?Qu¨¦ fue de la regeneraci¨®n?
La ventana de oportunidad para reformas profundas contra la corrupci¨®n se cierra poco a poco a la sombra del neobipartidismo
![El l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el Congreso de los Diputados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EBMQMW2TQU7H3WY5BRWP2C2PY4.jpg?auth=48db0341c7bb0044e493e2e36c7bc6d4b9f529a0dfcbf7860d8cadcd36a16189&width=414)
Esperanza Aguirre controlaba la caja b del PP madrile?o. Esa es, al menos, la opini¨®n del juez instructor del caso P¨²nica. Que, como la mayor¨ªa de las causas recientes o presentes sobre corrupci¨®n en Espa?a, versa sobre la financiaci¨®n ilegal de los partidos pol¨ªticos. Es por tanto sorprendente la paulatina desaparici¨®n de este tema del debate, tanto en su momento electoral como en la negociaci¨®n de nuevos Gobiernos. M¨¢s a¨²n cuando Ciudadanos y Podemos son partidos que nacieron al calor de una p¨¦rdida masiva de confianza de los votantes en la capacidad de las viejas formaciones para evitar la podredumbre institucional.
Sin embargo, morados (primero) y naranjas (m¨¢s tarde) se han ido dejando las l¨ªneas rojas sobre corrupci¨®n por el camino. Es cierto que Cs pudo mantener durante m¨¢s tiempo las exigencias porque dispon¨ªa de mayor poder de negociaci¨®n. Mientras permaneci¨® en el centro, con opciones de pactos a ambos lados del espectro, pudo abanderar la regeneraci¨®n. Pero al convertirse en la versi¨®n de Podemos para la derecha (esto es, un nuevo socio minoritario de un viejo partido mayoritario) ha acabado por priorizar las cuestiones ideol¨®gicas sobre los cambios institucionales.
Pero, incluso compitiendo dentro de un bloque, ?por qu¨¦ no usar lo que m¨¢s te diferencia del adversario para marcar tu propio territorio? La ausencia de arrojo estrat¨¦gico es llamativa, y solo puede explicarse precisamente por el miedo a innovar pol¨ªticamente. En sus purgas internas, tanto Rivera como Iglesias se han deshecho de quienes pon¨ªan el acento en la ruptura de los ejes tradicionales de competici¨®n, qued¨¢ndose en cambio con estrategias m¨¢s conservadoras para conseguir votos en las fuentes ideol¨®gicas habituales.
Es as¨ª como la ventana de oportunidad para reformas profundas contra la corrupci¨®n que se abri¨® entre 2011 y 2015 se cierra poco a poco ahora a la sombra del neobipartidismo. Pero la creciente marejada de voto ¨²til hacia los viejos partidos deber¨ªa poner en guardia a los nuevos. Quiz¨¢s para sobrevivir necesitan recuperar algo de aquel impulso de cambio que les dio su primera oportunidad electoral hace ya media d¨¦cada. La financiaci¨®n de sus adversarios, principal punto d¨¦bil organizativo del bipartidismo original durante una crisis de representaci¨®n cuyo recuerdo vuelve con cada nueva causa judicial abierta, no parece un mal ¨¢ngulo para retomar el ataque. @jorgegalindo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Jorge Galindo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9fcc451a-d90e-47a2-bb2d-b03b3b1fb58d.png?auth=f215b5a4fd06368b299f148cb39e3c56a3e2ab06ccae495bc5a7c3c81d412aa9&width=100&height=100&smart=true)