para pedirles perd¨®n por algo que ellos desconocen: fue el verdugo de sus familiares en la Guerra Civil. Que sea menos dif¨ªcil profetizar el pasado no significa que siempre sea f¨¢cil.
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