Una peque?a Atl¨¢ntida
Juan Tr¨ªas, comunista, era como un hermano mayor, m¨¢s serio, menos festivo, porque si bien el rigor era m¨¢ximo en el plano acad¨¦mico, imperaba una gran fraternidad
En Las peque?as Atl¨¢ntidas, de 1959, Alberto Gil Novales ofrec¨ªa un elenco de intentos renovadores en la Espa?a contempor¨¢nea. El concepto es aplicable a un tema semiolvidado, la presencia de espacios de libertad/supervivencia cultural y pol¨ªtica en la larga noche del franquismo. Sin ellos no podr¨ªa entenderse el resurgimiento intelectual de la ¨²ltima d¨¦cada de la dictadura.
Lo record¨¦ al conocer el fallecimiento del historiador Juan Tr¨ªas. Por edad, sus necr¨®logos (Fraguas, Villaverde) no pudieron conocer su presencia en la brillante peque?a Atl¨¢ntida constituida en la segunda mitad de los cincuenta en torno a los catedr¨¢ticos orteguianos Luis D¨ªez del Corral y Jos¨¦ Antonio Maravall, liberales en la Rep¨²blica, azules por un tiempo, y de nuevo liberaldemocr¨¢ticos. Tanto en sus c¨¢tedras de Historia de las Ideas en la Facultad de Pol¨ªticas, como en el seminario codirigido en el Instituto de Estudios Pol¨ªticos, que desapareci¨® al hacerse cargo Fraga de la instituci¨®n. En ¨¦l se integr¨® Juan Tr¨ªas, al tiempo que Luis Gonz¨¢lez Seara. Pronto fueron incorpor¨¢ndose entre otros al seminario del IEP y sus continuadores, ?ngel Facio, brillante profesor y anarquista teatral, quien esto escribe, Jos¨¦ ?lvarez Junco, Mari Carmen Iglesias, militante del FLP... ?ramos entonces ¡°los j¨®venes¡±: hoy nuestra punta de edad alcanza los ochenta.
Juan Tr¨ªas, comunista, era como un hermano mayor, m¨¢s serio, menos festivo, porque si bien el rigor era m¨¢ximo en el plano acad¨¦mico ¡ªdon Luis nos facilitaba la lista de recomendados, para si hab¨ªan sido suspendidos, responder a las cartas¡ª, imperaba una gran fraternidad. Las reuniones se situaban a medio camino entre tertulia intelectual y discusi¨®n sobre investigaciones. Una de ellas hab¨ªa sido la excelente de Juan Tr¨ªas sobre Almirall y el catalanismo. Pluralismo y tolerancia: D¨ªez del Corral aval¨® en 1965 que El Manifiesto Comunista ¨ªntegro sirviera como texto de pr¨¢cticas.
En esto lleg¨® el izquierdismo pos-68. El prochino camarada Intxausti organiz¨® un juicio cr¨ªtico made in Mao contra D¨ªez del Corral, figura emblem¨¢tica de rigor y liberalismo. Fin de su docencia tradicional. Durante el juicio cr¨ªtico, sin su presencia, Juan Tr¨ªas, con refuerzos, entre ellos el m¨ªo, y tambi¨¦n ausencias, aguant¨® el chaparr¨®n de las asambleas. No fue todo. ?Por qu¨¦ no pensar que hab¨ªa sido cosa del PCE? El chisme lleg¨® a don Luis, y el comunismo de Juan le hac¨ªa particularmente vulnerable. Su carrera a la c¨¢tedra qued¨® bloqueada por veinte a?os desde 1974, tropezando con aut¨¦nticas barreras, que con el tiempo se ocultar¨¢n bajo la m¨¢scara de la amistad. ?l sigui¨® ense?ando e investigando hasta su ¨²ltimo libro, ahora publicado, en la l¨ªnea de estudio de grandes pensadores que recomendara D¨ªez del Corral. La peque?a Atl¨¢ntida hab¨ªa quedado atr¨¢s, rota en pedazos.
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