Recomenzar
Rechazar ayer a S¨¢nchez no obliga a nuevas elecciones, sino a otra investidura
El Congreso de los Diputados rechaz¨® este jueves la investidura del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro S¨¢nchez. El desenlace de la sesi¨®n se confirm¨® anticipadamente la v¨ªspera de la celebraci¨®n del pleno, cuando el Partido Socialista anunci¨® que romp¨ªa las negociaciones con Unidas Podemos, alegando sus inasumibles exigencias para formar un Gobierno de coalici¨®n. El fracaso de la investidura de Pedro S¨¢nchez no condena a repetir las elecciones; antes por el contrario, obliga a recomenzar el proceso de investidura de modo que, esta vez s¨ª, las principales fuerzas pol¨ªticas conduzcan adecuadamente las negociaciones y pongan fin a la par¨¢lisis pol¨ªtica en la que el pa¨ªs lleva instalado al menos desde 2015.
El resultado de la votaci¨®n puso de manifiesto que no se puede seguir considerando negociaci¨®n pol¨ªtica lo que solo son escaramuzas propagand¨ªsticas, no para alcanzar acuerdos sobre la acci¨®n de gobierno, sino para acusar a la parte contraria de impedirlos. Posponer a causa de estas escaramuzas que el pa¨ªs pueda contar con un Ejecutivo tres meses despu¨¦s de celebradas las elecciones generales, retras¨¢ndolo hasta septiembre en la hip¨®tesis m¨¢s optimista, incorpora nuevos costes a los muchos afrontados en las dos legislaturas anteriores, marcadas por la par¨¢lisis y la inestabilidad. Costes, sin duda, econ¨®micos y sociales, pero tambi¨¦n institucionales: el espect¨¢culo ofrecido por el Partido Socialista y Unidas Podemos en las ¨²ltimas jornadas son un ingrediente esencial del caldo donde fermenta el desprestigio de la representaci¨®n pol¨ªtica.
Editoriales anteriores
Ni siquiera en los raros momentos de discreci¨®n que han conocido los encuentros entre ambas fuerzas, la negociaci¨®n se ha desarrollado en torno a lo que deb¨ªa hacerlo: un programa de Gobierno para la legislatura. Subrayar una coincidencia gen¨¦rica en las grandes l¨ªneas de acci¨®n, seg¨²n la justificaci¨®n a la que recurrieron este jueves S¨¢nchez e Iglesias, no era una base suficiente para abordar entre socios potenciales la composici¨®n del Consejo de Ministros. Unidas Podemos llev¨® esta precipitaci¨®n negociadora hasta la paradoja, al declarar que no reclamaba sillones, sino competencias, obviando el hecho de que estas deber¨ªan ser desarrolladas de acuerdo con un plan de gobierno del que los eventuales miembros de la coalici¨®n nunca hablaron. As¨ª como Iglesias brill¨® en el primer discurso, este jueves fue S¨¢nchez el que logr¨® transmitir con m¨¢s eficacia sus posiciones.
Desde el momento en que concluy¨® la votaci¨®n dej¨® de estar en manos de los partidos desmentir la generalizada sensaci¨®n de frustraci¨®n que impuso el comp¨¢s de espera desde el 28 de abril. Lo que, por el contrario, todav¨ªa se encuentra enteramente a su alcance es extraer las consecuencias pol¨ªticas de la experiencia. Sobre todo, las m¨¢s elementales, que consisten, simplemente, en asumir que en los sistemas parlamentarios el partido m¨¢s votado no forma Gobierno si no es capaz de articular una mayor¨ªa en torno a un programa y que ese programa constituye la sustancia de la negociaci¨®n, sea para llegar a acuerdos o para rechazarlos.
Entre tanto, el plazo para regresar a las urnas ha comenzado. Ni es una fatalidad ni hay por qu¨¦ resignarse a que lo sea, en la medida en que solo significa que a partir de este momento est¨¢ tasado el tiempo para volver a hacer las cosas como corresponde en un sistema parlamentario. Ninguna excusa es v¨¢lida para que los principales partidos no comiencen desde hoy mismo la b¨²squeda de la mayor¨ªa que ahora no ha sido posible. En esta ocasi¨®n el candidato deber¨ªa llegar a la nueva ronda que convoque el jefe del Estado con su obligaci¨®n cumplida, es decir, con un pacto ya negociado. Las heridas abiertas por la est¨¦ril escenificaci¨®n de estos meses constituyen un obst¨¢culo. Pero, en contrapartida, la clarificaci¨®n de los espacios pol¨ªticos, que se ha producido sobre todo en la ¨²ltima jornada de la investidura, puede ser el instrumento para superarlo. Salvo Ciudadanos, Vox y Junts per Catalunya, que se situaron deliberadamente en v¨ªa muerta, el resto de las fuerzas, incluido el Partido Popular, expresaron una u otra disposici¨®n para que este legislativo cumpla con su primer deber constitucional: investir un Ejecutivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.