Vuelve Italia

El acuerdo para la formaci¨®n de un Gobierno con un papel preponderante de la socialdemocracia supone una vuelta a la normalidad institucional en Italia y adem¨¢s representa un beneficio para Europa. La desastrosa gesti¨®n del anterior Ejecutivo de car¨¢cter antisistema y eur¨®fobo, en la que tuvo un protagonismo esencial la extrema derecha, ha deteriorado notablemente tanto el panorama pol¨ªtico italiano como importantes estrategias europeas, en un momento de redefinici¨®n de la UE en el que adem¨¢s se afrontan importantes desaf¨ªos.

Toca ahora al Ejecutivo que presidir¨¢ Giuseppe Conte ¡ªel n¨²mero 67 del pa¨ªs transalpino desde el final de la Segunda Guerra Mundial¡ª encauzar las dif¨ªciles situaciones generadas por el aventurerismo y la estrategia de confrontaci¨®n con que ha marcado la pol¨ªtica italiana en el ¨²ltimo a?o el l¨ªder de la Liga y vicepresidente y ministro del Interior del Gobierno saliente, Matteo Salvini.

Pero queda mucho por hacer. El encargo de formaci¨®n de Gobierno realizado el mi¨¦rcoles por el presidente Sergio Mattarella es apenas el primer paso en una complicada tarea para revertir la situaci¨®n creada. De hecho, el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) seguir¨¢ presente en el Gobierno, pero tanto sus aspiraciones como su actitud deber¨¢n ser muy diferentes de lo acontecido hasta ahora. La ruptura con Salvini y la negociaci¨®n con el socialdem¨®crata Partido Democr¨¢tico (PD) ¡ªculminada a pesar de las dificultades internas generadas por los sectores m¨¢s radicales de la formaci¨®n populista¡ª ya han sido una muestra de ello. Las palabras del l¨ªder del M5S, Luigi Di Maio, rechazando rotundamente cualquier posibilidad de nuevo acuerdo con la Liga y renunciando ¡°al trabajo realizado¡± durante los 14 meses reflejan un cambio de actitud realista, que sin duda ayuda a la gobernabilidad del pa¨ªs.

Europa podr¨¢ por fin contar finalmente con uno de sus Estados miembros m¨¢s relevantes para abordar temas tan complejos y que necesitan un amplio acuerdo, como la crisis migratoria o la definici¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas. El da?o hecho en este sentido por la extrema derecha es amplio. No se trata solo de una cuesti¨®n de confianza, sino de un estudiado sabotaje a procesos importantes en el proyecto com¨²n. Los repetidos intentos de Salvini de dinamitar consensos en torno a estas cuestiones, en aras de una pretendida defensa de los intereses nacionales, han retrasado y complicado estrategias y acuerdos que es necesario culminar sin dilaciones innecesarias. La cerraz¨®n y la confrontaci¨®n ¡ªcuando no el insulto al rival, ya fuera este nacional o extranjero¡ª caracter¨ªsticas de Salvini no han da?ado solo a Europa, sino, sobre todo, a la misma Italia.

En cualquier caso, la situaci¨®n institucional sigue siendo muy complicada. Que Salvini no haya logrado su objetivo de disolver el Parlamento e ir inmediatamente a elecciones no significa que haya que descartar completamente este escenario. El nuevo Ejecutivo deber¨¢ esforzarse por marcar las diferencias con el anterior no solo en las formas, sino tambi¨¦n en la efectividad a la hora de obtener buenos resultados para Italia. Se trata de la manera m¨¢s efectiva de mostrar a los votantes que el buen Gobierno de un gran pa¨ªs no consiste en movimientos cortoplacistas y ocurrencias en las redes sociales, sino en la gesti¨®n seria respetando las reglas del juego democr¨¢tico.