Invertir en verde
Es una tendencia que no para de crecer. Cada vez m¨¢s compa?¨ªas y entidades financieras reaccionan ante el riesgo que supone la emergencia clim¨¢tica para la prosperidad a largo plazo. La legitimaci¨®n de los llamados bonos verdes por parte de los supervisores financieros ser¨¢ clave para su consolidaci¨®n
NEUTRALIZAR los efectos de la emergencia clim¨¢tica, m¨¢s all¨¢ de los compromisos personales, obliga a las empresas a ser protagonistas de un cambio profundo en sus procesos de producci¨®n, distribuci¨®n y transporte hacia otros menos intensivos en la generaci¨®n de emisiones de di¨®xido de carbono, en el aprovechamiento de los residuos o en la dotaci¨®n de mayor eficiencia energ¨¦tica en todo tipo de edificaciones. El cambio exige tambi¨¦n aumentar la capacidad de generaci¨®n energ¨¦tica verdaderamente verde, las infraestructuras y la I+D espec¨ªfica.
Todo ello requiere inversi¨®n, asignar recursos financieros a esas finalidades concretas. Ese es el territorio de las denominadas finanzas verdes. Y esta coloreada especificaci¨®n no solo refuerza el compromiso en la finalidad y su transparencia, sino que permite diferenciarlas de otras modalidades de financiaci¨®n destinadas a prop¨®sitos m¨¢s amplios que suelen incluir objetivos de sostenibilidad social.
El conjunto de la financiaci¨®n con etiqueta verde no ha dejado de crecer en los ¨²ltimos a?os. Y dentro de ella, los bonos, aquellos cuyos ingresos se dedican a financiar proyectos con un impacto medioambiental favorable, son los que han conseguido una mayor proyecci¨®n. Seg¨²n la Climate Bonds Initiative (CBI), una organizaci¨®n sin fines de lucro centrada en los inversores, en los ocho primeros meses de 2019 la emisi¨®n global de bonos verdes lleg¨® a los 150.000 millones de d¨®lares y para el conjunto de este a?o se estima que superar¨¢ los 250.000 millones, un 50% m¨¢s que el anterior. Son cifras importantes si se tiene en cuenta la relativa juventud de ese segmento del mercado, y significativamente, porque este ascenso se ha hecho sin apenas regulaci¨®n espec¨ªfica.
Las empresas e instituciones espa?olas est¨¢n entre las m¨¢s activas en esos mercados. En nuestro pa¨ªs, el emisor pionero y el m¨¢s activo es Iberdrola, en el mercado desde 2014, y a?o tras a?o, el principal captador de recursos para esos fines. Entre las entidades bancarias destaca el BBVA, pero tambi¨¦n observamos algunas comunidades aut¨®nomas, como Madrid, y Ayuntamientos, como el de Barcelona. El saldo vivo hoy de bonos verdes y sostenibles de emisores espa?oles supera los 20.000 millones de euros. En la buena direcci¨®n apunta la iniciativa del conjunto de las agrupaciones empresariales de entidades financieras (AEB, CECA, UNACC, UNESPA, INVERCO) para constituir el Centro de Finanzas Responsables y Sostenibles de Espa?a (Finresp).
Las emisiones de bonos verdes tienden a ser muy bien calificadas por las agencias de rating
Estas cifras revelan que cada vez m¨¢s empresas y entidades financieras asumen que es posible ¡°romper la tragedia del horizonte¡± a la que se refiri¨® Mark Carney, presidente del Financial Stability Board y gobernador del Banco de Inglaterra, cuando en 2015 alert¨® del riesgo que el cambio clim¨¢tico supone para la prosperidad a largo plazo. Carney se?alaba que el cortoplacismo dominante en la gesti¨®n de muchas empresas y la falta de incentivos bloqueaban las decisiones para neutralizar los riesgos y costes futuros del cambio clim¨¢tico. Ahora, las acciones concretas para contribuir a evitar esa ¡°tragedia¡± empiezan a demostrar su rentabilidad econ¨®mica y reputacional.
La mayor¨ªa de las emisiones de bonos verdes tienden a ser muy bien calificadas por las agencias de rating, al igual que su recepci¨®n por los mercados: su precio suele fijarse con una prima en la emisi¨®n con relaci¨®n a los bonos convencionales, y su cotizaci¨®n en el mercado secundario ha sido similar a los dem¨¢s. Los gestores de estos bonos cada vez est¨¢n m¨¢s especializados.
Pero para que esas se?ales favorables se consoliden ser¨¢ necesario que los supervisores financieros no se limiten a alertar sobre la asunci¨®n de riesgos clim¨¢ticos, sino que contribuyan directamente a la legitimaci¨®n de esos instrumentos verdes. Importante ser¨ªa, por ejemplo, que el BCE, como ha sugerido su pr¨®xima presidenta, Christine Lagarde, se comprometa m¨¢s en la adquisici¨®n de bonos verdes en el contexto de su programa de compra de activos, incluso discriminando positivamente en sus criterios de elegibilidad de instrumentos.
La Uni¨®n Europea tambi¨¦n debe ser consciente de que intensificar hoy la inversi¨®n en la transici¨®n clim¨¢tica contribuir¨ªa a paliar la desaceleraci¨®n del crecimiento, mediante el fortalecimiento de la productividad y del empleo. Cuenta con la complicidad de las condiciones vigentes en los mercados financieros: con tipos de inter¨¦s hist¨®ricamente reducidos es dif¨ªcil de justificar la inacci¨®n.
Saludar el ascenso de las finanzas verdes, al igual que las crecientes preferencias de los ahorradores por elegir entidades responsables, son condiciones necesarias para que las empresas asuman sin la m¨¢s m¨ªnima duda la lucha contra el cambio clim¨¢tico entre sus prioridades. Ello requiere adaptaciones en los sistemas financieros, como ha sugerido recientemente el propio FMI, en la direcci¨®n de adecuar los activos y los mercados financieros para que reflejen de forma m¨¢s completa los riesgos medioambientales, y tambi¨¦n los beneficios a largo plazo de su mitigaci¨®n.
Con todo, las respuestas a la crisis clim¨¢tica no pueden venir ¨²nicamente de las finanzas. Los Acuerdos de Par¨ªs no se est¨¢n cumpliendo. Las elevadas emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo, el precio del carbono sigue lo suficientemente bajo como para reducir los incentivos al abandono del carb¨®n y otras energ¨ªas f¨®siles. Ser¨¢ necesario que, junto a esas actuaciones de algunas empresas y operadores financieros, se desplieguen con igual o mayor intensidad pol¨ªticas p¨²blicas no estrictamente financieras en el seno de los pa¨ªses y, desde luego, en la UE.?
EL PA?S forma parte de Covering Climate Now, una iniciativa global de m¨¢s de 220 medios de comunicaci¨®n enfocada a poner atenci¨®n en la crisis clim¨¢tica.