¡°Te vendo la Thermomix, pero quiero visitarla de vez en cuando¡± y otros disparates que pasan en Wallapop
Algunos usuarios de la m¨¢s popular aplicaci¨®n de compraventa entre particulares cuentan las an¨¦cdotas m¨¢s locas
Fundada en 2013 por tres veintea?eros en una habitaci¨®n de Barcelona, en poco m¨¢s de cinco a?os Wallapop se ha convertido en una de las plataformas m¨¢s utilizadas para compraventas entre particulares. Su ¨¦xito es tal que un informe digital asegura que, entre los usuarios de smartphones de Espa?a (un 86% de la poblaci¨®n) que han descargado en su aparato una aplicaci¨®n de compras, un 22% usa Wallapop.
Seg¨²n la compa?¨ªa, el producto m¨¢s ofertado en Wallapop es la ropa. Solo en abril se subieron m¨¢s de 250.000 prendas. Pero el art¨ªculo m¨¢s vendido, afirman, son las mesas, seguido de las bicicletas y la ropa.
Con tanto tr¨¢fico, en lo que tambi¨¦n se ha convertido Wallapop es en una fuente inacabable de an¨¦cdotas. Tantas que hasta ha surgido una web, wallapuff, en la que se recopilan las historias de los usuarios. Nosotros hemos consultado por nuestra cuenta y estas son las historias que han surgido.
-Voy a comprar una bici y me venden servicios sexuales
Alejandro, desempleado, Madrid, 43 a?os: "Encontr¨¦ una bici en Wallapop muy bien de precio, que era justo lo que buscaba. Escrib¨ª al vendedor dici¨¦ndole que estaba interesado en ella y me dijo que mejor le escribiera a su tel¨¦fono m¨®vil porque el chat de la aplicaci¨®n no funcionaba muy bien. As¨ª proced¨ª. Cuando le mand¨¦ un WhatsApp dici¨¦ndole que era el que estaba interesado en el anuncio me pas¨® cinco fotos de mujeres en ropa interior. Acto seguido me mando otro WhatsApp dici¨¦ndome que eran 100 euros la hora. Sal¨ª al paso como pude respondiendo que me refer¨ªa al anuncio de la bici y entonces s¨ª, me pas¨® fotos y precio de la bici. No la compr¨¦ y bloque¨¦ su n¨²mero de tel¨¦fono. Me dio mal rollo¡".
-Te vendo la Thermomix..., pero voy de vez en cuanto a verla porque le tengo mucho aprecio
Jos¨¦, ingeniero inform¨¢tico, Madrid, 41 a?os: "Un t¨ªo de cincuenta y tantos vend¨ªa una Thermomix, bien de precio, pr¨¢cticamente nueva y con un vaso extra gratis. Hab¨ªa encargado el nuevo modelo y quer¨ªa vender el antiguo. Pero ten¨ªa mucho apego a su antigua Thermomix y le daba mucha pena despedirse de ella. Entonces se dedic¨® a hacer una especie de casting para asegurarse de que la compraba 'una buena familia'. Como el precio era bueno, accedimos a lo que quer¨ªa, que era venir a casa con ella a cuestas desde Pinto [periferia de Madrid] al centro en tren, hacer una demostraci¨®n con una receta, y dar la brasa mientras. Al poco tiempo empez¨® a escribir, que la echaba de menos, que si se la vend¨ªamos. Dejamos de contestar porque ol¨ªa ya todo a chamusquina. Al mes caduc¨® la suscripci¨®n de las recetas. Yo ten¨ªa la m¨ªa pagada, pero hace falta migrar la contrase?a. El caso es que el tipo no la liberaba y me toc¨® acceder a que viniera a mi casa 'a comprobar una cosa'. Vamos que quer¨ªa verla otra vez. Hasta le dije que le diera un abrazo de despedida".
