Suiza no teme un Brexit duro
Berna ha negociado un plan de salida con Londres v¨¢lido incluso aunque se produzca una ruptura abrupta con la UE
Desde que Boris Johnson gobierna el Reino Unido, el Brexit duro ya no es un escenario hipot¨¦tico, sino el objetivo declarado del nuevo inquilino del 10 de Downing Street. Por su parte, la UE finge tomarse las cosas con flema brit¨¢nica. Se ha preparado para lo peor. El Parlamento y la Comisi¨®n ya han aprobado 18 propuestas legislativas. Esta ¨²ltima reconoce, sin embargo, que la falta de acuerdo ¡°provocar¨¢ importantes trastornos a ciudadanos y empresas, y tendr¨¢ graves repercusiones econ¨®micas¡±. Aunque se consuela a?adiendo que el Reino Unido lo pasar¨¢ peor que los 27 miembros de la UE. Pero no puede relajarse mucho. Los planes perge?ados se basan en gran parte en reglamentos, procedimientos de urgencia y medidas temporales, algunas de las cuales dependen de lo que haga el exsocio brit¨¢nico.
Hay un pa¨ªs en Europa que, por su parte, no teme un Brexit duro. Y con raz¨®n. Este pa¨ªs no dud¨® en firmar unos acuerdos preventivos con los brit¨¢nicos para que todo fuese como la seda en caso de ruptura de las negociaciones entre estos y la UE. El pa¨ªs en cuesti¨®n, que ahora solo tiene que apretar un bot¨®n para activar su plan B, es Suiza. ?Qu¨¦ milagro lo hizo posible? Digamos que el Gobierno de coalici¨®n helv¨¦tico anticip¨® muy bien la jugada.
Volvamos la vista atr¨¢s. El 23 de junio de 2016, Europa est¨¢ conmocionada. Los brit¨¢nicos han decidido abandonar la UE por casi un 52% de los votos emitidos. Alarma general en el Gobierno suizo, que se toma la noticia muy en serio. No es de extra?ar, dado que las votaciones populares sobre los grandes asuntos pol¨ªticos forman parte del ADN nacional. El Ejecutivo elabora r¨¢pidamente una estrategia. Objetivo: continuar su relaci¨®n con el Reino Unido sin tropiezos ni vac¨ªos jur¨ªdicos. Una especie de Brexit indoloro. El plan de batalla, adoptado ya en octubre de 2016, se llama Mind the gap, que podr¨ªamos traducir libremente como ¡°cuidado con el agujero¡± o ¡°atenci¨®n a la brecha¡±.
El acuerdo prev¨¦ que nada cambie para los 34.500 suizos que viven en el Reino Unido ni para los 43.000 brit¨¢nicos residentes en Suiza
La maquinaria diplom¨¢tica se pone en marcha. Suizos y brit¨¢nicos entablan unas negociaciones tan intensas como discretas. Unas veces, un ministro helv¨¦tico visita Londres; otras, su hom¨®logo brit¨¢nico aparece en Berna. A partir de finales de 2018, alcanzan diversos acuerdos (comercio, seguros, transportes, derechos de los ciudadanos). El ¨²ltimo ata?e al acceso mutuo a los respectivos mercados laborales, y se firma a comienzos de julio de 2019.
Y todo ello sin mayores alharacas y sin esas puestas en escena espectaculares tan del gusto de Macron o de Salvini. ?Por qu¨¦ esta discreci¨®n? El Gobierno suizo deb¨ªa evitar ofender a la UE negociando demasiado abiertamente con el ¡°renegado¡± brit¨¢nico. Sobre todo porque el pa¨ªs alpino ya ten¨ªa grandes problemas con la UE, que lleva a?os presion¨¢ndolo para firmar un acuerdo marco, por ahora en vano.
Resumiendo... Ahora que el Brexit duro se acerca a toda velocidad, Suiza tiene la suerte de disponer de un plan operativo negociado y firmado con Londres durante el mandato de Theresa May. ?Qu¨¦ contiene? He aqu¨ª unas pinceladas. Nada cambiar¨¢ para los 34.500 suizos que viven en el Reino Unido ni para los 43.000 brit¨¢nicos residentes en Suiza. Los derechos adquiridos quedan garantizados. Esto incluye, por ejemplo, los permisos de residencia, las prestaciones sociales o el reconocimiento de las cualificaciones profesionales.
Para los reci¨¦n llegados, el Brexit duro implicar¨¢ unas nuevas reglas. Los suizos que deseen establecerse al otro lado del canal de la Mancha tendr¨¢n que registrarse a partir del tercer mes y obtendr¨¢n un permiso de residencia de tres a?os. A partir de ah¨ª, todo depender¨¢ de la futura ley de inmigraci¨®n del Reino Unido. En cuanto a los brit¨¢nicos, el Gobierno suizo ha decidido concederles un m¨¢ximo de 3.500 permisos durante el primer a?o, cupo que se revisar¨¢ anualmente.
Por otra parte, ambos pa¨ªses se reconocen los mismos derechos de acceso al mercado laboral. Nada cambiar¨¢ en lo tocante a los transportes a¨¦reo y terrestre. Tanto las rutas a¨¦reas como el transporte terrestre de mercanc¨ªas y personas quedan garantizados. Tampoco har¨¢ falta visado ni en un sentido ni en otro. En el ¨¢mbito comercial, el texto firmado recoge lo que ya exist¨ªa.
As¨ª pues, aunque Suiza no teme el Brexit, tampoco le interesa que las cosas se descontrolen entre su primer socio comercial, la UE, y su querido amigo, el Reino Unido. He aqu¨ª por qu¨¦, seg¨²n el diario Tages-Anzeiger, el pa¨ªs helv¨¦tico estar¨ªa abogando por acoger al Reino Unido en el seno de la Asociaci¨®n Europea de Libre Cambio (AELC), lo que tal vez animar¨ªa a los brit¨¢nicos a dejarse tentar por el Espacio Econ¨®mico Europeo (EEE), un acuerdo de acceso al mercado entre la UE y la AELC. Por el momento, el Reino Unido se ha negado para no comprometer su margen de maniobra. ?Ser¨¢ un no definitivo?
Arthur Grosjean es corresponsal pol¨ªtico de la Tribune de Gen¨¨ve.
Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva.
? Lena (Leading European Newspaper Alliance)
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