El estilo de vida europeo
Las palabras importan. No podemos dejar que las fuerzas antieurope¨ªstas se apropien de la definici¨®n de lo que queremos
El art¨ªculo 2 del Tratado de la Uni¨®n Europea dice as¨ª: ¡°La Uni¨®n se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minor¨ªas. Estos valores son comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminaci¨®n, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres¡±.
El mes pasado fue el trig¨¦simo aniversario de aquel se?alado d¨ªa en que dos millones de personas unieron sus manos para formar una ¡°cadena de libertad¡± de m¨¢s de 600 kil¨®metros en los Estados b¨¢lticos. Las im¨¢genes de dicho evento constituyen un recordatorio emotivo e impactante de todo lo que ha avanzado Europa en el curso de una generaci¨®n. Demuestran, tambi¨¦n, la fuerza unificadora de nuestros valores comunes: la libertad, la igualdad, la democracia y el respeto de la dignidad humana.
Estos valores, y nuestra adhesi¨®n a ellos, constituyen nuestros cimientos. Dichos valores est¨¢n consagrados en nuestro Tratado y nos otorgan las libertades de las que gozamos actualmente. Ellos definen y resumen en qu¨¦ consiste nuestra Uni¨®n.
Debemos estar orgullosos de nuestro estilo de vida europeo en todas sus formas y aspectos y procurar en todo momento conservarlo, protegerlo y consolidarlo. Esta es la raz¨®n por la que fue uno de los seis principios rectores de mis orientaciones pol¨ªticas, que recibieron el apoyo del Parlamento Europeo en julio.
No solo debemos preguntarnos qu¨¦ hace la Uni¨®n por nosotros, sino tambi¨¦n qu¨¦ podemos hacer nosotros por la Uni¨®n Europea
Para la mayor¨ªa, el estilo de vida europeo no es algo que necesite explicaci¨®n; se trata, simple y llanamente, de una realidad cotidiana. Sin embargo, es evidente que esta semana ha surgido un debate sobre sus connotaciones y sobre el concepto en s¨ª. Este debate es bueno, y debemos hacerlo p¨²blico y abierto.
En mi opini¨®n, la mejor s¨ªntesis del estilo de vida europeo se encuentra en la redacci¨®n del art¨ªculo 2 del Tratado, con el que comienza este art¨ªculo.
Cada una de esas palabras tiene dos vertientes. Parafraseando a John F. Kennedy, podr¨ªamos decir que no solo debemos preguntarnos qu¨¦ hace la Uni¨®n por nosotros, sino tambi¨¦n qu¨¦ podemos hacer nosotros por la Uni¨®n. Cada palabra del art¨ªculo 2 constituye tanto un derecho como un deber para todos, con independencia de d¨®nde seamos y de en qu¨¦ lugar de la Uni¨®n vivamos.
Esta es la visi¨®n europea de la vida. Consiste en construir una Uni¨®n de igualdad en la que todos tengamos el mismo acceso a las oportunidades. Consiste en dotar a las personas de los conocimientos, la educaci¨®n y las competencias que necesitan para vivir y trabajar con dignidad. Consiste en poder recibir los servicios que necesitamos y en saber que estamos seguros en nuestros hogares y en nuestras calles. Consiste en proteger a los m¨¢s vulnerables de nuestra sociedad. En ¨²ltima instancia, se trata de la forma en que vivimos juntos.
Este estilo de vida europeo ha sido el fruto de grandes sacrificios. Nunca debe darse por descontado; no es ni un hecho definitivo ni una garant¨ªa. Buena prueba de ello es que todos los d¨ªas nuestro estilo de vida es puesto en entredicho por anti-europe¨ªstas de dentro y de fuera de Europa. Hemos visto c¨®mo han interferido en nuestras elecciones desde el exterior potencias extranjeras y hemos visto tambi¨¦n c¨®mo populistas aut¨®ctonos, armados de esl¨®ganes nacionalistas baratos, tratan de desestabilizarnos desde dentro.
No podemos permitir que estas fuerzas se apropien de la definici¨®n del estilo de vida europeo. Quieren que represente lo opuesto a lo que realmente es. Pretenden socavar nuestros fundamentos y sembrar la divisi¨®n entre nosotros. Son partidarios de una forma de hacer pol¨ªtica que saca a relucir los problemas, en lugar de resolverlos. Debemos plantarnos y no ceder a esta situaci¨®n.
Evidentemente, las palabras importan; estoy de acuerdo. Para algunos, el estilo de vida europeo es un t¨¦rmino capcioso y con significaci¨®n pol¨ªtica, pero no podemos ni debemos dejar que nos quiten nuestro lenguaje: es parte integral de quienes somos.
Otras partes del mundo tienen su propio estilo de vida, que difiere del nuestro. Todos tenemos nuestras tradiciones, nuestro conjunto de valores y nuestra forma de actuar. Con todo y con eso, siempre elegir¨¦ el European way of life y nuestra Uni¨®n de solidaridad, tolerancia e integridad.
El estilo de vida europeo conlleva escuchar y conversar los unos con los otros para encontrar soluciones en pos del bien com¨²n. Esto es lo que quiero que hagamos juntos.
Ursula von der Leyen es presidenta electa de la Comisi¨®n Europea.
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