-Me compro a m¨ª mismo para que no me compren otros
Jota, profesor de ingl¨¦s, Madrid, 37 a?os: "Contacta conmigo un chico, interesado en todas las prendas de una misma marca (nacional) que vendo; insiste de todas las maneras posibles en que le env¨ªe todo a Valencia, ofreci¨¦ndome hasta m¨¢s dinero del que ped¨ªa. Al tiempo, descubro que esa persona trabaja para esa marca y me entero de que su trabajo es hacerse con todo lo que se venda de segunda mano, para evitar que haya un mercado de ese tipo y que la gente consuma esa marca solo nueva".
-P¨ªsame con tus botas y otras historias de fetichismo
Eva, Asturias, licenciada en Bellas Artes y Dise?o, 24 a?os: "En una ocasi¨®n vend¨ªa unas botas y uno me pregunt¨® si pod¨ªa alquilarlas. Lo que quer¨ªa era que yo me las pusiese y le pisase. Cuanto m¨¢s fuerte, mejor. Y quer¨ªa que fuese por sesiones. Tambi¨¦n hubo una ¨¦poca en la que vend¨ªa unos camisones de lencer¨ªa noventeros de mi madre. Hice unas fotos y las sub¨ª. Y me preguntaron si ten¨ªa tambi¨¦n bragas que me pagaban 20 euros por prenda. Que eran 40 si yo le mandaba las bragas usadas. Y me pagaba m¨¢s si me las pon¨ªa tres d¨ªas, le mandaba fotos m¨ªas con ellas puestas cada d¨ªa y se las entregaba en persona. Era como prostituir mi olor personal. Otros me pidieron medias usadas. He visto gente que lo hace. En general, hay gente de todo tipo. Por ejemplo, gente que me compraba cosas diciendo que eran para su mujer, pero no creo que fuera para su mujer. Y la gente es muy r¨¢cana tambi¨¦n, te racanean hasta 90 c¨¦ntimos".
-Te vendo la cazadora que previamente te he robado
Marcos, ingeniero aeron¨¢utico, Alcorc¨®n, (Madrid), 24 a?os: "Un amigo de la universidad se compr¨® una cazadora de 600 euros y se la robaron del caj¨®n de la moto. Se puso a buscar y la encontr¨® en Wallapop. Hizo el perfil de una chica, le dijo al vendedor que era para su hermano, qued¨® con ¨¦l y nos llam¨® a algunos amigos para que le acompa?¨¢ramos. Nos juntamos 12 o 13. Nos dividimos, ¨¦l se qued¨® en un sem¨¢foro y nosotros nos colocamos cerca. Escribi¨® al vendedor y le dijo que se ten¨ªa que ir, pero que se quedaba su hermano. El tipo vino, un flipado en un BMW. Hab¨ªamos quedado que la miraba y si era la suya se la pon¨ªa. Esa era la se?al para que fu¨¦ramos todos. Se la puso, y le dijo que vaya casualidad, que a ¨¦l le hab¨ªan robado una igual. El t¨ªo se empez¨® a poner agresivo. Entonces fuimos todos embalados. Le dijimos que ¨ªbamos a la comisar¨ªa a aclararlo con la polic¨ªa. El t¨ªo dijo que ten¨ªa prisa, que no, que le devolvi¨¦semos la cazadora. Le dijimos que no y le dimos una direcci¨®n de correo electr¨®nico: si mandaba all¨ª la factura se la devolv¨ªamos sin problema. Nos fuimos cada uno por nuestro lado y no se volvi¨® a saber nada".
-Te vendo billetes falsos
Eduardo, promotor musical, Madrid, 40 a?os: "Yo una vez vi a uno que vend¨ªa dinero. Vend¨ªa billetes de 50 euros por 20 euros. Est¨¢ claro que eran billetes falsos".
