Plan de choque en Ciencia
La sociedad espa?ola necesita un estatuto del investigador para desbloquear las trabas al desarrollo tecnol¨®gico
Todo parece indicar que nuestro sistema nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa (CyT) ha quedado obsoleto. As¨ª lo muestra el segundo Informe sobre la Ciencia y la Tecnolog¨ªa en Espa?a, recientemente presentado por la Fundaci¨®n Alternativas, en el que se exponen los serios problemas estructurales de nuestro sistema de CyT que nos impiden competir con otros pa¨ªses en este ¨¢mbito. Sufrimos m¨¢s en momentos de una revoluci¨®n socioecon¨®mica que descansa en la ciencia y la tecnolog¨ªa. Los ejemplos de cambio son claros, el m¨¢s llamativo el de China, que en 25 a?os ha pasado de estar por detr¨¢s de Espa?a en I+D a adelantar a EE?UU en campos tan necesarios como la inteligencia artificial o la materia condensada, base, entre otras tecnolog¨ªas, del reto digital. En un contexto de globalizaci¨®n, un pa¨ªs que aspire a no ser subalterno requiere de liderazgo cient¨ªfico internacional, al menos en algunos campos estrat¨¦gicos.
Otros art¨ªculos de los autores
Espa?a puede tener oportunidades en varios ¨¢mbitos, bien por ventaja geoestrat¨¦gica (como es el caso de la conservaci¨®n del medio ambiente), o bien por disponer de una masa cr¨ªtica que pueda evolucionar en poco tiempo hasta niveles internacionalmente competitivos (comunicaciones, biomedicina, supercomputaci¨®n, sanidad animal, etc¨¦tera). Para conseguir alcanzar este nivel de eficiencia, hay que detectar y modular los cuellos de botella estructurales de nuestro sistema de CyT y ponerles remedio en el menor tiempo posible.
Tal y como expresa el informe, las v¨ªas de acci¨®n necesarias son muchas y variadas. Pero en aras a la brevedad, conviene destacar tres ejes principales: financiaci¨®n, gesti¨®n y un plan estrat¨¦gico a largo plazo. La creaci¨®n del Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades en junio de 2018 abri¨® la esperanza a que estos problemas pudieran resolverse en un plazo razonable. Sin embargo, hasta el momento no parece que el ministerio haya alcanzado la din¨¢mica o velocidad de crucero (implementando las medidas suficientes) para resolver estos tres graves problemas.
Se puede argumentar que mientras no haya nuevos presupuestos no se puede hablar de financiaci¨®n. Esta premisa es incorrecta. En los ¨²ltimos a?os, se dejaron sin emplear el 60%-70% de los fondos asignados y todo parece indicar que en 2019 pasar¨¢ lo mismo. Es esencial que el nuevo ministerio, con la necesaria colaboraci¨®n del de Hacienda, consiga recuperar hasta el ¨²ltimo euro de lo que fue presupuestado para CyT. Para ello es necesario que todos los fondos destinados a proyectos financieros no ejecutados se conviertan en proyectos no financieros, es decir, en subvenciones. Esta decisi¨®n permitir¨ªa aliviar significativamente la asfixia econ¨®mica que lleva sufriendo la ciencia espa?ola desde 2008.
Habr¨ªa que revertir la desindustrializaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola y mejorar el apoyo a los sectores empresariales m¨¢s innovadores
La falta de financiaci¨®n no ha sido el ¨²nico problema durante la ya conocida como ¡°d¨¦cada perdida¡± (2009-2019). La grave dejaci¨®n por parte de los Gobiernos precedentes sin ministerio especifico responsable de CyT ha permitido que se aplicaran al sistema de CyT las normas y restricciones de austeridad generales adoptadas para la Administraci¨®n, sin tener en cuenta los claros elementos diferenciales del mismo. Esto ha supuesto un estrangulamiento de la gesti¨®n cient¨ªfica que hoy representa un escollo insalvable para el progreso del sistema de CyT.
Quien asuma el nuevo ministerio debe poner como prioridad llegar a un acuerdo con los de Hacienda y Administraciones P¨²blicas para aprobar un estatuto del investigadorque desbloquee las innecesarias trabas que en estos momentos sufre la gesti¨®n del sistema de CyT. La Administraci¨®n debe aceptar de una vez por todas las peculiaridades del sistema de investigaci¨®n y desarrollo (I+D) imitando los modelos internacionales de ¨¦xito como el Reino Unido o EE?UU.
Es esencial que los responsables de ministerio desarrollen un plan estrat¨¦gico a largo plazo con claras prioridades que nos permitan dejar atr¨¢s el da?o sufrido durante la ¨²ltima d¨¦cada. Un problema fundamental es la generaci¨®n y captaci¨®n de capital humano. La edad media de nuestros cient¨ªficos es muy elevada y si no se repone con investigadores j¨®venes podr¨ªa originarse un colapso en pocos a?os. La necesaria y obligada renovaci¨®n puede suponer una gran oportunidad si este vac¨ªo se llena, sin aluviones, con j¨®venes bien formados, tanto espa?oles como extranjeros.
Seguimos sin alcanzar el tren de las sociedades cient¨ªficas avanzadas, que se mueve a gran velocidad. Habr¨ªa que revertir la desindustrializaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola y mejorar el apoyo a los sectores empresariales m¨¢s innovadores y con mayor capacidad tecnol¨®gica sin olvidar las dimensiones ¨¦ticas que estos retos suponen. Un plan de choque para salvar el sistema espa?ol de CyT es inexcusable si no queremos quedarnos atr¨¢s. Har¨¢ falta que exista la suficiente voluntad pol¨ªtica para poder ejecutarlo. No apostar por una sociedad del conocimiento es simplemente suicida en el siglo XXI.
Vicente Larraga es profesor de Investigaci¨®n del CSIC y Emilio Mu?oz Ruiz fue presidente del CSIC.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.