El entierro de la ex ¡®nueva pol¨ªtica¡¯
Ciudadanos y Podemos aparecieron para renovar el sistema pol¨ªtico; ahora son ellos los llamados a regenerarse

Ya nadie les llama con esa expresi¨®n, quiz¨¢ porque es como si siempre hubieran estado aqu¨ª. O porque se han adaptado tan bien a los vicios pol¨ªticos ordinarios que son indistinguibles de los partidos tradicionales. Pero recuerden con qu¨¦ alborozo fueron recibidos cuando parec¨ªa que iban a resetear nuestra deficiente y aburrida pol¨ªtica. De hecho, consiguieron meter el miedo en el cuerpo a los actores pol¨ªticos de la Transici¨®n y esto oblig¨® a estos ¨²ltimos a tomarse en serio su regeneraci¨®n. Fueron esenciales para incorporar a la pol¨ªtica a nuevas sensibilidades y para dar una sacudida a un sistema pol¨ªtico ensimismado.
La parte mala es que con el tiempo dicha sacudida ha acabado por convertirlo en un sistema esclerotizado, justo lo contrario de lo pretendido. Y no me refiero solo a la ingobernabilidad. Han contribuido tambi¨¦n a acentuar el sectarismo partidista, la prevalencia del pol¨ªtico de poder y la pol¨ªtica como espect¨¢culo. Por decirlo en otras palabras, han sumado inestabilidad e incertidumbre sin conseguir superar la crisis de representaci¨®n que padecen nuestras democracias. ?Qu¨¦ es lo que ha fallado?
Solo podemos ofrecer algunas hip¨®tesis. La primera tiene que ver con lo que a mi juicio es el gran problema de las formaciones pol¨ªticas actuales, la ausencia de un verdadero liderazgo. La paradoja, tanto de Podemos como de Ciudadanos, es que su ¨¦xito inicial se debi¨® en gran medida a las virtudes de sus l¨ªderes, pero que estos se han convertido al final en su principal lastre, en el mayor obst¨¢culo para su triunfo. Ciudadanos ha acabado identific¨¢ndose de tal manera con Rivera y sus obsesiones ¡ªel ¡°sorpassismo¡± y la reducci¨®n de su discurso a la cuesti¨®n nacional¡ª, que la principal tarea que estaba llamado a realizar, aminorar la polarizaci¨®n y facilitar la gobernabilidad, ha devenido en su contrario. Un partido supuestamente liberal y pragm¨¢tico acab¨® desembocando en una formaci¨®n identitaria r¨ªgida y destemplada.
El caso de Podemos ya es m¨¢s complejo porque naci¨® con mucha m¨¢s ambici¨®n y con un liderazgo plural que ten¨ªa en Iglesias el principal punto de referencia medi¨¢tico. El problema aqu¨ª fue que la afirmaci¨®n del poder del l¨ªder sobre sus potenciales competidores predomin¨® sobre el desarrollo program¨¢tico y la cohesi¨®n de sus muchas familias. Lo que en un principio parec¨ªa llamado a convertirse en un nuevo e imaginativo experimento pol¨ªtico deriv¨® en una variedad m¨¢s de las muchas fuerzas a la izquierda de la socialdemocracia. Algunas de sus variedades, como En Com¨² o M¨¢s Madrid, avanzaron al menos en el desarrollo del municipalismo, pero su dependencia de los territorios y la ya mentada obsesi¨®n por el control del l¨ªder hicieron predominar las guerras de poder interno sobre el desarrollo doctrinal. ?Cu¨¢l no hubiera sido su ¨¦xito si hubieran pivotado hacia una izquierda verde moderna y hubieran prescindido de tanto localismo desvertebrado?
No ser¨ªa justo presentarles como los ¨²nicos responsables del fracaso de la investidura. Pero si estos que ahora nos ocupan porf¨ªan en lo que se han convertido volveremos al bipartidismo. Aparecieron para renovar el sistema pol¨ªtico; ahora son ellos los llamados a regenerarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