-Te vendo una estanter¨ªa y, si quieres, una ristra de calzoncillos "seminuevos"
Jos¨¦ Ram¨®n, t¨¦cnico de sistemas, Madrid, 43 a?os: "Le compr¨¦ una estanter¨ªa a un tipo, que me dijo que mirara su perfil por si me interesaba algo m¨¢s. Pues bien, en su perfil solo hab¨ªa calzoncillos 'seminuevos' de colores alegres que seg¨²n ¨¦l pod¨ªa probarme sin compromiso. Alegu¨¦ que soy una persona cl¨¢sica y que mi ropa interior es toda blanca, pagu¨¦ la estanter¨ªa y me fui. Otra an¨¦cdota curiosa es de un tipo de unos 60 a?os (el anterior tendr¨ªa poco m¨¢s de 20), que se cruz¨® Madrid en taxi para comprarme una estanter¨ªa de CDS de Ikea que nueva vale 30 euros por 15, y que la vuelta se la iba a hacer en taxi tambi¨¦n. Aparte de eso, se empe?aba en invitarme a comer 'por mi amabilidad'. Tampoco acced¨ª, lo dejamos 'para otra vez".
-?Cu¨¢nta gente cabe en una tienda de campa?a... de Geyperman?
Miquel, periodista, Barcelona, 55 a?os: "Yo vend¨ªa una tienda de campa?a de juguete de Geyperman y un tipo me pregunt¨® de cu¨¢ntas plazas era. Lo mismo con un uniforme de soldado ingl¨¦s para el mismo mu?eco, que me preguntaron de qu¨¦ talla era".
-Tras 45 minutos de plant¨®n regal¨¦ la PlayStation
Cristina, creativa de publicidad, Barcelona, 35 a?os: "Estaba liada con una mudanza y qued¨¦ con uno en una parada de metro para venderle una PlayStation y muchos juegos por 30 euros. Me puse a esperar al lado de un vendedor ambulante de cinturones que me pregunt¨® por la Play. Diez minutos esperando y le llamo, suena como resoplando, como si caminara r¨¢pido y me dice que est¨¢ llegando. 15 minutos m¨¢s y me llama. Igual, me dice que ya viene que ten¨ªa un recado y que est¨¢ llegando por la plaza. Otros 20 minutos m¨¢s al sol esperando, ya s¨²per amiga del t¨ªo de los cinturones y mega cabreada le llamo y me dice que viene por la calle¡ '?Qu¨¦ calle?¡', 'la de atr¨¢s, la paralela¡', 'ya, ?pero cu¨¢l? ?c¨®mo se llama?'. Bip, fin de la llamada. Le di la Play al vendedor para su hijo y me volv¨ª a mi mudanza".
-No te vendo nada, te entretengo y (si aguantas un poco m¨¢s) te atraco
?lex, publicista, Madrid, 37 a?os: "Una se?ora me dice que tiene una cosa que busco. Cuando llego, no sabe ni que es lo que busco, ni parece haberlo o¨ªdo en su vida. En su lugar, intenta venderme un tebeo de Mortadelo y Filem¨®n destrozado, edici¨®n b¨¢sica actual de quiosco por entregas, m¨¢s caro de lo que vale nuevo con tapas duras. Tambi¨¦n intenta venderme una de las banderas que dan gratuitamente en el Bernab¨¦u y alrededores en la previa a los partidos, por unos 20 euros. Me fui corriendo -sin decir ni adi¨®s- y la bloque¨¦ en cuanto cog¨ª dos manzanas de ventaja: sigo convencido de que estaba ganando tiempo mientras ven¨ªan sus compinches a atracarme".
-Solo quiero la coquilla si la usas antes
Lorenzo, entrenador personal, Madrid, 37 a?os: "Hace unos meses puse a la venta una coquilla [protector de test¨ªculos cuando se hacen deportes de contacto, como k¨¢rate] sin estrenar y me escribi¨® un chico pregunt¨¢ndome si estaba usada. Le contest¨¦ que tal y como dec¨ªa en el anuncio estaba nueva. Me respondi¨® que entonces no estaba interesado y que solo me la compraba si la usaba antes. No lo hice. A veces me pienso cu¨¢nto dinero pod¨ªa haberle pedido por ello y en que igual me hubiera merecido la pena satisfacer sus deseos fetichistas".
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