Vox entra en acci¨®n

El diablo est¨¢ en los detalles. Y uno de los mayores peligros es quitarles importancia y tratarlos como cosa secundaria, pues si se van deshilvanando una a una las min¨²sculas costuras de un sistema es el sistema entero el que termina y¨¦ndose abajo. El martes, Vox frustr¨® en el Senado una declaraci¨®n institucional de apoyo a los afectados por los incendios en Gran Canaria. El argumento fue que en la misma hab¨ªa una referencia al cambio clim¨¢tico y que esta operaba ah¨ª como una repetici¨®n de ¡°consignas progres¡±. La declaraci¨®n solo pod¨ªa salir adelante por unanimidad. Francisco Jos¨¦? Alcaraz, el senador del partido de extrema derecha, se neg¨® a apoyarla. No es la primera vez que ocurre. En una ocasi¨®n anterior Vox fren¨® una declaraci¨®n institucional contra la homofobia en el deporte. Defendieron su negativa insistiendo en razones parecidas: la consideraron un ¡°panfleto ideol¨®gico¡± y la acusaron de pretender ¡°colar la ideolog¨ªa de g¨¦nero por la puerta de atr¨¢s¡±.

Se trata, sin duda, de asuntos sin consecuencias directas. Las declaraciones institucionales no tienen traducci¨®n en medidas concretas. Pero no son hechos intrascendentes, porque esas declaraciones operan precisamente como el recurso que sirve para soldar de nuevo, en torno a asuntos en los que se han construido a lo largo del tiempo consensos duraderos, a unas fuerzas pol¨ªticas habitualmente enfrentadas en los conflictos pol¨ªticos cotidianos. Apoyar a quienes han padecido los rigores de unas llamas que han asolado cerca de 12.000 hect¨¢reas; procurar evitar cualquier tipo de marginaci¨®n ¡ªsexual, en el caso de la homofobia¡ª en un ¨¢mbito, como el del deporte, que precisamente invita a la participaci¨®n de todos, m¨¢s all¨¢ de cualquier diferencia son, deben ser, prop¨®sitos un¨¢nimes. En una democracia debe haber algunas cuestiones que queden por encima de las batallas partidistas. Y Vox ha entrado en acci¨®n justamente para erosionar esos consensos. Es ah¨ª donde la ideolog¨ªa, la de extrema derecha, se ha puesto precisamente de manifiesto. El cambio clim¨¢tico est¨¢ respaldado por el peso abrumador de las investigaciones cient¨ªficas, y la igualdad forma parte del esp¨ªritu constitucional. Solo una ideolog¨ªa ultramontana e impositiva puede negar estos principios.

Todas estas actitudes, de las que Vox ha hecho su principal bandera ideol¨®gica,est¨¢n destinadas a sacar r¨¦dito propagand¨ªstico de unos gestos, pretendidamente heterodoxos y atrevidos contra posiciones que tachan de progresistas, y por eso debilitan a las fuerzas democr¨¢ticas en su conjunto. El Senado ha tenido ya que renunciar a dos declaraciones institucionales sensatas y dignas de apoyo un¨¢nime, basadas en principios constitucionales. El responsable fue Vox. Las fuerzas que cuentan con su apoyo deber¨ªan tomar nota.