Regresamos al Mediterr¨¢neo porque la gente se ahoga
Apelamos a un cambio en las pol¨ªticas migratorias de la UE que actualmente est¨¢n agravando el sufrimiento de las personas que se lanzan al mar api?adas en una barca para intentar sobrevivir
Uno de los problemas a los que se enfrentan las personas que deciden lanzarse al mar, extorsionadas, muertas de miedo y con pocas esperanzas de llegar a alg¨²n lugar concreto, es nuestra incapacidad para ponernos en su lugar. ?Qu¨¦ puede llevar a hombres, mujeres y ni?os a huir de esa manera? Sobre sus espaldas, sostienen un drama que los arroja en manos de cualquiera que les prometa llegar a un lugar donde la vida tenga valor.
En lo que va de 2019, m¨¢s de 8.400 personas han buscado seguridad en Europa cruzando el Mediterr¨¢neo central desde Libia, de las cuales m¨¢s de 576 han muerto en el intento; desde 2014, son m¨¢s de 17.000 las personas se han ahogado en el Mediterr¨¢neo, que se ha convertido en una de las fronteras m¨¢s letales del mundo.
En 2019, m¨¢s de 8.400 personas han cruzado el Mediterr¨¢neo central desde Libia, de las cuales m¨¢s de 576 han muerto en el intento
Ante este goteo constante de fallecidos, regresamos al mar como un acto humanitario, con el objetivo de salvar vidas. Hemos decidido reanudar las operaciones de b¨²squeda y rescate con el barco Ocean Viking y la ONG SOS M¨¦diterran¨¦e, nuestra socia en estas actividades. Aparte de profesionales m¨¦dicos, somos seres humanos y, desde ah¨ª, hacemos nuestro trabajo: por una cuesti¨®n de humanidad.
Regresamos al mar trece meses despu¨¦s que el Gobierno italiano impidiera por primera vez el desembarco en sus puertos de las personas rescatadas por las ONG. Y en diciembre de 2018, paramos las operaciones del Aquarius tras una campa?a sostenida de dos a?os por parte de los Gobiernos de Italia y otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea para detener la acci¨®n humanitaria en el mar.
Las consecuencias que ha tenido la falta de buques humanitarios en el Mediterr¨¢neo central durante todo este tiempo contradicen las infundadas acusaciones de que generamos un ¡°efecto llamada¡±. La realidad es que, a¨²n cuando cada vez hay menos embarcaciones humanitarias, las personas con pocas alternativas contin¨²an emprendiendo esta ruta mortal.
Regresamos al mar porque los Gobiernos europeos est¨¢n eludiendo su obligaci¨®n legal de proteger a las personas que intentan llegar a nuestras costas. La UE adem¨¢s ha cedido al sentimiento xen¨®fobo que se ha instalado en parte de Europa, y ha externalizado sus fronteras con un coste humano inaceptable.
Regresamos al mar porque la situaci¨®n en Libia se ha deteriorado en los ¨²ltimos meses. Nuestros equipos, que trabajan en lugares como Tr¨ªpoli, Misrata o Joms, nos alertan constantemente de ello. Las personas que son interceptadas en el mar y retornadas a ese pa¨ªs se exponen a un ciclo interminable de explotaci¨®n, tortura, violencia sexual y enfermedad.
A¨²n cuando hay menos embarcaciones humanitarias, las personas con pocas alternativas contin¨²an emprendiendo esta ruta mortal
Muchos de los centros de detenci¨®n en Tr¨ªpoli est¨¢n peligrosamente cerca de las l¨ªneas de frente, expuestos a los bombardeos, como ocurri¨® en Tayura el pasado julio, donde murieron m¨¢s de 60 personas. Esta tragedia puso de manifiesto la incoherencia de los inexplicables intentos de los Gobiernos europeos para presentar Libia como un lugar seguro.
Regresamos al mar porque buscar seguridad no es un crimen y salvar vidas tampoco. Criminalizar la acci¨®n humanitaria en el Mediterr¨¢neo pretende normalizar un mensaje perverso en la sociedad: que las muertes en el mar y el sufrimiento de las miles de personas atrapadas en Libia son el precio aceptable de externalizar la gesti¨®n de fronteras a terceros pa¨ªses.
La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, remarc¨® en su discurso en el Parlamento Europeo que ¡°en el mar existe la obligaci¨®n de salvar vidas¡±, que ¡°la UE tiene la obligaci¨®n moral y jur¨ªdica de hacer lo mismo¡± y que ¡°necesitamos fronteras humanas¡±. Apelamos a que la UE recoja el esp¨ªritu de las palabras de Von der Leyen y avance con medidas concretas, como la puesta en marcha de un mecanismo europeo de respuesta y desembarco seguro, e incluya la reubicaci¨®n de los migrantes y refugiados rescatados en la UE. Apelamos tambi¨¦n a que el Gobierno espa?ol apoye la coalici¨®n propuesta por el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, que apoyan ocho pa¨ªses de la UE, para participar en un mecanismo temporal de desembarcos.
Y de forma contundente tambi¨¦n solicitamos el fin inmediato de las detenciones arbitrarias de refugiados y migrantes en Libia, y su evacuaci¨®n inmediata fuera del pa¨ªs. Esto no solo es factible, como se demostr¨® con la evacuaci¨®n urgente de 300 personas entre abril y mayo, sino que es la ¨²nica opci¨®n humana, dadas las condiciones en ese pa¨ªs.
Para nosotros, salvar vidas no es negociable. Y para salvar vidas en el Mediterr¨¢neo, apelamos a un cambio en las pol¨ªticas migratorias de la UE, que actualmente est¨¢n agravando el sufrimiento de las personas que, golpeadas, violadas, se lanzan al mar api?adas en una barca para intentar sobrevivir. Nada, ni un muro, ni un oc¨¦ano, las detendr¨¢. Lo sabemos bien.
Marta Ca?as es directora general de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) Espa?a y Raquel Gonz¨¢lez es responsable de Relaciones Externas de MSF Espa?a.
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