El agua de Marte
El agua de la Luna nos permitir¨¢ ir a Marte, y el agua de Marte nos permitir¨¢ quedarnos
La presencia de grandes cantidades de agua congelada en los polos de la Luna facilitar¨¢ enormemente su eventual colonizaci¨®n, como vimos la semana pasada. Y su extracci¨®n ser¨ªa relativamente sencilla: mediante un sistema de espejos, se podr¨ªa dirigir la potente radiaci¨®n solar que ba?a la superficie del sat¨¦lite sin atm¨®sfera a una zona de la masa de hielo, para licuarla o evaporarla, o para descomponerla en ox¨ªgeno e hidr¨®geno. Ox¨ªgeno para respirar, sobre todo, pero tambi¨¦n para numerosos usos industriales, e hidr¨®geno reutilizable como combustible.
La uni¨®n de agua en abundancia, energ¨ªa solar potente e inagotable y baja gravedad permitir¨ªa terraformar parcialmente el interior de algunos cr¨¢teres o algunas cuevas, con lo que no solo se facilitar¨ªa la colonizaci¨®n de la Luna, sino tambi¨¦n, indirectamente, la de Marte, el siguiente paso m¨¢s veros¨ªmil en nuestra expansi¨®n espacial.
?Qu¨¦ requisitos m¨ªnimos deber¨ªa cumplir un campamento marciano para garantizar la supervivencia de un ser humano durante un tiempo prolongado?
La baja gravedad lunar, un sexto de la terrestre, tiene ventajas sobre las dos situaciones gravitatorias vividas hasta ahora por los humanos: la gravedad normal de la superficie de la Tierra y la gravedad cero de la estaci¨®n espacial. Se ha hablado a menudo de una hipot¨¦tica miner¨ªa en los asteroides, cuya gravedad pr¨¢cticamente nula parece hacer muy f¨¢cil la extracci¨®n y el transporte de los minerales; pero esta ventaja quedar¨ªa neutralizada por la necesidad de anclar las instalaciones -y a las personas- a la superficie de unos cuerpos de atracci¨®n insignificante, as¨ª como de evitar que los materiales extra¨ªdos se dispersaran en el espacio. Una gravedad un sexto de la terrestre es suficiente para garantizar un buen anclaje, a la vez que reduce considerablemente la energ¨ªa necesaria para todo tipo de tareas.
Pero, como contrapartida, uno de los mayores inconvenientes para la instalaci¨®n de una colonia lunar permanente ser¨ªa el efecto de la baja gravedad en el organismo humano. ?C¨®mo se podr¨ªan evitar o reducir al m¨ªnimo los problemas fisiol¨®gicos ocasionados por una larga permanencia en la superficie lunar?
?Patatas en Marte?
El trabajo coordinado de una colonia lunar y una estaci¨®n espacial har¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil, seguro y barato el env¨ªo de una expedici¨®n a Marte. Aun as¨ª, el env¨ªo de grandes cantidades de suministros ser¨ªa prohibitivo, por lo que la viabilidad de una colonia marciana estar¨ªa supeditada, una vez m¨¢s, a la presencia de agua f¨¢cilmente accesible.
Por suerte, y al igual que en la Luna, en Marte hay enormes cantidades de hielo, y tambi¨¦n una peque?a cantidad de vapor de agua (un 0,01 %) en la tenue atm¨®sfera marciana.
En la pel¨ªcula El marciano, de Ridley Scott (basada en la hom¨®nima novela de Andy Weir), un n¨¢ufrago espacial sobrevive en la superficie del planeta rojo cultivando patatas que abona con sus propios excrementos. ?Ser¨ªa posible tal proeza del reciclaje? ?Qu¨¦ requisitos m¨ªnimos deber¨ªa cumplir un campamento marciano para garantizar la supervivencia de un ser humano durante un tiempo prolongado? Invito a mis sagaces lectoras/esa colaborar en la conquista de Marte con sus ideas terraformadoras.
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos Maldita f¨ªsica, Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.
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