Christine Lagarde: una estrella de rock rodeada de peligros
La exjefa del FMI llega al BCE sin experiencia como banquera central pero con una gran red de contactos que deber¨¢ usar para que los Gobiernos aprueben nuevas medidas contra la recesi¨®n
Christine Lagarde llegar¨¢ el 1 de noviembre a Fr¨¢ncfort como lo hizo a Washington ocho a?os atr¨¢s. La primera mujer al frente del FMI fue recibida en 2011 con halagos por su carisma ¡ª¡°Se le trata casi como a una estrella de rock¡±, dijo Kenneth Rogoff, ex economista jefe del Fondo¡ª pero con dudas por su formaci¨®n. Pese a su pasado como ministra de Finanzas, el ascenso de una abogada sin estudios en Econom¨ªa hizo arquear m¨¢s de una ceja. Ahora, ser¨¢ la primera presidenta del BCE sin experiencia como banquera central.
Hay m¨¢s paralelismos. Lagarde aterriz¨® en el Fondo en un momento cr¨ªtico de la crisis del euro, y con el prestigio del organismo en entredicho despu¨¦s de que sus tres antecesores ¡ªK?hler, Rato y Strauss-Kahn¡ª hubieran abandonado antes de tiempo un cargo con categor¨ªa de jefe de Estado. Los peligros a los que se enfrenta ahora no son menores. Asume el mando del BCE cuando la recesi¨®n llama a las puertas de Alemania y tras el reiterado fracaso de Draghi en su intento de impulsar los precios ¡ªy de paso el crecimiento¡ª. El fantasma de la japonizaci¨®n parece cada d¨ªa m¨¢s real.
No es este un buen momento para debutar como banquero central. Jay Powell resiste como puede a las embestidas de Trump contra la Fed. En contra de Lagarde pesan su controvertida gesti¨®n de la crisis griega y el reciente rescate multimillonario a Argentina, en el que ella tanto se implic¨® y que ahora huele a fracaso. Desde Fr¨¢ncfort tendr¨¢ que apa?¨¢rselas para idear nuevas f¨®rmulas con las que estimular la econom¨ªa y evitar la recesi¨®n. Para ello, cuenta con una conexi¨®n privilegiada con los mandatarios de la eurozona tejida en sus a?os del FMI.
En el BCE, sus defensores dicen que el organismo no necesita como jefe a un t¨¦cnico que pueda teorizar durante horas, sino una mente clara que sepa rodearse de un buen equipo y tomar decisiones. Y, sobre todo, que sea capaz de lograr mayor¨ªas en un Consejo de Gobierno en el que sus miembros discuten en pie de igualdad. Otras voces no ocultan su preocupaci¨®n por una progresiva politizaci¨®n del eurobanco, cuyas dos primeras figuras ¡ªLagarde y el vicepresidente Luis de Guindos¡ª son por primera vez exministros que no han encabezado nunca un banco central.
Lagarde cerrar¨¢ en noviembre un curr¨ªculum at¨ªpico que empez¨® como nadadora sincronizada ol¨ªmpica y que la atar¨¢ al BCE ocho a?os. Ser¨¢ la ¨²nica persona que ha encabezado dos de las instituciones con m¨¢s poder efectivo sobre las finanzas internacionales. En julio, Draghi dijo que ser¨ªa una presidenta ¡°espectacular¡±. Liaquat Ahamed, que en su libro Los se?ores de las Finanzas ilustr¨® la responsabilidad de los banqueros centrales en la Gran Depresi¨®n, no est¨¢ tan seguro. ¡°Cometi¨® errores en el FMI, pero eso no es lo peor. Creo que no es innovadora. Sigue la corriente, no la lidera¡±, dice al tel¨¦fono desde Washington.
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