Complicidad a prueba de turbulencias
LA AMISTAD, como el amor, brota en los sitios m¨¢s insospechados. La de Beatriz Guasch, piloto de 47 a?os, y Eva Mart¨ªnez, sobrecargo de 40, lo hizo a 10.000 metros de altura, en un avi¨®n de Iberia que cubr¨ªa la ruta Madrid-Vigo. Era verano de 2016 y, desde entonces, su complicidad no ha parado de crecer. Se consideran inseparables, y lo ser¨ªan a¨²n m¨¢s si no fuera porque su compa?¨ªa solo les programa destinos conjuntos una vez al mes. Funcionan con precisi¨®n de reloj suizo. ¡°Solo con mirarnos sabemos lo que queremos¡±, aseguran, sentadas junto a sus sempiternas maletas en la sala vip de la aerol¨ªnea en la T4 de Barajas. En media hora embarcan rumbo a Par¨ªs, y al d¨ªa siguiente hacen escala en Vigo, ciudad que entrelaz¨® sus destinos hace tres a?os.
Lucen uniformes de aire ?vintage que recuerdan a aquellos carteles publicitarios de los cincuenta, cuando volar era un lujo reservado a las ¨¦lites. Cuatro barras doradas y una estrella en cada manga de su americana identifican a Guasch como comandante e instructora y dejan claro qui¨¦n es la jefa cuando el avi¨®n alza el vuelo. ¡°La confianza no implica traspasar jerarqu¨ªas. Betty es la que pauta todo el viaje¡±, aclara Mart¨ªnez. Pero los r¨ªgidos c¨®digos de la aviaci¨®n civil se desvanecen en cuanto pisan tierra. En las terminales de los aeropuertos que transitan ¡ªhacen corto y medio radio; en el argot a¨¦reo, vuelos a destinos de Espa?a y Europa¡ª, Mart¨ªnez ameniza el traslado cantando rock a capela. Esa alegr¨ªa desbordante ¡°te hace sobrellevar mejor el cansancio de tantas horas¡±, elogia la piloto.
El buen rollo no les impide ponerse serias cuando la situaci¨®n as¨ª lo requiere. ¡°Eva, diles algo tranquilizador que hay pasajeros nerviosos por las turbulencias¡±. Guasch valora lo bien que empatiza su sobrecargo con la gente: ¡°Detecta los perfiles psicol¨®gicos con un simple paseo por el pasillo¡±. Y cuando alg¨²n copiloto novato hace un aterrizaje brusco, Eva vacila a su amiga: ¡°Betty, hoy lo has bordado¡±.
Guasch fue la ¨²nica mujer de su promoci¨®n, hace 25 a?os. Ahora son un 6%, ¡°todav¨ªa muy poquitas¡±. Se declara igualitaria, que no feminista, pero siendo m¨¢s joven tuvo que parar los pies a un colega que le espet¨®: ¡°Nunca he volado con una mujer y s¨¦ que no me va a gustar¡±. Al final, acab¨® reclam¨¢ndola como copiloto para su ¨²ltimo vuelo antes de jubilarse.?
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